Una torrencial lluvia, con tormentas eléctricas y potentes ráfagas de vientos, azotó desde la madrugada de ayer gran parte del departamento de Santa Cruz, provocando inundaciones. En la capital cruceña y en varios municipios del este del departamento se registraron riadas e inundaciones, así como caídas de árboles, de letreros y de postes del tendido eléctrico; además del deterioro de decenas de viviendas, según reportes de los equipos de emergencia.

El aguacero movilizó a los grupos de asistencia de la Gobernación, de la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE), de las alcaldías y de Defensa Civil.

En El Torno, situado a 30 kilómetros al suroeste de la capital, los habitantes se vieron sorprendidos por una crecida de agua que avanzó por la carretera, inundando calles y amenazando con entrarse a las casas.

La lluvia empezó a caer desde las 3:00 y, en el lado de El Torno, se intensificó desde las 8:00, donde se esperaba lo peor, pero el desbordamiento se disipó rápidamente para tranquilidad de los vecinos, informó el alcalde Gerardo ‘Lalo’ Paniagua, que se movilizó desde temprano con su gente para prestar auxilio a los afectados.

Los lugares donde la Unidad de Gestión de Riesgo (UGR) de El Torno tuvo más trabajo fueron en las localidades de Tiquipaya, Tarumá y San Luis, donde hubo corte de la ruta por el desborde, con palizada incluida, de un par de quebradas, cuyo torrente obstruyó los tubos de desagüe y el rebalse de agua y lodo invadió viviendas sobre la carretera.

El gobernador Rubén Costas reveló que hay 7.000 familias afectadas por las riadas e inundaciones en los municipios de Cuevo, Camiri, Lagunillas, Yapacaní, San Juan, Buena Vista, Charagua y Pampa Grande; algunos de los cuales fueron atendidos.

Camas debajo del agua

José Morón (64) recibió una llamada a las 8:00 de su casero Edil Aguirre, quien le dio la noticia de que su casa de campo estaba inundada. El hombre partió desde la capital cruceña hacia San Luis en su camioneta; ni siquiera llevó impermeables, solo botas para la lluvia, porque pensaba que era una exageración de su cuidante.

Edil no exageraba, el agua ingresó a su casa, alcanzando una altura de 70 centímetros. Su amplio patio y la entrada se cubrió de barro, destrozando plantíos de yuca. “Es la segunda vez que pasa esto. La primera vez, hace cuatro años, le tumbó la casa al vecino y desde esa ocasión abandonó su terreno. Esta vez fue más grave. Vivo hace 13 años en la zona donde tengo siete hectáreas de plantaciones de yuca y maní, que también se han fregado. El alcalde dijo que va a dar una solución definitiva con algún tipo de protección en la quebrada Segunda Línea, que es de no hacerle caso, pero que esta vez nos causó esta desgracia”, dijo Morón.

René Hualampa, director de la Unidad de Gestión de Riesgo de El Torno, puso a todo su personal a trabajar: 10 funcionarios y personas voluntarias, que utilizaron motobombas y siete retroexcavadores y una motoniveladora para habilitar dos puntos de la carretera y para asistir a vecinos de unas 20 casas en El Torno y a unas 30 en las localidades de Tiquipaya, Tarumá y San Luis.

Muchas emergencias

Hasta las 16:00, la CRE atendió, en zonas urbanas y rurales, 662 llamados de auxilio por caída de árboles, letreros, gigantografías, calaminas y erosión del terreno en proximidades de los postes del tendido eléctrico.

Nelson Alborta, gerente de operaciones de la CRE, detalló que, desde la madrugada hasta las 16:00, asistieron a 367 llamadas de auxilio y otras 295 emergencias estaban siendo atendidas en el resto de la tarde, con 62 cuadrillas.

Roxney Borda, responsable de la Dirección de Emergencia Municipal (DEM), a tempranas horas de la mañana, cuando comenzó la lluvia, reportó que no había recibido ningún llamado de asistencia, situación que cambió entre las 9:00 y 10:00, debido al ingreso del frente frío del sur, y por la intensidad del viento, cuando comenzaron a venirse abajo decenas de árboles.

“Desde media mañana hasta las 16:00, personal de diversas reparticiones de la Alcaldía atendieron 45 casos de árboles caídos o que perdieron parte de sus ramas, obstruyendo calles y afectando viviendas y bardas de algunos colegios”, anotó Borda.

En Equipetrol, un árbol enfrente del camellón del supermercado Fidalga, fue cortado porque cayó de costado sobre la avenida Libertador San Martín. A pocos metros un poste del tendido eléctrico se desestabilizó, se quebró a la mitad y del peso también afectó a otro palo situado en una esquina.

En el barrio 24 de Septiembre, a la altura de la cancha Los Picachos, un toborochi cayó sobre una calle, obstruyendo la circulación, por lo que personal del DEM acudió de inmediato a trozar el tronco.

Otros casos relevantes de caída de plantas se dieron en la avenida Argentina, en la zona del Parque Urbano, en la calle Moldes y en la avenida Guapay (canal Cotoca). Asimismo, cientos de arbustos ornamentales fueron arrancados por la fuerza del viento, cuyas ráfagas llegaron a los 90 kilómetros por hora.

En lo que respecta al auxilio por inundaciones de viviendas, el DEM solo reportó tres casos, todos en el distrito 12 (Los Lotes); siendo uno de ellos un convento y otro una residencia de personas adultas mayores.

“Hemos acudido con motobombas para desaguar los domicilios. Pedimos a los vecinos que tengan problemas que nos llamen a la línea gratuita 800-125050”, indicó Borda.

Cambio de clima

La pronosticadora del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Cristina Chirinos, reveló que la tormenta se originó por el cruce de aire húmedo proveniente de la Amazonia, con una masa de aire frío del sur, que llegó desde Argentina.

“La inestabilidad, con nubosidad, lluvias y tormentas eléctricas, se sintió en la ciudad y sus alrededores a partir de las 3:00 del viernes. La lluvia se calificó de moderada a fuerte, pero se sintió más en El Torno, donde cayeron 120 milímetros; en Pailón fue de 100 mm y en la capital cruceña fueron 70 mm”, indicó.

Agregó que en fin de semana no habrá más lluvias, solo se mantendrán temperaturas mínimas de 14 grados centígrados.