La corriente de viento ayudó a contener el incendio que asedia el valle de Tucabaca. Los ganaderos temen en el lado sur

El Deber logo
20 de agosto de 2019, 4:00 AM
20 de agosto de 2019, 4:00 AM

La información es más alentadora. La reunión de evaluación de anoche con la presencia del ministro de Defensa, Javier Zavaleta, dio cuenta de que el 70% de los focos de calor que estaban asomando al valle de Tucabaca disminuyeron sustancialmente.

“La corriente de viento ha ayudado. El domingo en la noche había riesgo de que las llamas pasen la colina y lleguen al monte alto, esto hubiese sido incontrolable”, apuntó Clíver Rocha, director de la ABT.

Sin duda anoche, luego de la reunión de evaluación, los ánimos estuvieron más optimistas. Zavaleta afirmó que si las cosas siguen marchando así, se trazarán planes para pasar a atender a los otros municipios que están con problemas de incendios.

“Hay capacidad desplegada de Fuerza Aérea, Ejército, incluso la Policía, esto nos da posibilidades de trasladarnos a Charagua, San Matías, San José y El Carmen Rivero Torrez.

Nos vamos a organizar dado que en Roboré el incendio está mucho más controlado y podemos comenzar a abarcar otros municipios”, explicó Zavaleta a EL DEBER. El ministro confirmó que el centro de operaciones está asentado en Santa Cruz y el comando de incidentes en Roboré y que el personal va a estar disponible hasta que sea necesario.

Llegaron refuerzos

Efectivos de Bomberos Antofagasta de La Paz y San Pedro de Atacama de Cochabamba, según el comandante Jorge Ramírez, llegaron desde esta región para coadyuvar en las tareas de ataque y liquidación de los focos de incendios activos en los municipios de San José de Chiquitos y Roboré.

El jefe policial indicó que llegaron por tiempo indefinido y que volverán a sus distritos una vez se logren controlar los incendios y desactivar la emergencia departamental y poner a buen recaudo a las comunidades afectadas.

Arduo trabajo en Taperas

Un contingente de 53 bomberos que arribaron de La Paz y Cochabamba y brigadas de voluntarios de Funsar, además de técnicos de la ABT, del municipio de San José de Chiquitos y de la Gobernación de Santa Cruz incursionan en Taperas, distante 318 km de Santa Cruz, para atacar tres focos de incendios activos que cercan y amenazan con llegar a la zona urbana de esa comunidad y propagarse hasta las colonias menonitas Jalisco, La Honda y la comunidad campesina 24 de Junio y otro frente de fuego activo ronda el ingreso a la comunidad Dolores.

A decir del director del COED municipal de San José de Chiquitos, Erwin Padilla, los frentes de fuego se activaron el viernes por la noche.

Estima que las llamas, atizadas por el viento, afectaron de 2.000 a 3.000 hectáreas de bosque. Hizo notar que las tareas para ‘liquidar’ el fuego se realizan vía terrestre y se prevé reforzar el trabajo, vía aérea, con una avioneta que regará el área afectada. El líder del COED municipal pidió a la población no chaquear para así minimizar los riesgos de incendio. En la región del bosque chiquitano se advierte el déficit hídrico.

El alimento natural del ganado bovino (pastizales) luce seco y los ganaderos empiezan a desesperarse por la falta de forraje y agua para el consumo humano y animal.

Temor de los ganaderos

Desde la Asociación de Ganaderos de Roboré (Asogar), el ganadero y director de Fegasacruz-Chiquitania Sur, Roberto Quezada, señaló que los incendios forestales en la ‘Perla del Oriente’ han afectado unas 1.000 hectáreas de pasto entre las poblaciones de Tapera y Roboré.

La quema de pasto, según dijo, tiene comprometida la alimentación de unos 2.000 animales, entre bovinos, equinos y ovinos. Los ganaderos de Roboré temen que el fuego se extienda al sur donde 45 pequeños productores ganaderos desarrollan actividad económica.