Ocho personajes de Santa Cruz y de otras ciudades del país se dieron cita en esta casa periodística para recibir el galardón y agradecer el reconocimiento del Diario Mayor

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13 de diciembre de 2018, 4:00 AM
13 de diciembre de 2018, 4:00 AM

En una ceremonia cargada de sobriedad, ocho personajes recibieron ayer el Patujú de Bronce, una icónica estatuilla que el Diario Mayor EL DEBER entrega de forma ininterrumpida desde hace 20 años como estímulo a quienes se esfuerzan por alcanzar sus sueños y metas superiores en beneficio de la sociedad.

De esa manera, en el acto realizado cerca del mediodía en el salón Pedro y Rosa de esta casa periodística, los seleccionados recibieron el galardón de manos de los editores de las áreas Digital, Seguridad, Escenas&Cultura, Mundo, Sociales, Economía, Diez y Santa Cruz.

Said Eduardo Pérez, experto en robótica; la Clínica Jurídica de Palmasola, el colectivo cultural Resiliencia, la Plataforma de lucha contra la violencia a la mujer, Diseños y Autores Bolivianos (DAB), el agricultor Marín Condori, el piloto de motociclismo Marco Antezana y Daniela Lozano, de Trenzando Sonrisas, alzaron la estatuilla en señal de agradecimiento a EL DEBER.

Se reconocieron logros individuales, como el gran esfuerzo de Said Pérez por desarrollar la ciencia boliviana, la creatividad de nuestros diseñadores Juan Carlos Pereira y Andrés Jordán; la innovación productiva del agrónomo Marín Condori; la destreza de un joven deportista como Marco Antezana y la cruzada extraordinaria de la guerrera contra el cáncer Daniela Lozano.

Las conquistas colectivas corrieron por cuenta de Resiliencia, en su lucha por construir una sociedad más justa, capaz de reconocerse en sus procesos culturales; por la fuerza movilizadora de las mujeres que luchan contra la violencia y el machismo de todos los días las instituciones como Clínica Jurídica Nur, que lucha por recuperar la credibilidad de la justicia.

Parte de la familia Rivero-Jordán, presentes en el acto de premiación
El director corporativo, Tuffí Aré, posa con los editores del Diario Mayor ayer al cabo del acontecimiento
Las azafatas 2018 de EL DEBER realzaron el evento
Mujeres de la plataforma contra la violencia brindaron por el Patujú

 

Personajes públicos, ausentes

“En estos tiempos de peligrosas tensiones e incertidumbre que atraviesa Bolivia y cuando la gente empieza a manifestar su bronca en las calles por el desconocimiento de su voluntad soberana y porque percibe el grave riesgo que corre la democracia, la entrega del Patujú de Bronce a los personajes del año encarna un mensaje de fe y esperanza en el advenimiento de mejores días para el país y para los bolivianos”, expresó Pedro Rivero Jordán, director general del matutino boliviano más importante del país.

Rivero compartió una inquietud suya con el público al hacer notar la ausencia recurrente en las nominaciones anuales de EL DEBER: la de nuestros principales gobernantes, y no por olvido, omisión o discriminación del Diario Mayor, sino por falta de argumentos suficientes para nominarlos y premiarlos.

“Si todos los años o de tanto en tanto alguno de ellos recibiera el Patujú de Bronce, se estaría reconociendo la gestión o los logros de un servidor público en beneficio de su comunidad, sin emborracharse por los efluvios del poder y sin el afán obsesivo de perpetuarse en su ejercicio, atropellando leyes y desoyendo la voz del pueblo”, agregó Rivero.

El año de los movimientos

Tuffí Aré, director periodístico corporativo de EL DEBER, destacó el aporte valioso de los movimientos ciudadanos porque, como nunca antes, hemos vivido un año de empoderamiento de la ciudadanía.

Para Aré, el Patujú de Bronce está en buenas manos. “Todos los que han recibido la estatuilla lo han hecho por méritos verificados. No premiamos al más famoso o al que más aparece en las noticias. Hacemos lo posible para descubrir a personas e instituciones que han conseguido cambiar sus entornos y mejorar la vida de los demás”, dijo.

 

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