La cochabambina está instalada en uno de los laboratorios de células madre de la universidad de Harvard. Estudia después del trabajo para no estar en desventaja

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17 de junio de 2018, 4:06 AM
17 de junio de 2018, 4:06 AM
Licyel Paulas Condori (20), la primera boliviana pasante en el laboratorio de células madre de Harvard, está viviendo su sueño. Hace casi dos semanas que se instaló en Boston y acude diariamente, a razón de cinco a ocho horas diarias, al hospital de niños de esa ciudad para experimentar, estudiar, investigar... en otras palabras, para hacer ¡ciencia!


Licyel, estudiante de Biología de la universidad de San Simón (Cochabamba), ganó la pasantía gracias a su participación en los Clubes de Ciencia y es, actualmente, la única latina en el Harvard Intership Program del instituto de células madre de esa famosa universidad. En total, son 35 los pasantes de este verano y Licyel, hija de comerciantes que venden electrodomésticos, está viviendo esta maravillosa experiencia con otros jóvenes de Turquía, Sri Lanka, Estados Unidos, entre otros. 


¿Harvard es como lo imaginaste?

Sabía que cualquier expectativa iba a ser superada y la forma en que lo estoy viviendo es increíble, me gusta la vida que tiene un científico aquí en EEUU. 


Todo es descubrimiento, pero también frustraciones porque a veces los experimentos no salen como te lo esperas. También es bonito porque se trabaja en equipo, todos se ayudan bastante, no hay miramientos. Me ha gustado mucho el ambiente. No es intimidante, aunque el hecho de hablar con científicos en inglés y conocer las herramientas que manejan es a veces desafiante. Son herramientas que no he conocido en Bolivia y me ha tocado preguntar dos veces… 


¿Qué has hecho hasta ahora en laboratorio?

Harvard tiene varios laboratorios para enseñanza e investigación en alianza con diferentes hospitales. A cada pasante se le ha asignado un laboratorio diferente. Todos trabajan con células madre, pero con diferente enfoque. El mío está en el hospital de niños de Boston. Empecé la primera semana observando todo lo que se hace, conociendo los reglamentos. Tuve que tomar cinco cursos en línea para capacitarme para manejar a los peces y para no contaminar el ambiente de investigación. 


Hacemos investigaciones con huevos de peces para estudiar el desarrollo de células madre en sangre. Hacemos diferentes experimentos que no puedo comentar. El hospital es demasiado grande, con varios edificios, en el que yo estoy es de pura investigación y es de 12 pisos. Sería increíble tener uno así en Bolivia, ¿no?


¿Te sentiste en desventaja por el hecho de que en Bolivia no hay mucha investigación?

Sí, eso me ha exigido un poco más, como estudiar después del trabajo para poder entender. Como no hay mucho de células madre en Bolivia, tienes que investigar por tu cuenta para que te puedas ayudar a ti mismo. 


¿Cómo considerás el futuro de las células madre?

Tienen un gran potencial para resolver los problemas de salud, desde la leucemia hasta temas inmunológicos; hay diferentes ventajas, pero es costoso ampliarlo a países en vías de desarrollo como el nuestro. En las potencias mundiales esta área se está tornando más popular porque se han dado cuenta de que es la llave para curar muchas enfermedades. 


Si bien la pasantía que ganaste incluye dinero, pero no lo cubre todo, ¿cómo estás haciendo para que rinda?

La vida en Boston es cara, pero se puede vivir. Hay más restaurantes que lugares donde comprar alimentos para preparar. Si como todos los días en un restaurante, me va a salir caro. 


La pasantía me da $us 4.500 para estas 10 semanas, pero no llega a cubrir todo, vivir en Harvard me cuesta $us 3.500 y la mayor parte de lo que sobra se va en pagar impuestos. Pero además de ese dinero, me beneficié con un programa que apoya la pasantía. Recibí una ayuda financiera de $us 3.000 adicionales y la universidad de San Simón me dio los pasajes aéreos. Me siento muy bien y soy muy optimista.

 

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