El acusado se sometió a juicio abreviado, fue procesado por los delitos de infanticidio y feminicidio, ahora debe cumplir su condena en el penal de Palmasola

El Deber logo
3 de septiembre de 2019, 6:15 AM
3 de septiembre de 2019, 6:15 AM

El Juzgado Cautelar Primero de Warnes condenó a 30 años de prisión a Walter Ruperto Monasterio Villarroel, acusado por asesinar a su cuatro hijos, todos menores de edad, en la ciudad de Santa Cruz.

 El padre de familia reconoció haber cometido el crimen y solicitó someterse a procedimiento abreviado.

El fiscal departamental de Santa Cruz, Mirael Salguero, informó que este ciudadano fue imputado por los delitos de infanticidio y feminicidio y en audiencia se presentó todos los elementos que los responsabilizan de este macabro hecho.

Monasterio debe cumplir la condena en la cárcel de Palmasola de Santa Cruz. Según las investigaciones, el 30 de agosto del presente año en el municipio de Warnes, aproximadamente, a las 17.00 horas, el padre de familia dio de comer pescado impregnado de raticida a cuatro menores, dos eran sus hijos y dos sus hijastros.

Al ver que el veneno no les hacía efecto, entonces llevó a cada uno a distintos ambientes y procedió a apuñalarlos uno por uno en la zona del tórax provocando la muerte inmediata a los tres menores de 9, 5 y 3 años de edad.

En ese momento, la otra menor de 15 años de edad estaba en la ducha y a la conclusión se fue a su habitación. El agresor fue al cuarto de la menor y con el mismo cuchillo procedió a apuñalarla, ella en su defensa lo golpeó con una botella e intentó defenderse, pero no logró detenerlo y perdió la vida.

El acusado juntó las camas y colocó los cuerpos de los menores tapándolos con una colcha como si estuvieran dormidos.

No conforme con eso, Monasterio grabó un video relatando cómo les había quitado la vida a sus cuatro hijos y explicó que el motivo sería porque su esposa le pidió separarse de él y que días antes le había comentado que se llevaría a sus hijos a vivir con su padre a la ciudad de Santa Cruz.

Luego del crimen, Walter Monasterio decidió quitarse la vida tomando tachuelas con detergente, pero al no lograr su objetivo, se dirigió al puente del cuarto anillo de la urbe cruceña y se lanzó al vacío; sin embargo, solo logró fracturarse.

La Policía, al percatarse del hecho, lo auxilió y lo trasladó a un centro de salud. En ese trayecto, los uniformados se dieron cuenta que el sindicado tenía una grabación en su celular donde relata el asesinato de sus hijos.

Lo efectivos policiales fueron a verificar al domicilio del herido y hallaron los cuatro cuerpos de los menores, los llevaron a la morgue y procedieron a la aprehensión de este ciudadano.

"Durante las investigaciones se demostró que la pareja vivía en constantes discusiones, problemas de celos al punto de querer separarse", dijo la fiscal asignada al caso, Dalci Justiniano Aguilar.

El sindicado declaró ante los fiscales y admitió el crimen, contó cómo fue matando a sus hijos, no mostró arrepentimiento, tampoco pidió perdón a sus familiares.

Guadalupe Avelo, madre de los menores no terminó de creer el hecho y entre lágrimas pedía justicia, mientras velaba los restos de sus hijos. 

El hecho consternó a los vecinos, compañeros de colegio de los menores, autoridades y población en general. 

Te puede interesar: