Según el abogado de la víctima, el sujeto aprovechó de la ‘ingenuidad’ en relaciones sentimentales, de la hija del propietario del dinero. El sujeto se compró dos vehículos, alquiló y amobló dos departamentos

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27 de mayo de 2019, 6:00 AM
27 de mayo de 2019, 6:00 AM

“Le pregunté a la hija del dueño de casa si tenía novio y ella me dijo que sí, pero que él había terminado la relación dos días antes del robo; entonces le dije: ese es el ladrón”, comenta Jaime Soliz, abogado de las víctimas del robo de una caja fuerte con medio millón de dólares, sucedido el 4 de abril en el barrio Las Palmas.

Soliz señala que su experiencia como fiscal le hizo tener la sospecha de que la clave para develar el robo era dar con el exenamorado de la hija del dueño de casa. El afectado es un empresario dedicado a la importación de repuestos para maquinaria agrícola.

Al tratar de dar con el paradero del ‘ex’, Andrés Marcelo Reyes Krickau, se sorprendieron de que había borrado todas sus cuentas de redes sociales y desactivó su número telefónico. Sin embargo, se halló una pista que aumentaba las sospechas: un nuevo perfil de él en Facebook con una foto luciendo un reloj nuevo. Su exenamorada sabía que él no tenía dinero para comprarse cosas de valor; luego, se hallaron otras fotos de él en vehículos.

Para Soliz, el sujeto se aprovechó de la ingenuidad y falta de experiencia en relaciones sentimentales de la hija del dueño del dinero, con quien mantuvo una relación por dos años.

Según el abogado, la mujer tiene 30 años y abrió un snack para que Andrés lo administrara pues no tenía ningún trabajo.

Las investigaciones policiales apuntan además que Andrés tenía otra relación con Yulisa Vaca durante unos cuatro años, y que esa mujer lo habría inducido a cometer el robo, según el director de la Felcc, Johnny Aguilera.

El hecho de que Yulisa dejara de asistir a sus clases en una universidad privada fue aumentando la certidumbre de que Andrés estaba implicado en el robo.

Para ejecutar el robo de la caja fuerte, Andrés contrató a su amigo Hugo Carvajal y a su excompañero de universidad, José Daniel Salazar, quien estuvo preso por robo agravado desde 2015 hasta noviembre de 2018. A su vez, Salazar, contrató a tres personas que llegaron de Cochabamba para realizar el robo y luego retornaron a su lugar de origen con su parte del botín.

La caja fuerte, con una dimensión de 80x40 cm y un peso de 90 kilos, fue ‘arrancada’ del escondite que había detrás de un armario de una de las habitaciones.

El detalle del origen del dinero, según la defensa del propietario era: $us 320.000 fruto del trabajo del empresario, $us 90.000 que recibió de herencia de su madre y otros $us 90.000 de herencia de su cuñado. Hasta el momento la caja fuerte no ha sido encontrada y según los autores del robo, se gastaron gran parte de la plata, aunque se está cotejando aquello con todas las adquisiciones y gastos que realizaron desde abril.

La fiscal del caso, Jenny Ortiz, señaló que Andrés, Yulisa y Hugo se abstuvieron a declarar tanto en la toma de declaración como en la audiencia cautelar. Sin embargo, el exreo Salazar, admitió el robo y detalló la participación de cada uno. Los cuatro están en Palmasola y hay tres prófugos que son oriundos de Cochabamba. EL DEBER llamó reiteradamente a Mónica Terrazas, abogada de Andrés, pero no atendió a las llamadas.