En el lugar no se encontraron ni el arma homicida ni hay casquillos de los proyectiles

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6 de noviembre de 2017, 7:33 AM
6 de noviembre de 2017, 7:33 AM

La señora Carmen Flores Iraiti se sorprendió al encontrar al retornar a su casa los cuerpos de su esposo y de su sobrino en avanzado estado de descomposición.

La terrible escena a la que se enfrentó Flores ocurrió al final del sábado anterior, cuando ella llegaba de viaje hasta la propiedad, que está en el municipio de Okinawa y que es parte de la comunidad Puerto Nuevo.

De acuerdo con su declaración informativa, la mujer contó que a mediados de la semana pasada ella dejó a su esposo, que trabaja como vaquero en el lugar, para venir a la capital y visitar a otros familiares que tiene aquí.

Sin embargo, a su regreso se sorprendió por lo que había pasado y que, de acuerdo con las primeras investigaciones, se presume que se trataría de un caso de homicidio-suicidio, ya que, según el examen forense, ambos cadáveres tienen un impacto de bala.

Lo extraño del hecho es que en el lugar no se encontraron ni el arma homicida ni hay casquillos de los proyectiles que se utilizaron para cometer el hecho de sangre.
Los fallecidos fueron identificados como Édgar Aguilera Roca, de 56 años, y Rolando Aguilera Suárez, de 45 años.

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