Raspadillo, una refrescante tradición

Largas filas de personas de todas las edades se formaron ayer por la tarde en los puestos de las tres raspadilleras de la plaza Ñuflo de Chávez, frente al Cementerio General, para hacer la degustación gratuita del popular hielo raspado.

“La iniciativa tiene como objetivo que se valorice el raspadillo tradicional, que no solo seguimos haciendo con instrumentos de décadas pasadas, sino también con los jarabes de antaño”, explicó Pamela Varela, que trabaja en esta actividad desde hace 18 años y que empezó con apenas 17 años.

“Hace dos meses el municipio nos habilitó casetas nuevas y brindamos un mejor servicio, ese fue otro de los motivos por los que quisimos celebrar con la gente regalándoles un poco de nuestro producto”, dijo Martha Velasco Lino, que lleva 18 años en el oficio y con el que ha podido hacer estudiar a sus hijos, indicó.

“Queremos hacer esta actividad todos los años para consolidar el festival del raspadillo tradicional y que la gente también lo tome en cuenta como una más de las tradiciones que tenemos los cruceños”, afirmó Eudocia Fernández, que comentó que si bien actualmente tienen mucha competencia, es el sabor distintivo del hielo raspado lo que lo hace original y muy apetecido.