EL DEBER habló con la tía de Vinicius, Ironi Maciel, quien contó que el extranjero vivía hace un año en San Julián

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22 de noviembre de 2018, 4:00 AM
22 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Ironi Maciel, tía de Vinicius Chagas Maciel (32), como fue identificado el hombre asesinado el martes en San Julián, habló con EL DEBER desde su país sobre la vida de la persona que fue asesinada, reveló que él estaba viviendo hace un año en esa población y que se dedicaba a trabajar como ayudante de mecánico en un taller de la zona.

La tía de la víctima contó que, al enterarse del crimen, su madre entró en shock y tuvo que ser hospitalizada. Vinicius, que según su familia tenía planeado estudiar medicina, se había separado hace poco de su esposa y dejó una niña de seis años en su natal Santana, Amapá, un estado del norte brasileño.

“Fue a cobrar una deuda a pedido de un amigo, es inocente y no fue un asalto”, aseguró la tía de Vinicius y afirmó: “No merecía eso. Era honesto. Lo mataron como si fuera un bandido”.

Además, hizo conocer una certificación del Tribunal Regional Federal de la Primera Región donde no existen antecedentes de procesos civiles ni criminales en contra de Vinicius. El documento fue emitido ayer, pero la Policía espera aún nuevos informes de otros estados de Brasil.

Citación y pesquisas

“Cómo van a matar a un ser humano, no tienen corazón”, decía doña Jovita mientras observaba las mediciones y la colecta de indicios que realizaban peritos del Instituto de Investigación Técnico Científico de la Universidad Policial (Iitcup) en el árbol de la plaza principal de San Julián, donde la noche del lunes el brasileño fue colgado luego de ser golpeado por una turba que lo sindicaba de ser atracador.

Doña Jovita, nacida en San Julián hace 66 años, señala que es la cuarta vez que ella sabe de linchamientos en su pueblo y que se dieron varios otros cuando ella estuvo ausente. Recuerda en especial la muerte de un joven al que sindicaban de entrar a robar en una casa. “Hasta a mí me quisieron pegar cuando el muchacho pidió agua y yo me acerqué a darle de beber”, dice y recuerda con tristeza haberlo visto morir en la misma plaza donde observaba a peritos del Iitcup hacer mediciones planimétricas, tomar fotografías y buscar cualquier indicio técnico-científico que coadyuve a la investigación del crimen de Vinicius.

Un contingente policial de 200 uniformados se trasladó ayer hasta San Julián para acompañar a la comisión de fiscales que acudió a citar a Javier Flores Revollo y a su esposa, Juana Choque Cruz, quienes deben dar su versión de lo ocurrido con Vinicuis la noche del lunes y madrugada del martes, en calidad de investigados, hoy en las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) en la capital cruceña.

La fiscal Delmi Guzmán, junto a agentes de la Felcc de Santa Cruz llegaron ayer por la tarde hasta el domicilio de la pareja, en el barrio 15 de Abril de San Julián. Al no encontrar a nadie en el inmueble pegaron las citaciones en su puerta principal.

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