Hacen fila desde la madrugada, muchos solos, para lograr una ficha de un especialista. La demanda es alta y los hospitales están al 100% de su capacidad

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12 de marzo de 2018, 7:02 AM
12 de marzo de 2018, 7:02 AM

“La vejez es grave. Solo la persona que lo vive puede entender y saber lo que se siente. Cuando uno está joven no se imagina los problemas de salud que se presentarán, un día amanece dolorida de la espalda, otro día de la rodilla o cadera. Tampoco se imagina que tendrá que depender de otras personas para hacer todo lo que normalmente hacía sola”,  dice Nelly Merubia.

Así esta señora de 76 años de edad intenta reflejar el deterioro de la salud cuando una persona pasa los 60 años y los recursos que implica (los que no tienen seguro de salud) recuperar la vitalidad o las ganas de vivir de las personas de la tercera edad.

 

Es un viacrucis lo que viven  los abuelos a la hora de buscar quién calme sus dolores. En el hospital municipal El Bajío, muchos ancianos hacen fila desde las tres de la madrugada, algunos sentados en un toco, otros apoyados en su bastón o burrito, de lo contrario no consiguen una ficha para las especialidades médicas. Y los que tienen un poco de suerte o no sufren el abandono, sus hijos o familiares hacen fila y cuando ya logran obtener la ficha para consulta externa piden a otro familiar que los traigan en un taxi hasta el nosocomio. El miércoles pasado, uno de los abuelos sufrió un desmayo mientras esperaba su turno para ser atendido, y fue auxiliado por los médicos de El Bajío. 

Precisamente por este mismo motivo, en junio del año pasado y a pesar de sus dolencias, los abuelos decidieron marchar para exigir mejores condiciones de atención. La movilización fue impulsada por la Federación Departamental del Adulto Mayor, para protestar por la mala calidad de atención que recibían en los hospitales públicos, donde tampoco, a decir de ellos, había medicinas para proporcionarles como establecen las normas de salud.

La Ley nacional 475 señala la gratuidad para las personas menores de cinco años, mayores de 60 años y mujeres embarazadas en el sistema público de salud, y la Ley 308 del gobierno municipal de Santa Cruz de la Sierra establece atención gratuita para su población mayor de cinco años y menores de 60 años del municipio cruceño. Sin embargo, en la práctica los hospitales municipales reciben, además de los pacientes de la comuna cruceña, también  de los municipios aledaños y de otros departamentos, por lo que su capacidad está al cien por cien.

Hospitales  colapsados

Paúl Cortez, secretario municipal de Salud, explicó que los hospitales municipales reciben más pacientes de lo previsto. Prueba de ello es que en 2017 se reportó un déficit de Bs 100 millones en el presupuesto de Bs 170 millones, debido a que subió la cantidad de pacientes asistidos en los nosocomios. Según reporte, se han atendido más de 2 millones de personas en los hospitales municipales el año pasado, y cerca del 50% son de la ciudad capital, el resto de otros municipios y departamentos, a los cuales no se los puede discriminar. Ante esto, Cortez adelantó que se está solicitando una modificación a la Ley 475 para que los municipios, cuyos pobladores sean atendidos en los hospitales de la Alcaldía cruceña, repongan los recursos erogados en ellos. Así también plantea que los municipios aledaños inviertan en nosocomios y equipamiento.