Uno de los casos que más golpeó al país aún no logra concluir y dar una sentencia a los acusados en esta causa. Gente que estuvo detrás de lo que sucedió aquella vez cuenta cómo se decidió avanzar con el caso

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23 de junio de 2019, 4:00 AM
23 de junio de 2019, 4:00 AM

El juicio sobre la supuesta red de extorsión, caso conocido también por el nombre de Jacob Ostreicher, la principal víctima del hecho, está empantanado a más de seis años de haberse iniciado las investigaciones. Se han suspendido más de una docena de audiencias y aún el juicio oral avanza a paso lento, con algunos implicados declarados prófugos y otros que deben dividir su tiempo entre sus funciones como autoridades judiciales y las audiencias del proceso.

Pero este caso, que comenzó a finales de 2011 y terminó por materializarse en los primeros meses de 2012, fue urdido en la sala de atenciones médicas de una conocida clínica cruce- ña, en la que Ostreicher estaba internado y donde se tomó la decisión de que las extorsiones y las amenazas a las que había sido sometido se conviertan en un proceso judicial. Incluso, allí se tomaron las declaraciones de los acusadores, de algunas otras víctimas y de un par de testigos.

Una de las personas que participó de esta toma de decisiones contó a EL DEBER que entre los involucrados había temores, indecisiones, porque se estaba acusando a funcionarios cercanos al poder político del país, gente que se movía detrás de los juzgados y que ocupaba cargos intermedios en la toma de decisiones de algunos ministerios.

“No creo que lo metan preso, tengo miedo”, aseguraba un jurista antes de dar su testimonio, que sirvió de base para el inicio de las pesquisas y que, según lo que se conoció, solo se animó a dar su versión sobre las presiones que había sufrido de parte de algunos funcionarios gubernamentales luego de ver la orden de detención policial que estaba lista para ser ejecutada. De palco Ostreicher observaba y trataba de entender lo que estaba pasando delante suyo, ya que aquella noche del 2012, en un par de horas, se transformaba de un supuesto legitimador de ganancias ilícitas, en la víctima principal de una red de extorsión que golpeó a un sector del Gobierno, en aquel tiempo.

Agentes y reuniones secretas

Una revelación que hizo el abogado que contó la historia detrás de lo ocurrido en el caso extorsión, fue que la llegada del actor Sean Penn al país para abogar por su amigo Ostreicher, ya tenía un libreto definido con anterioridad en otros escenarios y que la puesta en escena de esta historia, que causó revuelo político y judicial en el país, era dirigida por el laureado actor estadounidense.

Una de esas escenas, que solo estaba en la memoria de los involucrados en el hecho, es que Sean ingresó a Palmasola por la noche para hablar con Ostreicher, que lo convenció de que confiará en un guardia venezolano que lo cuidaría noche y día mientras estuviera internado en una clínica, recuperándose de las múltiples afecciones que lo dejaron casi al borde de la muerte en el penal de Palmasola, donde ocasionalmente un joven peruano le sirvió de traductor improvisado para que el resto entendiera lo que decía.

Otro detalle del nacimiento del caso extorsión es que algunas de las reuniones para definir quiénes serían los implicados en este caso o para avisar sobre los riesgos de estar en uno u otro extremo de la balanza, se realizaron en la sede de Gobierno y en calles oscuras de la capital cruceña, sin teléfonos celulares y con los motores encendidos de los vehículos en los que se llegaba a esos encuentros.

Algunos exfuncionarios gubernamentales, que para dejar el penal aceptaron declararse culpables y evitaron seguir soportando el mundo de Palmasola, ratificaron la versión del abogado que decidió revelar a grandes rasgos la otra historia de este caso, que tuvo su primer punto final cuando Jacob Ostreicher, libre de su encierro en Palmasola pero aún perseguido por un proceso de legitimación de ganancias ilícitas, decidió escapar del país por la frontera del Desaguadero y desde allí abordar un vuelo hacia Estados Unidos, donde llegó a la casa del actor Robert Downey Jr., que personificó al héroe de Marvel, Iron Man, y que le brindó cobijo y ayuda para reiniciar con su vida

Actualidad del juicio

Las audiencias del juicio oral, que se suspendieron desde el año pasado de manera casi permanente por una docena de veces, ahora han comenzado a conocer las declaraciones de los testigos que ofreció el Ministerio Público, para validar la acusación que presentó. La semana pasada se llevaron adelante audiencias, las que fueron suspendidas para volver a comenzar el jueves 18 de julio, en el Tribunal Cuarto de Sentencia, a la cabeza del juez Uby Suárez.