En el PC-3 B se rehabilitan 246 internos adictos. Las visitas de niños siguen siendo en los pabellones. En el PC-4 hay calma, pero la reclasificación debe esperar a una nueva cárcel, proyecto que está en ‘ajuste’

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16 de marzo de 2019, 9:00 AM
16 de marzo de 2019, 9:00 AM

A las 4:00 de la madrugada del 14 de marzo de 2018 se escribió una página sangrienta de la historia de la criminalidad en Santa Cruz, que dejó siete reclusos muertos en un enfrentamiento a balazos con la Policía. Siete uniformados resultaron heridos y otros seis deben a los chalecos antibalas el haber salido ilesos.

El enfrentamiento tenía por objetivo arrebatar el poder a los reclusos, que convirtieron en un ‘monstruo’ el sistema carcelario, que era visto con contemplación por las autoridades, que incluso lo alimentaban hasta que se desbordó provocando una matanza en 2013, que dejó más de 30 muertos. Ni la visita del papa Francisco pudo calmar el penal, que vivía en el caos total.

“Sabíamos que iba a haber muertos, pero no sabíamos de qué lado; por suerte, nosotros solo tuvimos heridos gracias a los chalecos antibalas”, señala Alfonso Siles, el excomandante que lideró a la tropa policial que durante una hora y media se enfrentó a reclusos, muchos de ellos drogados, a los que el gas lacrimógeno no les afectaba.

Siles cree que Víctor Hugo Escóbar, ‘Oti’, que lideraba a los reos bajo un régimen de violencia, extorsiones y droga, que le generaban mucho dinero, no imaginó la magnitud del operativo y recibió a la Policía con balas.

Los cambios y lo que sigue igual

Luego de la intervención, se habló de cambios, algunos de los cuales se han conseguido, otros que no tienen avances y muchos que aún están en proyecto. El director de Régimen Penitenciario, Jorge López, asume que lo que se ha hecho no es suficiente, pero destaca que se está avanzando, si se tiene en consideración cómo era la cárcel hace un año.

Entre los logros destaca las terapias de rehabilitación de los internos drogodependientes y que no existen niños viviendo en la cárcel, más allá de los 46 menores de seis años que viven en el pabellón de mujeres con sus madres, lo cual es permitido por ley.

También se apunta entre los logros, la implementación de escáneres para controlar lo que las visitas llevan a sus familiares. Pese a eso, los celulares y la droga siguen vulnerando los controles.

En un breve sondeo, las visitas señalan que, aunque los controles son rigurosos y morosos, sienten una mejoría y aseguran que ya no les cobran por entrar, aunque las denuncias de ese tipo no acaban del todo.

Se debe recordar que lo que rebalsó el vaso de la paciencia con Palmasola, fue que se descubrió en el celular de un preso videos en los que él ultrajaba sexualmente a la hija de siete años de su pareja, una mujer que lo visitaba en la cárcel. Entonces se dijo que se construiría un ambiente especial para la visita de los niños, con la finalidad de que no ingresen a los pabellones, ya que se confirmó que el abuso a la niña ocurrió en un pabellón del PC-4.

López señala que ya se ha hecho un encierro perimetral a la guardería que existe cerca del pabellón de mujeres, a la que asisten los 46 niños menores de seis años que viven con sus madres presas. Allí, se debe acondicionar el ambiente para que los niños que lleguen de visita no ingresen a los pabellones, algo que actualmente aún hacen.

Pero, dice Dick Camacho, director departamental de Régimen Penitenciario, se debe tomar en cuenta que en el PC-4 ahora hay convivencia pacífica, los propios internos denuncian cualquier anomalía y la Policía ahora patrulla esa área, donde hace un año ‘no tenía pisada’.

Otro tema pendiente es la reclasificación de presos por los tipos de delitos. López señala que la infraestructura actual no permite hacer esta tarea y que esto será viable con la construcción de una cárcel modelo. El proyecto a diseño final de la nueva infraestructura ya está concluido, pero como se requiere una inversión económica cuantiosa se están haciendo ‘ajustes’.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, indicó que se dará a conocer el proyecto en el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana a realizarse en Beni, en abril.

Mientras tanto, Palmasola cura sus heridas y se cuida de una recaída. “Antes había 500 extorsiones diarias, eso se acabó”, afirma Henry Rojas, delegado del PC-4.

En cifras

4.400
RECLUSOS EN RÉGIMEN ABIERTO

Esa es la población en el PC-4. En toda la cárcel ronda los 5.400

2.000
INTERNOS QUE ESTUDIAN

Según los delegados de los reos, casi la mitad de ellos estudia

 

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