Javier Pescador, el médico que en 2015 donó una tonelada de aparatos de oftalmología para el Hospital San Juan de Dios, relata cómo fue el proceso de entrega y llegada a Bolivia. “Es un dolor de corazón”, afirma al recordar que en casi cuatro años esos aparatos no han beneficiado a nadie

El Deber logo
23 de febrero de 2019, 4:00 AM
23 de febrero de 2019, 4:00 AM

Una clínica oftalmológica entera está abandonada en depósitos por complicaciones burocráticas que autoridades nacionales y regionales no han podido resolver en casi cuatro años.

Los equipos llegaron al país divididos en dos lotes: el primero en 2015, que fue gestionado por el Ministerio de Salud, estaría en un depósito de la Brigada Cubana; y el segundo en 2017, que fue tramitado por la Gobernación de Santa Cruz y desde entonces está retenido en las oficinas de la Aduana en el aeropuerto de Viru Viru.

Mientras esos aparatos yacen sin uso en depósitos, el sistema público de salud de Santa Cruz no cuenta con un servicio de oftalmología completo. EL DEBER logró contactar a Javier Pescador, el médico boliviano radicado en España que hizo la donación, y relata cómo fue el proceso de donación y envío a Bolivia; afirma que los equipos llegaron en óptimas condiciones pero que por el tiempo, la falta de mantenimiento y de cuidado, puede que algunos ya no sirvan más.

_¿Por qué eligió este país para donar sus equipos?

Mi padre había dotado un hospital en La Paz hace muchísimos años, que lleva su nombre, se llama Instituto Nacional de Oftalmología Javier Pescador Sarget. Yo nací ahí y viví hasta los 17 años. Cuando me iba a jubilar pensé que mejor que vender los aparatos, que es una clínica entera y se puede montar hacer tres o cuatro consultas, era hacer lo mismo que hizo mi padre. Entonces hablé con el consulado de Bolivia en Murcia (España) para donar todo al Ministerio de Salud de Bolivia y hacer una obra buena. Esos aparatos estaban perfectos.

_¿Cómo llega la donación a Bolivia?

Dos señores de una empresa transportadora vinieron a mi clínica, en Murcia, para pesar los equipos. Levantaban los aparatos con las manos y así calculaban el peso. Pesaron 500 kilos y se llevaron todo a Madrid. Ahí la transportadora lo pesó bien, porque iban a viajar en avión, y resulta que pesaba en total una tonelada y 50 kilos. Pero el Ministerio de Salud había liberado dinero para pagar el transporte solo por 500 kilos entonces se llevaron la mitad de los aparatos. Eso llegó a Bolivia (a finales de 2015), salió de la Aduana y tengo entendido que está en un depósito de la Brigada Cubana.

Así se veía una de las salas de la clínica antes de ser desmontada para su traslado a Bolivia en 2015

 

_¿Qué pasó con el resto?

El Ministerio de Salud dijo que no había dinero para llevar lo demás y se quedó en un almacén de la transportadora en Madrid. Luego la Gobernación de Santa Cruz, a través del doctor Óscar Urenda, pagó el envío para que los equipos se usen en el Hospital de San Juan de Dios. Cuando llegó a Bolivia (en 2017), la donación se paralizó desde esa fecha en la Aduana. Es una pena porque yo me gasté dinero en traer a un técnico de Madrid para que los aparatos fueran en las mejores condiciones posibles. Hay aparatos delicados y seguro que ya no funcionan.

_¿Cuál es el valor económico de los equipos que ha donado?

No es posible saberlo. Si fueran nuevos sería una barbaridad de dinero, pero de segunda mano es imposible de saber porque los precios varían. A mi me costaron 300.000 euros hace unos 20 años, en ese tiempo se los fue reponiendo y arreglando. Fueron a Bolivia en perfecto uso, listos para montarlos. Yo los he desarmado personalmente, tuerca a tuerca, tornillo a tornillo.

_Usted que conoce bien todos los aparatos, ¿cree que pueden funcionar todavía después de tanto tiempo en un almacén?

Primero, la mitad de los equipos sin la otra mitad no sirve para nada. Tienen que estar juntos para funcionar. También hay equipos que son muy delicados, algunos llevan gases especiales, espejos, etc. Seguro que el láser ya está desequilibrado o se le ha ido el gas. No sé dónde están ni como los mueven, (son equipos que) requieren de mucho cuidado. Pero cuando lo envié todo estaba funcionando perfectamente.

El material tras ser embalado y cargado para su traslado a Bolivia

_¿Qué enfermedades se podrían tratar con los equipos que ha donado?

Son aparatos de diagnóstico oftalmológico y hay para todo: para tratar retina, glaucoma, polo anterior. Era una clínica completa, se puede tratar todo lo que es de ojos.

_¿Qué sensación le deja el hecho de que hasta ahora no hayan sido utilizados en Bolivia?

Es un dolor de corazón. Es una pena que yo haya procurado, junto a mi esposa, de mandarlo a Bolivia. Se están pudriendo y rompiendo en un almacén cuando podría ser útil para una población tan grande en un hospital que no tiene nada de ojos.  Hay material para montar tres consultas. Todo iba con su mesa, su silla, todo. Lo he mandado todo. Es una auténtica pena.

Lee más sobre este caso: