El rastrillaje y trampeo en busca del roedor cola larga se inició en comunidades cercanas a Villa Montes. En Santa Cruz siguen bajo observación más de 160 personas. Confirman dos muertes por el brote del mal

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23 de abril de 2019, 6:00 AM
23 de abril de 2019, 6:00 AM

No se tiene la certeza sobre el punto exacto ni la fecha en la que militares de la Escuela de Cóndores de Sanandita tuvieron contacto con la toxina de hantavirus que provocó la muerte de dos reclutas en la región del Chaco y el aislamiento de más de 160 personas. Empero, médicos especialistas del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Tarija y del Ministerio de Salud creen que los afectados posiblemente se contagiaron en lugares de entrenamiento fuera del cuartel general, ubicado a 42 kilómetros de Yacuiba.

Esos sitios de prácticas se encuentran próximos a Villa Montes, por lo que cuadrillas de peritos en infectología se han trasladado al área y están realizando rastrillajes y trampeo para identificar el lugar exacto donde contrajeron la enfermedad que puede ser transmitida por la inhalación de partículas de heces fecales y orina del ratón colilargo, que contagia el virus del Hanta.

“Consideramos que el contagio no ha sido en el cuartel de Sanandita, sino en otro lugar donde hacían sus prácticas. Estamos haciendo el rastrillaje en otras comunidades y el trampeo de los roedores para ver exactamente el lugar del contagio y después realizar las campañas de limpieza y desratización para prevenir”, dijo Paúl Castellanos, director del Sedes de Tarija.

Otra hipótesis es que el caso surgió a fines de marzo, cuando un grupo de militares que recibían instrucción, se desplazó a la comunidad de El Huertillo, camino a Caiguati, dentro del municipio de Villa Montes, para realizar labores comunitarias.

El 14 de abril se reportó en el cuartel de Sanandita un oficial con síntomas similares al dengue. Luego de ser derivado al hospital Rubén Zelaya, se hizo la evaluación y se determinó que tenía hantavirus. Cuando era llevado a Santa Cruz, falleció en el camino.

Castellanos y personal de Epidemiología del Sedes y de las redes de Salud de Yacuiba y de Villa Montes coordinan con representantes del Ministerio de Salud las actividades de control desde el brote de la enfermedad, la muerte de la primera víctima y la posterior evacuación de prácticamente todos los efectivos de la Escuela de Cóndores a la capital cruceña.

Cerraron el cuartel

Actualmente, las instalaciones del recinto militar quedaron aisladas al público, pues no se permite el ingreso de nadie.

El subjefe de Epidemiología del Sedes de Tarija, Marcelo Magne, afirmó que la brigada sanitaria se desplaza por zonas aledañas al cuartel de Sanandita y otros sitios de entrenamiento con los recaudos necesarios, porque es personal capacitado y sabe del manejo de esta patología.

“Una vez se determine el lugar exacto, se realizará la eliminación de los roedores y se va a capacitar al personal militar y a pobladores sobre la forma de evitar el contagio de esta enfermedad”, indicó.

Campaña de limpieza

Vecinos y autoridades de Yacuiba se mantienen en alerta por la noticia de las muertes por hantavirus. Por ello, para este jueves se alista una masiva campaña de limpieza de residuos en lugares donde se reproducen los ratones. Funcionarios sanitarios llaman a la calma, pues hasta el momento no existen nuevos casos. “Pedimos calma... Evaluamos a 184 pacientes, pero ninguno presentó síntomas”, explicó la secretaria de Salud en Yacuiba, Alba Riffarach.

No hay riesgo de contagio

Marcelo Ríos, director del Sedes en Santa Cruz, confirmó dos muertes por el brote epidémico; el de la víctima que murió camino a nuestra ciudad y el de Rodrigo David Flores (23), que falleció el sábado en la clínica Incor.

Antes de que se conocieran los estudios de laboratorio de Flores, el Sedes dio por hecho de que murió por hantavirus, por el nexo epidemiológico entre ambas personas, pues hicieron trabajos en conjunto.

El contingente militar trasladado a la capital cruceña supera las 160 personas. No todos presentan síntomas, por lo que han sido aislados en diferentes lugares, donde están bajo observación.

En el Batallón de Transporte del Ejército hay 78 aislados asintomáticos; en el hospital de la Pampa de la Isla se encuentran 51 personas, 49 de ellas no presentan síntomas; en la clínica Cossmil hay 18 internados y ocho reciben atención en la clínica Incor. “Tenemos ocho pacientes bajo sospecha de hantavirus. Cuatro en terapia intensiva y cuatro en medicina general”, expresó el médico Christian Castellón.

“No existe el mínimo riesgo de que podamos tener un caso de hantavirus en la ciudad porque el roedor de cola larga es selvático, por lo tanto, no hay la posibilidad de una transmisión”, aseguró Ríos y añadió que los que están en cuarentena pasarán un buen tiempo bajo observación, pues la etapa de incubación del hantavirus puede prolongarse hasta seis semanas. “En la medida que se vayan dando los exámenes negativos, se los dará de alta”, concluyó.