Karina tiene el apoyo de su familia y de sus amigos para buscar rehacer su vida en su ciudad. La afectada pidió a las víctimas de violencia que se animen a denunciar. Aseguró que sigue siendo amedrentada 

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28 de abril de 2018, 4:00 AM
28 de abril de 2018, 4:00 AM

“Con o sin uniforme, la ley es para todos”, gritaba un grupo de mujeres que acompañó a Karina Ll. A. en una audiencia cautelar que se desarrolló en la cárcel de Okinawa sin acceso a los medios de comunicación. Sin embargo, se conoció que el militar Pablo Martínez Calvimontes guardó silencio y no expresó arrepentimiento por sus actos, según comentó la víctima, la fiscal Yaneth Castro y las activistas de Ni una menos. 

Karina manifestó que regresará a La Paz, mientras que su padre, Carlos Ll., dijo estar agradecido por poder llevar a su hija de retorno a su casa “con vida y no en un ataúd”, como ha pasado en muchos otros casos de mujeres que fueron víctimas de agresiones y que no se atrevieron a denunciar porque eran amenazadas por sus agresores. 

La mujer señaló tener propuestas de trabajo (es profesora de inglés) de parte de amistades en La Paz y que buscará rehacer su vida luego del amargo momento que tuvo que vivir. 

La víctima se presentó a la audiencia con un inmovilizador de cuello y según los exámenes particulares que le practicaron, el golpe que sufrió en la frente, que requirió 10 puntos de sutura, le provocó también un traumatismo encefalocraneano.

La audiencia

Debido al desarrollo de la jornada de descongestionamiento penal que se realizaba en la cárcel de Okinawa, donde estaba la jueza primera de instrucción en lo penal de Warnes, Ruth Guerra, la audiencia se realizó en ese recinto. La jueza señaló que valoró los informes médico forense, entrevista sicológica, declaraciones de testigos, además de otros indicios presentados, como una frazada ensangrentada que fue colectada en el lugar de la agresión, para determinar la detención preventiva del militar en la cárcel de Okinawa, que es la que corresponde por jurisdicción. 

La abogada de la víctima, Jéssica Echeverría, señaló que la intervención de la fiscal Castro fue clave para que el delito se amplíe por feminicidio en grado de tentativa y no quede solo en violencia familiar, como en un inicio imputó el fiscal Wálter Cisneros.

A propósito, el padre de la víctima cuestionó que el militar, antes de la audiencia, haya sido llevado a la casa que compartía con su concubina, por parte de las autoridades encargadas de su custodia, lo que consideró un acto de amedrentamiento. 
Pide que denuncien

Tanto la víctima como las representantes de la plataforma Ni una menos, así como la representante de Derechos Humanos, Coral Basna, se pronunciaron sobre el caso señalando que la determinación de mandar al militar preso era un mensaje a las instituciones y a los uniformados de que sus delitos no pueden ser encubiertos. Por eso pidieron a todas las víctimas que se animen a denunciar antes de que la violencia llegue a extremos como el de Karina o incluso les cueste la vida.

Sin acceso a la prensa

Audiencia en la cárcel
Los medios de comunicación no tuvieron acceso a la audiencia que se desarrolló a puertas cerradas en la penitenciaría. Al final, la fiscal Castro y la parte afectada dieron una conferencia. 

Tentativa de feminicidio 
Tiene una pena de hasta 20 años de cárcel, que son dos tercios de la pena máxima por este delito, que son 30 años. La violencia familiar tiene entre 2 y 4 años.