La Policía tiene identificado al pistolero que disparó al joven. El crimen fue grabado por una cámara de seguridad

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11 de junio de 2018, 7:24 AM
11 de junio de 2018, 7:24 AM

Conmoción, eso deja la muerte de Rodrigo Ribera Subirana, el joven de 22 años que fue atracado la noche del sábado en la localidad de Montero. El hecho perturba la tranquilidad de la segunda ciudad más importante del departamento. Antes del hecho, Rodrigo era un estudiante de mecánica y destacado deportista. Incluso el pasado miércoles fue escogido mejor arquero del campeonato de la Primera B de la capital del norte cruceño.
El joven es otra víctima de la delincuencia, que crece en esta ciudad. El sábado por la noche recibió un impacto de bala en la cabeza cuando un delincuente robó su teléfono celular. Tras ser conducido a un centro médico, los galenos ya anticipaban que tendría pocas posibilidades de vida.

Según el reporte oficial, en el momento del disparo el proyectil ingresó por la parte frontal del lado izquierdo y ocasionó una herida penetrante en la región encefálica, lo que dañó los dos hemisferios, pero además el proyectil rebotó en la parte posterior de la cabeza y se alojó en el ventrículo.

“El proyectil continúa alojado en la cabeza y por el momento no se lo puede sacar porque sería dañar más el cerebro”, afirmaba ayer Sergio Benito, director de la clínica Cardio Salud, donde fue internado el infortunado joven.


La víctima ingresó de emergencia a esta clínica a las 21:50 y luego de la valoración médica fue intervenido quirúrgicamente.

Se le practicó una cirugía de  tres horas para estabilizarlo. 
Hasta anoche, Ribera tenía colocado un equipo de respiración asistida y recibía medicamentos para controlar la presión, pero perdió sus reflejos y entró en una etapa de muerte cerebral. Luego, pasadas las 21:30 de la noche, su cuerpo no pudo más y colapsó.

Si sobrevivía, hubiera quedado en estado vegetal, según el pronóstico de los médicos. Su familia, hasta anoche, se aferró a un milagro, que no se dio.

Deportista y trabajador
Rodrigo Ribera Subirana era el tercero de cuatro hermanos y único varón de la familia. Desde hace tres años trabajaba en la sección de mantenimiento de una empresa automotriz y cursaba el segundo año de la carrera de mecánica en un instituto de Montero. 

Al joven le gustaba mucho el fútbol y hace poco, en el campeonato del barrio Urkupiña, zona donde tenía su domicilio, obtuvo, junto a su equipo, el título de campeón del torneo de la Primera B, donde él también se consagró como el mejor arquero del campeonato.

Denisse Ribera, hermana mayor de Rodrigo, contó que su familia está destrozada con lo que le pasó a su hermano, “él era un muchacho sano que nunca estuvo envuelto en peleas, no le gustaba consumir bebidas alcohólicas y no tenía enemigos”.

Entre lágrimas, la mujer pidió que se esclarezca el suceso a la brevedad posible. 
“No sé qué habrá pasado, seguramente la Policía ya está analizando los videos”, añadió muy desconsolada.

El atraco
El asalto ocurrió a las nueve de la noche del sábado, cuando Rodrigo se dirigió a una tienda que está a unos pasos de su domicilio, sobre la avenida Cupesí (barrio Urkupiña), en la zona del motódromo Kito Cardona. Mientras esperaba para ser atendido, de la nada surgió un delincuente, que, tras arrebatarle su celular, le disparó a quemarropa en el cráneo.  

Ese balazo fue el que segó la vida del muchacho.
Según las imágenes del video de unas cámaras de vigilancia de la tienda, el antisocial, que vestía una chamarra negra  y una gorra de color rojo,  forcejeó con la víctima. Luego de disparar, huyó en una motocicleta manejada por su cómplice.

Un vecino, que llegó al lugar del hecho segundos después del suceso, relató que a esa hora él y su esposa se encontraban tomando café cuando escucharon el disparo y casi de inmediato se vio salir al propietario de la tienda pidiendo auxilio.

“En ese momento yo acudí al lugar y encontré el cuerpo del joven tirado en el piso desangrándose, todavía respiraba y tosía”, dijo el hombre, que inmediatamente llamó a la Policía, minutos después llegó la ambulancia de Bomberos y trasladó al herido a una clínica. 

El presidente de la junta vecinal del barrio Urkupiña, Juan Pinaya, acusó el hecho a la inseguridad que existe en el lugar. Hace pocos días se reunió con el comandante regional de la Policía, Jorge Barrero, para solicitar patrullaje en la zona.

En esa oportunidad incluso  comunicó a la autoridad policial cuáles eran los puntos críticos que hay en el barrio, pero el patrullaje nunca llegó.

En el Comando Departamental de la Policía indicaron que se logró identificar al autor del hecho, al igual que a su cómplice, gracias a las evidencias colectadas y las imágenes de las cámaras de vigilancia.