La historia de uno de estos internos, detenido desde 2010 y que cumplió más del doble de su sentencia por robo (tres años), demuestra los problemas del sistema judicial y de todos los controles

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7 de junio de 2018, 6:00 AM
7 de junio de 2018, 6:00 AM

Sus compañeros de encierro en régimen abierto de Palmasola cuentan que José Alonzo ingresó al penal sano y con la convicción de que dejaría su detención en tres meses. “Estaba normal, no  hablaba mucho y cuando se cumplió el tiempo en que su abogado le aseguró que saldría, buscó sus cosas, las metió en un bolso y se fue hasta la puerta de ingreso”, recuerda un recluso y relata que estuvo parado todo el día allí esperando que alguien le abriera la reja, pero eso no sucedió y desde aquella vez este hombre, que fue detenido preventivo desde el 20 de noviembre de 2010 por tentativa de homicidio, condenado por robo a tres años de prisión y que el 5 de mayo cumplió siete años, cinco meses y 15 días, cambió.     

Él no debió haberse quedado más de los tres años preso, pero como el Estado, su familia y el mundo se olvidaron de él, ahora es uno de los al menos 100 internos que, pese a que su sentencia caducó, siguen dentro del centro más grande del país, el más poblado y ahora, tal vez, uno donde hay más reclusos presos pese a haber cumplido sus sentencias.

El caso de José Alonzo es uno más de los ‘secretos’ que escondía la caja de Pandora de Palmasola y que se comenzó a hacer visible desde que el ‘monstruo’ quedó adormecido tras la incursión policial de marzo pasado, cuando se acabó con vidas, privilegios y potentados que reinaban en un mundo sin ley.

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EL DEBER tuvo acceso al certificado de permanencia y conducta del interno que reveló esta realidad. El documento detalla que José Alonzo fue enviado preventivamente a la cárcel el 20 de noviembre de 2010, sindicado por la Fiscalía de ser, con probabilidad, culpable del delito de tentativa de homicidio. El 6 de noviembre de 2013, una jueza lo condenó a tres años de prisión luego de encontrarlo culpable de haber cometido un robo, y este mismo juzgado remitió esta decisión para conocimiento del sistema carcelario un año y más de tres meses después, el 10 de febrero de 2015. 

Ya en ese momento el recluso había cumplido el total de su condena y se había quedado encerrado más de un año adicionalmente, en un régimen donde mandaban los hombres de disciplina y líderes que extorsionaban, golpeaban y abusaban de todos. Ahora José Alonzo parece loco.

“Este caso es una demostración de que el sistema judicial ha fallado”, aseguró el expresidente de los jueces cruceños Ariel Rocha, que está detenido preventivamente acusado de extorsión en el caso Ostreicher y que está a cargo de la Clínica Jurídica de la NUR, una instancia que en coordinación con la Gobernación de Palmasola y la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario ha comenzado a revelar más ‘secretos’ del monstruo dormido de Palmasola.

Una lista de 140 casos

El director departamental de Régimen Penitenciario, Iver Melgarejo, indicó que se elaboró una lista de 140 personas presas en el penal que ya cumplieron su condena y que por diversas razones, que se están indagando, aún no han dejado el centro.  

“La lista fue entregada a las autoridades judiciales”, apuntó Melgarejo y agregó que hasta la fecha al menos 40 personas ya dejaron el penal, luego de que se verificó que sus años de encierro tuvieron una ingrata ‘yapa’.

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Melgarejo explicó que de los al menos 100 casos que todavía se espera que se determine si deben salir en libertad, hay un promedio de entre 2 y 3 años de encierro adicional que están cumpliendo, principalmente, por tres factores: “Les falta un abogado, no cuentan con los recursos suficientes y porque su familia los abandonó completamente”.

La autoridad penitenciaria culpa de esta falla en el sistema al Poder Judicial, el que, afirma, debería tener un mayor control sobre los casos que están en poder de los juzgados de control jurisdiccional. 

“Los jueces deberían haber observado estos casos, que al Estado le significan un gasto diario en el penal”, apuntó Melgarejo.

El gobernador de Palmasola, Javier Lora, dijo que él ha gestionado por su cuenta la solicitud de los certificados de permanencia de varios reos, que indican haber cumplido condena y que aún están presos. “Hemos conseguido que salgan al menos unos 40 hasta ahora”, apuntó el jefe policial y agregó que ayer un interno, que estuvo tres años preso luego de haber cumplido su condena, recibió su mandamiento de libertad y dejó su pasado de encierro.

“Estamos lavando la ropa sucia en casa”, aseguró el jefe policial y también apuntó al sistema judicial como el culpable de lo que se vive en el penal.

Emerson Figueroa, presidente de los magistrados cruceños, reconoció el descuido en estos casos, pero afirmó que se debe considerar también la sobrecarga laboral de los juzgadores y que estos casos demuestran el colapso del sistema actual de administración de justicia.
El representante del Consejo de la Magistratura, Mauricio Romero, enterado de estos hechos, dijo que se ha iniciado una investigación de oficio para determinar responsabilidades.

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