Pasó de ser considerado una zona roja a transformarse en más productiva, apoyada por la comuna y la Gobernación

El Deber logo
18 de marzo de 2018, 15:21 PM
18 de marzo de 2018, 15:21 PM

La otrora zona roja de la ciudad, el Plan Tres Mil comenzó a cambiar su reputación hace una década, así coinciden vecinos y autoridades que enumeraron las obras que la comuna construyó, las que mejoran su cara como distrito para el bien de sus habitantes, los que aún siguen pidiendo servicios, como la implementación de las dos primeras fases del alcantarillado sanitario, cuya red está instalada pero no funciona. 

El concejal Rómmel Pórcel aseguró que muy pronto terminarán de construir las alamedas de las avenidas Principal, 18 de Marzo, La Campana y El Mechero, lo que le cambiará la cara del  ingreso a este distrito. “Colocaremos semáforos y señalizaciones modernas en las nuevas vías cuando sean entregadas”, aseguró el secretario de Movilidad Urbana, Rolando Ribera.

El subalcalde del D-8, Jesús Álvarez enumeró las obras en ejecución, como varios módulos educativos, dos institutos tecnológicos y en refacción un centro médico. También se están implementando 15 kilómetros de pavimento.

Gobernación

El gobierno regional también hizo su aporte hacia el Plan Tres Mil, pues cuenta con siete guarderías autonómicas que sirven a 300 niños, además apoya a las personas con capacidades diferentes a las que se les da capacitación y entregó 398 carnés.
Asimismo, la Gobernación ha perforado ocho pozos de agua en la zona que son administrados por las cooperativas de servicios.