Cuatro distritos concentraron las emergencias del DEM. Se vio calles tornadas en ríos y canales de drenaje que rebalsaron. El transporte público casi desapareció y hubo amenazas de desastres en la antigua carretera al interior

El Deber logo
1 de enero de 2019, 4:00 AM
1 de enero de 2019, 4:00 AM

El 2018 ha sido un periodo memorable, pues con dos lluvias torrenciales, una recibiendo el año, el 2 de enero; y la otra despidiéndolo, el 31 de diciembre, desnudó la vulnerabilidad de la infraestructura de la ciudad, pues causó rebalses de canales de drenaje, provocó calles pavimentadas que parecían ríos, así como barrio entero

s, entre ellos el Santa Cruz, en la UV-178, y el Urkupiña, en el Plan Tres Mil, donde a la mayoría de las casas el agua las anegó; y por último hubo semáforos que no funcionaron, ocasionando tremendas trancaderas en el tráfico vehicular.

Cristina Chirinos, del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), informó de que la precipitación fue desde las 5:00 hasta las 8:00. A raíz de ello los barrios alejados comenzaron a clamar por ayuda, saturando la línea gratuita del Departamento de Emergencia Municipal (DEM), la 800-125050, que recibió 55 llamadas de auxilio.

Chirinos agregó que en la ciudad cayeron 70 milímetros por metro cuadrado y, según el Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Searpi), por causa de anteriores aguaceros caídos en la urbe, el suelo se saturó de humedad, aflorando los problemas en los canales y en las calles.

Luis Ernesto Aguilera, responsable del Searpi, lamentó que en los barrios sean los mismos vecinos los que echan basura a los canales, es por ello que con facilidad se rebalsan y el agua queda retenida por varios días.

Carlos Alpire, encargado del DEM, hizo conocer que los distritos más afectados fueron 7, 8, 10 y 12. “Tenemos tres brigadas desplazadas por la ciudad, las cuales coordinan con las subalcaldías para después acudir a desaguar las casas inundadas”, indicó Alpire.

Distrito central

Dentro del segundo anillo, en el casco viejo, la casona de la esquina Caballero y Beni, enfrente del colegio Monseñor Santistevan, se vino abajo debido a la humedad y porque precisaba una urgente restauración.

Por otra parte, sobre el segundo anillo y calle Ballivián, los sumideros no funcionaron, lo que ocasionó que se forme una laguna que perjudicó el paso de los motorizados, a lo que se sumó el semáforo apagado en el cruce con la avenida Brasil.

Problemas

El barrio 18 de Marzo, en la avenida Cumabi y sexto anillo, en el D-7, de nuevo quedó inundado, causando enojo en el vecindario, que amenazó con tomar la Subalcaldía al ver que no se ocupa de mejorar sus calles.

La calle Comercio del barrio Urkupiña también se vio afectada por las inundaciones, pues el agua entró a las habitaciones, obligando a los niños a subirse a las camas para evitar que se mojen.

En la avenida Paurito, en el camino al vertedero de Normandía, el canal Piraicito, que es de gran capacidad, se rebalsó.

En el otro extremo, en el D-10, por el barrio Calama, de nuevo se llenó el séptimo anillo, es más, el rebalse llegó hasta las calles que bordean el nuevo mercado minorista La Ramada, dificultando la circulación de vehículos pequeños y de los micros.

Donde también se notó bastante agua fue en la avenida Grigotá, desde el kilómetro 13 de La Guardia hasta el tercer anillo, provocando que la circulación vehicular se torne lenta.

Asimismo, como sucede en cada lluvia, los micros no circulan, dejando desesperación entre los usuarios, especialmente en los barrios más alejados, como sucedió en la radial 13, donde los vehículos de transporte público dejaban a los pasajeros en el quinto anillo.

Otros municipios

Johnny Soria, director del Servicio Departamental de Caminos (Sedcam), reportó que la lluvia fue más local, afectando principalmente la provincia Andrés Ibáñez, en especial a El Torno, en la zona de El Salao, donde enviaron maquinaria para reparar los caminos cortados.

En la misma ruta antigua al interior del país, en el kilómetro 20, en La Guardia, una vagoneta cayó a una quebrada. En el mismo municipio, la erosión de otro curso de agua dejó una vivienda en peligro de derrumbe.

En la carretera a Camiri, cerca de Pedro Lorenzo, el río de la zona creció y la fuerza del agua amenazó con cortar el terraplén.

Emergencia

Hay tres operadoras y 12 teléfonos para la línea gratuita 800-125050

Intensidad

Sobre la ciudad cayeron 70 litros por m2, humedeciendo el suelo

SEARPI: LOS RÍOS DESAGUAN DE FORMA RÁPIDA LAS CRECIDAS, PERO CANALES CONTAMINADOS CAUSAN INUNDACIONES
Luis Ernesto Aguilera Ortiz, director de Searpi, informó de que se han registrado algunas crecidas de los ríos principales a consecuencia de las lluvias caí- das en días pasados y la de ayer, desde las 5:00 hasta las 8:00, con una precipitación en torno a los 70 milímetros de agua por metro cuadrado, pero dijo no estar preocupado por desbordes, pues los 1.500 km de defensivos y 500 km de canales construidos en las cinco cuencas principales del departamento hacen que las aguas pasen de forma rápida a otros ríos. Aguilera reveló que Searpi ha observado un alto grado de contaminación de los canales pluviales de la ciudad de Santa Cruz, que están llevando dicha contaminación a los ríos y causan estancamiento de aguas en zonas urbanas. “En los canales hay basurales. Es una pena que la gente no tome conciencia de que el drenaje pluvial es para que el agua no se estanque y ocasione inundaciones en las calles”, lamentó Aguilera.

 

 

 

 

Tags