Se quejan del exceso de velocidad, consumo de alcohol y malos tratos, aunque aclaran que no son todos. Las autoridades dicen que controlan con el poco personal que tienen. Solo hay dos policías y seis funcionarios de seguridad del municipio

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26 de noviembre de 2017, 4:00 AM
26 de noviembre de 2017, 4:00 AM
El atropello de dos adolescentes por conductores de un teryx en el camino entre Porongo y la comunidad Pozo Colorao volvió a encender las alarmas sobre lo que ocurre en ese municipio, especialmente los fines de semana. Exceso de velocidad, conducción bajo efectos del alcohol, música estridente, malos tratos, destrozo de caminos, son algunas de las quejas de los vecinos e incluso de las propias autoridades.

 

Los pobladores se sienten atemorizados por los grupos de personas que acuden en teryx, cuadratracks y otro tipo de vehículos de turismo aventura.

 

“¡Uju, pasan a todo dar!, yo me aparto y también tengo que cuidar que no me atropellen mis vacas”, relata Johnatan V., de 13 años, quien anda en su bicicleta por el arenoso camino que conduce a Pozo Colorao. Así como él, cualquier poblador o incluso autoridad pueden verse afectados. “Me ha tocado encontrarme con esos vehículos en algún camino y no hacen la intención de bajar la velocidad, más bien es como que si retaran a chocarte si no te apartás y no queda más que hacerlo”, cuenta Moira Vaca, presidenta del Concejo Municipal de Porongo.


Si bien aclaran que no pueden generalizar a todos los conductores de estos tipos de vehículos, señalan que es hora de controlarlos para que no sucedan hechos como el de los hermanos atropellados por conductores de un teryx que se dieron a la fuga. Jorge (17)  sufrió problemas en los riñones y la vejiga, mientras que Carla (16) resultó con una clavícula fracturada y múltiples contusiones. 


Los pobladores

En Pozo Colorao, la gente protesta. “Se ponen a beber, trancan el paso en las calles, son prepotentes”, dice Olvis Medellín, mientras compra gasolina en la tienda de doña María Jesús Zabala, frente a la plaza del pueblo. “Aquí se vienen a beber hasta la madrugada cuando los corren de la plaza de Porongo”, dice la mujer. 

Justino Mojica vive frente al lugar del accidente. “Los dos hermanos en moto se apartaron a un lado del camino, el teryx venía fuerte y al parecer la arena les hizo perder el control, volcaron y pasaron por encima de los hermanos”, contó. Señaló que por este tipo de hechos él prefiere no salir a trabajar los fines de semana como mototaxista. 

“La Policía nos controla a nosotros que usemos casco y que cumplamos todas las normas y está bien, pero a los conductores de teryx y cuadratracks que andan sin casco, sin placa y hasta borrachos no les dicen nada”, protesta Hernando Ávila, dirigente de la asociación de mototaxistas Los Adulaos de Pozo Colorao. 

Solo dos policías

“No podemos exponernos físicamente, solo somos dos y en ocasiones hay 20 o 30 personas consumiendo bebidas, a quienes, intentando poner orden, pedimos que se retiren. Muchos se van a las comunidades cercanas, pero no podemos estar tras de ellos”, señaló uno de los dos policías asignados para las 49 comunidades de Porongo. Aseveran que lo que más abunda allí son las denuncias de violencia intrafamiliar y que muchos prefieren no denunciar porque eso significa tener que ir hasta La Guardia.

 

También hay seis funcionarios de la dirección de seguridad ciudadana de la Alcaldía que son gendarmes, pero no usan uniforme. “Hacemos operativos para tratar de hacer cumplir la ley de consumo de bebidas alcohólicas con el poco personal que tenemos; por supuesto que no abastece para controlar todo”, señala Alejandro Verduguez, jefe de seguridad ciudadana del municipio. Los vecinos corroboran esto, pero dicen que falta mayor presencia de autoridades para hacer cumplir la norma. Como ejemplo, Verduguez señala que luego del accidente de Pozo Colorao se movilizaron, pero fue imposible dar con los conductores del teryx porque pudieron tomar cualquier camino. “Lo último que supimos fue que saliendo a la carretera casi atropellan a otras personas”, relató. 


Hay normas, falta cumplirlas  

La concejala Vaca señaló que la ordenanza municipal 09/2002 estipula normas para los vehículos de turismo aventura en el municipio que, sin embargo, no se cumplen por el poco personal con que cuentan. “Queda terminantemente prohibida la circulación de vehículos cuadratracks y motos de escape libre”, reza la ordenanza, que explica que los que participen en caravanas de turismo aventura en ese municipio deben ser registrados. También hace mención a que su circulación debe ser en circuitos para preservar los caminos.

 

“En la comunidad Magué, para que estos vehículos no frieguen los caminos, han puesto trancas”, señala Olvis Medellín. Por su parte, José Estrada, presidente de la OTB de Maguecito, dice que por el crecimiento de Porongo urge mayor presencia de autoridades, puesto que en la misma carretera el exceso de velocidad y el consumo de alcohol son un peligro.

 

Ante esta situación, Vaca dice que en la próxima reunión del Concejo Municipal propondrá tocar las medidas que se deben tomar para hacer cumplir la ordenanza de circulación de estos vehículos, así como las gestiones para coordinar con todas las instituciones la creación de un Estación Policial Integral donde también haya Fiscalía y un juzgado. 


Clubes 4x4

“Los clubes que realizamos carreras en Porongo y en otras poblaciones estamos debidamente identificados, cumplimos normas de seguridad de las competencias 4x4, como test de alcoholemia a los pilotos, no llegar a los pueblos a toda velocidad, tomar previsiones en las curvas y puntos críticos, entre otros. Además, coordinamos con la Alcaldía y nos hacemos responsables si pasa algún percance en las carreras”, señala un miembro de un club y organizador de carreras en vehículos 4x4.

 

Aclara que además de los clubes, al lugar acude gente particular en teryx, cuadratracks y otros vehículos, pero ellos tienen sus listas de corredores y están identificados, por eso, que la Alcaldía controle y norme a todos los vehículos le parece excelente. Reconoce que efectivamente en los varios grupos de personas en estos vehículos no faltan algunos pasados de copas que exceden la velocidad y causan zozobra.