Un sector de comerciantes reclama porque se quedó sin puestos de venta en el nuevo centro. Otros se resisten a salir y se han “atrincherado” en algunas calles como la 6 de Agosto

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27 de marzo de 2018, 2:30 AM
27 de marzo de 2018, 2:30 AM

Desorganización, quejas e incluso enfrentamiento entre comerciantes marcaron el segundo día de traslado de gremiales informales al nuevo Mercado Minorista Los Pozos, ubicado en la avenida Alemania, entre séptimo y octavo anillo. 

A pesar de que una minoría se resiste al traslado, la mayoría de los vendedores aprovechó que no hay ventas en horas de la madrugada para llevar sus mercaderías hasta el nuevo mercado e instalarse. Varios ya tenían pintados sus nombres en los puestos del nuevo edificio.

Desde las 4:00 EL DEBER fue testigo de cómo los gremiales desinstalaban sus puestos que durante años tenían en las calles y aceras del actual mercado Los Pozos. Mucha basura y agua hedionda quedaron en el lugar, así como los puestos de venta de comerciantes que se resisten a irse y de los que aún no han conseguido puestos en el nuevo mercado minorista. 

El nuevo centro

Paralelamente en el Mercado Minorista Los Pozos el movimiento era más intenso. Incluso varios comerciantes aseguraron haber dormido fuera de las instalaciones, porque después de la medianoche del domingo -primera jornada de traslado voluntario- las puertas de la megaobra fueron cerradas hasta las primeras horas de este lunes. 

Lo que se observa es falta de organización por rubro. Por ejemplo, en el primer bloque, que está próximo a la avenida principal, hay vendedoras de api, empanadas de queso y buñuelos; a escasos metros se instalaron los comerciantes de ferretería; y a un costado, los vendedores de pan.

En el centro de ese mismo bloque, un grupo de gremiales instaló sus estantes de fierro y otros improvisaron puestos de ventas de dulces, abarrotes y condimentos. 

En el segundo pabellón también se ve desorden. Hay vendedores de hortalizas, abarrotes, queso, desayuno, chuño, huevo, papa, pero también los que comercializan  ropa nueva y de medio uso.

Durante la jornada, los comerciantes instalaban sus estantes de metal, otros, para no perder el tiempo, colocaron sus productos para la venta en sillas, tablas y bolsas. “Nos estamos acomodando”, decía una vendedora, mientras que otra se quejaba del tamaño del puesto que le dieron. “Es muy chico”, indicaba.

Este traslado generó mucha basura, al extremo de que los basureros se llenaron rápidamente de desperdicios. En el piso de algunos pasillos empezó a abundar la basura. Sin embargo, pese a desorganización y al caos de los primeros días del traslado -que era previsible-, los gremiales que consiguieron puestos estaba felices. 

Atrás quedaron los tiempos de confrontación entre las autoridades municipales y el sector gremial que lidera el dirigente Rodolfo Ochoa. Ahora sus bases aplauden el traslado, al menos eso fue lo que se observó ayer cuando la presidenta del Concejo Municipal, Angélica Sosa, junto a un grupo de secretarios municipales (Roberto Áñez, Rolando Ribera y Jorge Landívar) recorrieron los predios del nuevo centro de abastecimiento. 
“Faltan varias cosas por mejorar”, expresaba Ochoa mientras saludaba a los vendedores en sus improvisados puestos de venta.  

Es más, el dirigente descalificó las protestas de otros comerciantes -a la cabeza de Delia Agudo, de la Federación 8 de Marzo- que se apostaron en las afueras del nuevo mercado, a quienes calificó de oportunistas porque, según él, quieren ‘subirse’ a la política traslado de mercados de la
Alcaldía cuando antes la rechazaban.

Las protestas
Desde temprano se observó a un grupo de personas ubicadas en los alrededores del nuevo mercado, que pedían hablar con la presidenta del Concejo o con el administrador de ese centro, Fabricio Franzek, para reclamarle puestos de venta. “Nos han utilizado para lograr lo que querían y después traer a los gremiales que se resistían, afirmaron, por separado, Silvia García y Miguel Esquías. 

Luego, estos gremiales intentaron ingresar por la fuerza al nuevo mercado, pero los de adentro se lo impidieron. Hubo forcejeos, empujones, insultos e incluso se lanzaron piedras y palos. La Policía tuvo que llegar hasta el lugar para poner orden.

Por la noche, el alcalde Percy Fernández llegó al lugar para inaugurar de forma oficial el nuevo Mercado Minorista Los Pozos, cuya construcción ha demandado unos Bs 60 millones. 

Mercado distrital

Mientras tanto en Los Pozos de la zona céntrica, más concretamente en las calles Quijarro, 6 de Agosto, Campero, Aroma y Suárez Arana, quedan gremiales que aseguran que no se moverán del lugar, pese a que para hoy se ha anunciado el traslado ‘por la fuerza’ de los comerciantes. 

También había vendedores que continuaban desarmando sus puestos. Doña María (no quiso dar su apellido) era una de ellas. Esta mujer, que vendía útiles escolares y regalos desde hace 10 años en la calle Quijarro, madrugó para retirar el tendido eléctrico y llevarse su mercadería. 

No lo hacía muy convencida de que en el nuevo mercado le irá mejor, pero dijo que no tenía otra opción y que prefería irse antes de que le decomisen sus productos.

Otros ya tomaron una decisión de resistir al traslado. Así lo ha pensado Hugo García, vendedor de periódico desde hace más de 20 años.
“Tengo mi puesto aquí, no me iré y veré cómo hago para continuar con mi negocio”, dijo. 

Entre tanto, un grupo de personal de Espacios Públicos de la Alcaldía recorría las calles para pedir a los comerciantes que retiren sus mercaderías porque desde hoy el traslado será obligatorio.

LOS PROTAGONISTAS

Mirtha Suárez
Vendedora de quesos

“No hay que ser pesimista, hay que ser positiva y pensar que con el traslado habrá días mejores para nosotros. Vendía en Los Pozos desde 1988 y no lo pensé dos veces para aceptar trasladarme a este nuevo mercado. Está bonito, hay condiciones para trabajar y para tener días mejores”.

Rosario Ledezma
Vendedora de abarrote

“Nadie discute que está bonito el nuevo mercado, pero nuestra preocupación mayor es saber si habrá venta para llevar el pan del día a mi hogar. No tuve otra opción que venirme, pero si las cosas no mejoran acá, no me quedará otra alternativa que deambular con mi mercadería por las calles; vivo del día a día”.

Danga Pinto
Vendedora de Abarrote

“Me hubiera gustado que haya división de los puestos para así evitar problemas entre compañeros, pero ya está, ahora solo queda organizarnos y ser respetuosos entre nosotros. Faltan muchas cosas por mejorar, como poner límites al tamaño de los estantes para que todo sea igual”.

Vendedores  presentaron un amparo constitucional

Un grupo de gremiales que lidera Delia Agudo, de la Federación 8 de Marzo, se resiste a ser trasladado al nuevo Mercado Minorista Los Pozos, de la avenida Alemania, y ha depositado su esperanza en un amparo constitucional que presentaron ante el Tribunal Constitucional con sede en Sucre contra la ley municipal que norma el traslado y ordenamiento de mercados en la capital cruceña. 

Los comerciantes de este bloque amanecieron en sus puestos de venta que ocupan en las calles Aroma, 6 de Agosto y Campero. Colocaron la tricolor nacional en sus tiendas, mientras la dirigente Agudo recorre las calles con un grupo de comerciantes observando a otros vendedores desarmar sus puestos y acomodar su mercadería para trasladarse al nuevo centro de abastecimiento. 

Este sector critica el tamaño de los puestos del nuevo mercado, pues no miden 5 m2 como se prometió. Tampoco está de acuerdo con que la concesión de los puestos sea por 10 años; piden que sea por 20 años y que los contratos que se suscriben no sean con cada comerciante, sino con cada una   de las asociaciones.