Los vecinos e intelectuales han bautizado el paseo como el centro geodésico de Sudamérica, pero se nota que las casas de alrededor no están acorde con un proyecto cultural. Hay críticas para el remozado

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28 de diciembre de 2018, 4:00 AM
28 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Para los vecinos, poetas e intelectuales, la plazuela Calleja es el centro geodésico de Sudamérica. Por ello, para representarlo han marcado con un mástil donde se muestra la distancia que hay desde Santa Cruz de la Sierra hacia las diversas capitales del subcontinente. Recientemente, el 13 de diciembre, mediante la resolución administrativa N.º 91/2018, la Alcaldía adjudicó la remodelación del paseo por Bs 1.016.294,56 a la empresa Asociación Accidental Alcatech, cuyo representante es Wilfredo Lima Quispe.

Este proceso de remodelación, sumado a que aparentemente no hubo un concurso público de proyectos, ha originado una serie de críticas en las redes sociales, entre ellas la del activista Juan Marcelo Castro, que dijo que debería tener un estudio del entorno urbanístico y no un mero cambio de piso y de solo agregarle un pequeño escenario. Sin embargo, pese a los esfuerzos de un grupo de movida cultural, las casas de la zona se notan abandonadas. Es más, dos de las tres casonas que parecen ser las más antiguas están con sus fachadas descuidadas. Solo la esquina de las calles Cobija y Republiquetas, llamada La Casona de la Calleja, presenta la portada pintada de blanco y con dibujos; la otra, sobre la Republiquetas, luce abandonada, peor aún con un letrero de embargo colocado por la Secretaría de Recaudaciones (SER).

Asimismo, donde funcionaba la pulpería La Calleja también está cerrada, y según el encargado del lavadero de vehículos de la parte de atrás, pronto será una pensión. Solo un espacio cultural está en el barrio, sobre la Warnes, es la galería de arte Elhilonegro El Creador, del arquitecto Guido Bravo, cuyas paredes han sido restauradas a la manera antigua, con el techo de teja asentado en caña hueca y entre el revestimiento se nota el jumbacá (heces de vaca). Además, ha recuperado un patio que atesora un añoso árbol de motoyoé.

Descuido
ese a los esfuerzos por convertirlo en un área cultural, hay edificios cuyos negocios dicen lo contrario, y otros están descuidados y abandonados. Los locales que van en contra son una barra americana, situada a escasos 10 metros sobre la Warnes, así como a la vuelta, en la calle Tarija, hoy otro boliche de similar característica; y un tercero en la Republiquetas. Asimismo, se ven dos casas con letreros de comparsas carnavaleras, las que hacen uso solo para las carnestolendas, dejando una mala imagen el resto del año.

Proyecto
El proyecto de remozado de la plazuela Calleja, situada en el Distrito N.º 11, contempla trabajos de revitalización y mejoramiento a través del cambio del piso y del mobiliario urbano (asientos), así como la arborización con especies nativas y la implementación de un anfiteatro para actividades culturales. “Con esta obra se pretende consolidar y recuperar un espacio urbano de recreación y de encuentro de los vecinos para el desarrollo de diversas actividades culturales y espacio para el disfrute de la familia.

Se contempla el inicio de la obra en marzo de 2019”, dijo el responsable de la Secretaría de Parques y Jardines, Roberto Áñez. En la licitación nacional colgada por la comuna en el Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), el precio referencial de la remodelación del paseo era de Bs 1.050.000,12. En el acto de apertura de propuestas, el 28 de noviembre, calificaron tres empresas: Construcciones y Servicios Reygam S.R.L., que ofreció hacer la obra por Bs 996.631,34; la segunda fue la empresa unipersonal Harold Alvis Cuéllar-H.A. Consultoría y Servicios, la cual propuso realizar la construcción en Bs 1.014.715,91; y la tercera, que fue la escogida, era la Asociación Accidental Alcatech. Para la supervisión técnica también calificaron tres firmas, siendo ganadora La Empresa Terrano S.R.L., que ofreció más, Bs 82.000, frente a las otras dos, que propusieron Bs 80.000.

Críticas
Para Juan Marcelo Castro, el proceso de modificación debió pasar por un concurso público donde diseñadores, arquitectos, paisajistas y ciudadanía participen, para dar como resultado un diseño que contemple el imaginario ciudadano y que potencie la “mística” de la plazuela y de su ubicación. “Lamentablemente, en nuestro municipio, las intervenciones solo pasan por oficinas municipales, dejando de lado al Colegio de Arquitectos de Santa Cruz, a los gestores culturales y a la ciudadanía que tiene ideas para mejorar ese espacio”, anotó. El exdirector del Centro de Patrimonio Histórico, Jery Dino Méndez, resalta la buena organización del barrio de la Calleja, pues es una zona altamente residencial donde se reúnen los vecinos, entre ellos profesionales, que velan por su paseo. “En sus habituales reuniones determinan qué tipo de barrio quieren y se han proyectado al futuro como una zona habitacional con todos los servicios de calidad y los espacios públicos que la fortalezcan, además de contar con seguridad”, añadió Méndez

Historia
La historiadora Paula Peña recordó que el predio antiguamente perteneció a Froilán Calleja Castro, el cual heredó de su abuelo Juan Castro, el que había excavado una profunda noria de donde se proveía de agua el vecindario, que a fines del siglo XIX era rural. Los Calleja festejaban a lo grande la fiesta de la Cruz, el 3 de mayo, por ello sacaban el cerco para que la gente ingrese y participe de la festividad religiosa, donde había juegos populares. Luego el terreno pasó al municipio para que sea una plaza

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