La pareja es de nacionalidad brasileña. El herido ingresó a las 00:15, pero el hospital recién avisó a la Policía a las 8:00, luego de que la mujer volviera a atentar contra su novio. Siles anunció demanda contra el nosocomio

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16 de junio de 2018, 4:00 AM
16 de junio de 2018, 4:00 AM

El amor que se profesaba una pareja de nacionalidad brasileña se transformó, en cuestión de ocho horas, en dos fallidos intentos de asesinato de parte de la mujer. La noche del jueves, cuando estaban en su domicilio en la zona norte, Neissia L.R.L. le disparó en el hombro y glúteo izquierdos a su pareja Iago R.M. (22), presuntamente a raíz de que este le había sido infiel.  

El herido fue trasladado por su compatriota José L.M. al hospital Católico, en el sexto anillo de la avenida Beni, donde ingresó ayer, a las 00:15. 
Al percatarse de que no había cumplido con su objetivo de matar a su novio, Neissia acudió esa misma noche al nosocomio y se dio modos de ingresar sin ser vista, logrando hacerlo por la ventana de la sala de Fisioterapia y Rehabilitación, donde permaneció toda la noche. 

A las 8:00 de ayer, cuando una doctora abrió la puerta de la sala que estaba bajo llave, Neissia salió y se fue hasta la sala donde estaba Iago para atentar por segunda vez contra su vida descargando otros dos impactos de bala en su humanidad. 

Reducida por un guardia
Al escuchar las detonaciones, el guardia de seguridad Miguel A.C.I. ingresó a la sala y logró reducir a la mujer y gritó pidiendo ayuda a otras personas del nosocomio, logrando atarla de pies y manos a una camilla que estaba al lado de donde yacía el herido. 

El guardia confirmó que tuvo que actuar y desarmar a la mujer, pese al temor que sintió, pero evitó dar más detalles, señalando que el caso está en investigación. 

Allí, atada, la mujer fue hallada por la Policía, que llegó al lugar a las 8:50, apenas unos minutos después de que el hospital los pusiera en conocimiento del suceso. La súbdita brasileña fue arrestada y conducida hasta celdas del módulo policial de Los Tusequis. 

Informe policial
El comandante departamental de la Policía, Alfonso Siles, indicó que, según los primeros datos,, el atentado se produjo por motivos pasionales y que a la mujer se le secuestró un arma de fuego tipo revólver calibre 22 largo. 

Por otra parte, la autoridad policial observó que el hospital recién alertó a la institución del orden que había recibido a un paciente herido de bala cuando fue atacado por segunda vez y no lo reportó cuando ingresó. “Toda institución médica que recibe a un paciente con herida de proyectil de arma de fuego tiene la responsabilidad legal de dar parte a la Policía inmediatamente”, afirmó Siles, quien anunció que el nosocomio puede enfrentarse a una demanda por responsabilidad legal o administrativa. 

Al respecto, el director médico del hospital Católico, Dorian Jiménez, evitó dar detalles de las horas de ingreso del paciente y del momento en que se lo reportó a las autoridades indicando que esa investigación está en manos de la Policía y que el área administrativa del hospital estaba colaborando. Sin embargo, confirmó que el paciente recibió disparos en ese nosocomio.

Situación del herido

Jiménez indicó que los impactos de bala fueron en el cuello,  pelvis, hombro y tórax, todos con orificio de entrada y sin salida. Ninguno de los impactos dañó órganos vitales, su vida no corre peligro”, aseveró.  Está estable y se recupera en terapia intermedia. Se analiza un posible quinto disparo. 

Operativos por crimen en San Bartolo
En los últimos días, la Policía de San Ignacio de Velasco realiza diferentes operativos buscando pistas para aclarar el crimen de un brasileño que fue acribillado con 10 tiros en San Bartolo. La víctima fue secuestrada y ejecutada, pese a que su mujer pagó el rescate con dinero y un auto que cuatro encapuchados le solicitaron. En San Ignacio apareció el propietario de la casa donde alquilaba el brasileño desde hace seis meses y manifestó que era cumplido con los pagos. Así también, indicó que él le vendió la camioneta en la que fue secuestrado y que aún no le había terminado de pagar. Para la Policía, la hipótesis es que se trata de un ajuste de cuentas por narcotráfico. 

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