El municipio apuesta a créditos internacionales para terminar de canalizar los barrios; además pretende incluir a los municipios de la zona metropolitana que reciben el agua que pasa al Río Grande, perjudicando sus áreas habitadas

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7 de enero de 2018, 4:00 AM
7 de enero de 2018, 4:00 AM

El cambio climático que provoca lluvias de mayor intensidad, la rápida y descontrolada urbanización donde se rellenan cauces naturales de agua, y el poco mantenimiento de las obras existentes pasaron la factura a la capital cruceña en la primera tormenta del año, el 2 de enero, dejando 138 barrios inundados y el descontento de los vecinos y expertos que piden a la Alcaldía la aplicación urgente de un plan maestro de canales de drenaje.

En la comuna no se hizo esperar la explicación del director de Drenaje, Juan Carlos Mojica, ante el pleno del Concejo Municipal cruceño, revelando que hay un proyecto para construir 14 canales mayores -también llamados emisarios-, 38 canales principales, 104 secundarios, 92 terciarios y dos subterráneos, los que suman alrededor de 346 kilómetros, de los cuales 69 están dentro de la jurisdicción de los municipios de Cotoca, Warnes y La Guardia. 

También deben ser concluidas y readecuadas las siete lagunas de regulación, que son: El Arenal, Guapilo, Clara Cuta, Los Sauces, Esperanza, El Palmar y la del Parque Industrial. 

La inversión del plan bordea los $us 1.150 millones, de los cuales $us 850 son para canales que están dentro de Santa Cruz de la Sierra, y $us 300 millones para continuarlos hasta sus desembocaduras, atravesando los municipios de Warnes, Cotoca y La Guardia. 

Se ha sugerido buscar financiamiento del Estado o de organismos internacionales, porque no se tiene que esperar tanto tiempo para evitar más percances en cada lluvia; Mojica estima que en 10 años deben estar edificados, aunque pone como plazo máximo el año 2050, cuando el área metropolitana tenga cinco millones de habitantes.

Emisarios

Las aguas de lluvia corren hacia dos cuencas, la del río Piraí, hacia donde irán cinco canales; y la más extensa, la del Río Grande, donde descargarán sus aguas nueve canales, siendo cinco los de mayor caudal.

El canal Los Sauces, donde confluyen el Cotoca y el Chivato, que recogen el agua de gran parte del norte y del centro de la ciudad, durante una tormenta lleva hasta 1.160,6 metros cúbicos por segundo. Ingresa a Warnes y precisa ser canalizado hasta el Río Grande.

El emisario Arroyito, que desaguará parte de la Villa Primero de Mayo y del Plan Tres Mil, puede acarrear en su cauce hasta 1.006,7 m3/s, el cual se empalmará a una quebrada en el municipio de Cotoca, hasta vaciar el agua en el Río Grande.

El emisario Calleja lleva toda el agua de la zona este, desde el cuarto anillo, con un caudal de 676,65 m3/s. Por no estar canalizado hasta el Río Grande, el agua recorre de oeste a este toda la jurisdicción de Cotoca, inundando comunidades y localidades, como sucedió recientemente en Puerto Paila, donde la fuerza del caudal aumenta a 676,63 m3/s.

El emisario Villa Tranquila se origina en la zona del mismo nombre, en el distrito 8, podrá llevar 632 m3/s hasta desembocar en el río Pantano, el cual confluye en el Río Grande.

El San Aurelio, por donde desagua gran parte de la ciudad, especialmente de los distritos 8, 9, 10 y 12, va a confluir al río Pantano, con 395,11 m3/s.

Los otros emisarios de esa cuenca son El Terrible, el Palmira, el de Los Pinos y el octavo anillo sureste.
Los de mayor capacidad que van al Piraí son Isuto y Perovélez, con 210,6 m3/s y 206,9 m3/s, respectivamente; a los que se suman los del cuarto anillo, sexto anillo y octavo anillo suroeste.

Cuestionamientos 

El ingeniero civil y conocedor de la problemática urbana, Javier Mendívil, cuestiona a la Alcaldía por la decisión de pavimentar muchos kilómetros de avenidas, lo cual ayuda  la expansión sin control de la mancha urbana, dejando de lado el plan de drenaje. 
“Debe hacerse una pausa urbana para encaminarse a la construcción de canales de mayor capacidad y de calidad, pues los actuales no resisten lluvias menores. Deben escuchar propuestas de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia”, dijo Mendívil. 

Para el activista de la Plataforma por el Medioambiente y la Vida, Hernán Cabrera, la Alcaldía debe asumir medidas integrales y urgentes. “Los expertos deben decir cuáles serán esas medidas, pero el sentido común nos dice que necesitamos canales de drenaje bien construidos, con capacidad para soportar muchas horas de lluvia; que se hagan operativos de limpieza permanentes; y no deforestar parques ni áreas protegidas, como el curichi La Madre y el cordón ecológico del río Piraí”, añadió. 

Por su parte, la presidenta del Concejo, Angélica Sosa, aseguró que luego de declarar la emergencia local por las lluvias, se buscará que la norma sea elevada a una instancia departamental y nacional. “Si el Gobierno ofreció un tren de $us 750 millones, ¿por qué no puede respaldar este plan?; además, tenemos credibilidad con la Corporación Andina de Fomento y el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, que están apoyando económicamente varios proyectos”, manifestó.

Reconstruirán el canal subterráneo de la carretera a la guardia

Mediante la Ley Municipal 732, del 4 de enero, el organismo deliberante cruceño declaró la emergencia en el municipio debido a las torrenciales lluvias caídas entre el 1 y 2 de enero, las cuales afectaron a 138 barrios. 

La norma faculta al alcalde Percy Fernández la asignación de Bs 80 millones para reparar los canales revestidos destrozados, así como para la apertura de zanjas que permitan el rápido desagüe de los barrios.

El hecho más grave fue el hundimiento de una parte del camellón de la carretera a La Guardia, entre cuarto y quinto anillo, que como drenaje pluvial subterráneo tiene doble tubería de PVC. El canal, de 12 kilómetros, también será reparado dentro del presupuesto aprobado por la comuna.

El director de Drenaje de la comuna, Juan Carlos Mojica, reveló que en lugar de los tubos PVC se colocará una alcantarilla de cajón y de hormigón.

El concejal de UCS, Jesús Cahuana, que también ocupaba el mismo cargo a fines de los años 90 cuando se construyó la avenida con el canal, lamentó que no se haya hecho ningún mantenimiento posterior, temiendo que si se lo reconstruye aumente la inversión, por eso sugiere tratar de restaurarlo.

A su turno, su colega Johnny Fernández, que además es jefe de la UCS, el cual ejercía de alcalde cuando se hizo la obra, recordó que el ente financiador, la CAF, impuso a los supervisores técnicos y se cuidó el presupuesto, por ello se colocó el material porque era el mejor en esa época. “Las condiciones climáticas de hoy no son las mismas que hace 15 años, por ello se debe hacer los canales más resistentes, incluido el de la vía a La Guardia”, anotó.