Médicos afirman que hay varias causas para la reducción de estos males, pero las mencionadas arriba son importantes. La alimentación es clave para mejorar

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16 de mayo de 2018, 4:00 AM
16 de mayo de 2018, 4:00 AM

Las infecciones diarreicas afectaban hasta 2008 al 26% de la población infantil menor a cinco años en Bolivia; sin embargo, en 2016, según la Encuesta de Demografía (EDSA 2016), la cifra bajó al 14,1%, informó el Instituto Nacional de Estadística, lo que significa que cayó un 11,9% en un periodo de ocho años.

Asimismo, al comparar los resultados de la Encuesta de Demografía y Salud de 2016 con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de 2008, el porcentaje de las enfermedades respiratorias en niños y niñas revela una disminución del 7,9%. Antes de ese balance estos males afectaban a un 20% de los menores de cinco años, pero se redujeron un 12,1%, conforme al INE.

Igualmente, hubo una disminución en las enfermedades diarreicas con sangre del 5,3% al 1,5%. 

Tarija y Pando concentran el mayor porcentaje de niños y niñas menores de cinco años afectados por infecciones diarreicas y respiratorias agudas.

Mejorar hábitos alimenticios

La pediatra Juanita Vargas, jefa de la sala de lactancia del Hospital de niños Mario Ortiz, manifestó que una de los porqués de la merma de estas infecciones puede ser que en los hospitales desde hace algunos años se les está enseñando a las madres a cómo cambiar los hábitos alimenticios de su familia.

“Ahora los pediatras intervenimos sobre lo que come el paciente. Por ejemplo, la gente del interior llega con sus costumbres y alimenta a sus chicos solo con comida a base de quinua, que no es suficiente. La alimentación debe ser integral. Les enseñamos a preparar alimentos de soya y, además, les damos suplementos Nutribebé, chispitas nutricionales, el PVM y el zinc, para prevenir enfermedades respiratorias”, explicó Juanita Vargas.

David Ortiz, presidente de la Sociedad Boliviana de Pediatría, cree que la vacuna para el rotavirus ha disminuido las infecciones y también la educación de la familia. “Hay muchos factores. El primero puede ser la vacuna; el segundo puede ser la desparasitación y, tercero, la ampliación de la lactancia materna; eso hace que reduzcan las diarreas”, indicó Ortiz.

Boris Chang, director del programa Hantavirus del Sedes, detalló que la vacuna antirrotavírica fue introducida al esquema de vacunación de Santa Cruz en agosto de 2008, año en que el INE hizo el primer estudio. Por datos tomados en cuenta desde 2014, el Sedes vacuna un promedio de 64.000 niños contra el rotavirus.

Nancy Vásquez Rojas (19) llegó de El Torno al hospital de niños con sus gemelos Josué y Josep, de cuatro meses, desnutridos y con diarrea y tos.

Ella y su esposo viven en la pobreza y, para colmo, el hombre no tiene trabajo, lo que explica el alto grado de desnutrición de los bebés y de la familia completa. “Nosotros trabajamos de lo que sea, pero ganamos poco y no alcanza”, dijo la joven, que también es madre de otros dos niños. La pediatra Vargas indicó que dará de alta a los pequeños cuando estén bien, pero le preocupa la mala situación económica de la familia, por lo que piensa derivarlos a un centro de nutrición que les garantice una adecuada alimentación.

Somos lo que comemos

Comida para los pequeños
En los primeros meses, leche de la madre; luego sopas de verduras y suplementos vitamínicos como el zinc.

Es bueno prevenir
Entre marzo, abril y mayo los niños deben recibir una dieta rica en nutrientes para que lleguen fuertes al invierno.

Para evitar males
Al niño no le dé comida chatarra. Desde los seis meses debe aprender a deglutir el alimento.