Enrique Bruno es un cordobés, pero cruceño de corazón, dedicado a salvar vidas. Una perrita huérfana, que fue regalada y que con el adiestramiento adecuado de los policías de K-9, se destaca en su lucha contra la violencia. Este animalito hoy es la sargento segundo Peyton

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21 de septiembre de 2018, 4:00 AM
21 de septiembre de 2018, 4:00 AM

“Solito me compré un casco y empecé a vender la idea”

Lideró la conformación de la unidad de bomberos voluntarios de Fundasol. Nació en Córdoba, Argentina, pero se siente un cruceño y se declara un amante de esta tierra

Tras un voraz incendio de una empresa de línea blanca, ocurrido en 1996, los empresarios cruceños decidieron crear la Fundación Solidaria (Fundasol) para gestionar recursos y administrar donaciones vinculadas a constituir una fuerza de bomberos voluntarios que ayude a la unidad especializada en estas tareas de la Policía, que en ese entonces sufrió y sufre ahora por la falta de equipos, uniformes y una mejor atención por parte de los diferentes gobiernos de turno.

En esa coyuntura, el técnico metalúrgico de profesión, Enrique Bruno, fue delegado por la Cainco, institución de donde nació Fundasol, para encargarse del proyecto y conseguir levantar un grupo de bomberos voluntarios en Santa Cruz. “Cuando tomé la decisión de llevar adelante este proyecto, solito me compré un casco de bombero y comencé a vender en los medios de comunicación la idea de los voluntarios”, explicó Bruno, de 62 años, que como muchos no es un cruceño nacido en estas tierras grigotanas, pero es un enamorado del departamento, en el cual vive desde hace más de 40 años, cuando salió de su natal Córdoba, Argentina.

Cuenta que una vez la idea de los bomberos caló en la sociedad cruceña, a la que compara con la japonesa por la intensidad con la que gestiona sus propias ayudas, comenzó a especializarse dentro y fuera del país, para convertirse en uno de los bomberos voluntarios más respetados actualmente.

Bruno, casado con Carmen Camacho, es el líder de Fundasol y sigue trabajando para ampliar la capacidad de respuesta de esta unidad de voluntarios, que apoya a la Policía cuando los siniestros sacuden la urbe cruceña.

“La sargento 2.° Peyton controla los disturbios”

El animal, una rottweiler de cinco años, participó del control de perímetro externo en la toma policial del penal de Palmasola y se enfrentó a grescas entre ‘barrabravas’

 

La perrita es parte de los 23 canes que integran la unidad policial K-9, donde hay otros con habilidades para encontrar personas, detectar explosivos y reducir a delincuentes. Tiene cinco años y ha sido clave en tareas de seguridad ciudadana

Tiene el pelaje tupido, de color negro y su sola presencia impone respeto. Lleva cinco años como parte de la Unidad Canina de Rescate K-9 de la Policía cruceña, adonde llegó luego de que la familia que la tuvo primero pensó que sus dañineras y constantes juegos con la boca eran señales de que sería violenta; sin embargo, se equivocaron, pues en realidad este comportamiento mostraba habilidades que ahora le valen para ser un perra especializada en control de disturbios civiles.

Se trata de la sargento segundo Peyton, una perra de la raza rottweiler, que ayer junto a su guía, el policía Luis Mamani Cahuana, se puso la camiseta de Cruceñaz@ y posó para el lente de EL DEBER.

El animal, de cinco años de vida, es parte de los 23 canes con los que cuenta la unidad policial, que participan de tareas preventivas y también de operativos donde los animales están listos para actuar.

Peyton, de entre todos los sabuesos, es la que más se destacó hasta ahora. La sargento primero Lizeth Flores, miembro de K-9 y también encargada del cuidado de los animales, explicó que los canes son considerados miembros de la unidad policial y que el grado que ostenta es producto de sus años de servicio y su trabajo eficiente.

La rottweiler fue parte del cordón de seguridad exterior durante la toma de control de la Policía en Palmasola, ya enfrentó disturbios provocados por los llamados ‘barrabravas’ y también es la más activa en las demostraciones que hacen en colegios e instituciones.

El suboficial mayor Carlos Huaycho dijo que en la unidad hay perros policiales especializados en rastreo de personas y detección de explosivos.

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