La mayoría de los menores que lideran organizaciones delictivas sufren el abandono de sus progenitores

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14 de mayo de 2018, 3:45 AM
14 de mayo de 2018, 3:45 AM

Los registros de la Defensoría de la Niñez y de los jueces que administran la justicia penal juvenil en Santa Cruz establecen que la mayoría de los adolescentes que lideran redes delictivas pasan duras pruebas. 

Casi todos fueron enviados a Cenvicruz para cumplir con fallos de los jueces de la Niñez, pero volvieron a reincidir en faltas o infracciones que se estipulan en la ley de la adolescencia.

Algunos tuvieron la mala suerte de llegar a la edad adulta, o sea, pasar los 18 años, y no se salvaron de la ley penal ordinaria, administrada por jueces cautelares, y fueron enviados con detención a la cárcel de Palmasola.

Las juezas de la niñez de Santa Cruz, que concentran casi el 80% de la carga procesal de la adolescencia en el departamento, coinciden en señalar en sus informes que lamentablemente una de las causas principales de que los adolescentes, incluso desde los 14 años y a veces desde los 12, se involucren en hechos ilícitos y más aún que lideren algunas redes delictivas, se debe a que sufren el abandono de sus padres. 

“A veces el problema no es solo porque no tengan a sus padres, sino que sí los tienen, pero lamentablemente no les inculcan los valores o hay poco interés en darles los medios para su formación. Los padres están cerca de sus hijos, pero muy lejos de sus problemas”, dijo la jueza Marisol Ortiz. 

El fiscal Saúl Rosales, que tuvo en sus manos las investigaciones de dos casos de menores envueltos en delitos, dijo que ellos se criaron sin sus padres y en medio de la pobreza. “Es mejor que reflexionemos todos sobre la responsabilidad que tenemos con nuestros hijos”, dijo el fiscal.