Llegaron hasta el Cristo. El objetivo de la movilización era realizar una "resistencia pacífica" en contra de algunas leyes a las que se oponen 

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6 de febrero de 2018, 13:28 PM
6 de febrero de 2018, 13:28 PM

Miles de creyentes tomaron las calles de Santa Cruz, el sábado, en la Marcha para Jesús. Bajo el lema La Iglesia Unida por Bolivia, salieron del Parque Urbano y recorrieron todo el primer anillo hasta el Cristo en defensa de la fe, cantando y pidiendo por Bolivia y por los pecados cometidos por los bolivianos y por los gobernantes.

El pastor Charles Suárez explicó que el propósito de la marcha era "demostrar a Bolivia y a las autoridades que hay una sociedad con Cristo en el centro de sus vidas, hacer una resistencia pacífica y no violenta contra leyes que contravienen con la Palabra de Dios y defender la fe en Cristo Jesús".

Cada cierto tramo, los cristianos se arrodillaban en señal de sumisión a Dios para orar. Citaron la palabra que dice: "Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra (2da de Crónicas 7:14)".

El  apóstol Moisés Rosales subrayó que para que haya un nuevo tiempo en la iglesia de Bolivia, "es necesario pedir perdón al pueblo a nombre de todos los pastores y unirse, como una sola carne, levantando un altar de adoración", que fue lo que sucedió en la marcha.

"Te pedimos perdón Señor por descuidar la situación del país y permitir que el odio, el racismo y la promiscuidad se infiltren de una manera nunca antes vista en la iglesia. Declaramos que todo resentimiento, rencor y odio se desvanece porque la iglesia se levanta en un solo clamor por esta tierra bendita. Bendecimos a todo camba, colla y chapaco, y a toda la nación y declaramos que la iglesia está para bendecirlos y para unirlos", acotó.

Por su parte Melitón Rosales se refirió a la marcha como un evento histórico, por la multitudinaria participación del pueblo cristiano y porque toda la iglesia, sin denominación y como un cuerpo de Cristo, marchó por las calles de Santa Cruz. Luego en el escenario principal hizo una declaración de que "Bolivia es para Cristo".

Posteriormente el pastor Ariel Batallanos se dirigió a los gobernantes haciéndoles notar que "los muros de Jericó cayeron cuando los israelitas le dieron siete vueltas a la ciudad y fue grande su ruina, por lo que les alertó que no obliguen a la iglesia cristiana a hacer lo mismo alrededor de ellos. Es mejor que se vuelvan a Dios y que respeten lo que más ama Dios como es la iglesia de Jesucristo".

"Quiero decirle a los señores gobernantes, que la familia es lo más sagrado que tenemos, cuando hagan su nuevo código no nos quiten el derecho de ser los padres de nuestros hijos, porque ellos no han nacido para ser esclavos de nadie. Les digo que ustedes pueden tocar a cientos de personas, pero quien se mete con la iglesia, se mete con Cristo".

A su vez, el apóstol Marcelo Salas también se dirigió a las autoridades, tanto a las que están en función de Gobierno como a todas las que estuvieron en su momento, y les dijo que necesitan arrepentirse. Añadió que han dejado un mal legado de división, de peleas, de contiendas, han ofendido públicamente a la iglesia y han blasfemado contra Dios. Si no se arrepienten, continuó, les recuerda que la autoridad y el poder es otorgado por Dios, ya que él levanta y él quita gobernantes.

"El Señor dijo que si lográbamos unirnos en un solo espíritu, la gloria de Dios sería nuestra retaguardia y su justicia iría delante de nosotros. Así como nuestras autoridades cristianas han pedido perdón al pueblo, así nuestras autoridades política necesitan pedirle perdón al pueblo boliviano. Ya estamos cansados de intimidación, de injusticia, de corrupción y de narcotráfico. Encima que se quiera criminalizar la labor de la iglesia, y no digan que fue un error de redacción, porque no es así, pero Dios una vez más nos dio la victoria", concluyó.