Un documento expone aspectos del anterior convenio que no fueron aclarados a detalle por Emacruz. Sosa explicó que los ediles sí conocían de la renovación con la firma brasileña

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25 de junio de 2018, 6:00 AM
25 de junio de 2018, 6:00 AM

Después de que saliera a la luz que la Alcaldía cruceña amplió el contrato de la empresa brasileña Vega-Solví hasta mediados de 2020, surgen observaciones por parte de dos concejales municipales quienes advirtieron, en su momento, que el anterior contrato debería someterse a una auditoría.

Un documento con el sello de recibido (el 2 marzo de 2018) por el Concejo Municipal y que tiene como destinatario a la presidenta, Angélica Sosa, expone varias observaciones que sugieren no ampliar el contrato con la empresa beneficiada, que en su momento se adjudicó una licitación por cerca de $us 155 millones.  

La minuta de comunicación solicita que se aclaren algunos puntos referentes al contrato de servicio público de aseo y disposición final de residuos sólidos urbanos del municipio cruceño donde no responde si se podría o no ampliar el acuerdo sin ningún otro requisito que el de comunicar por escrito.

El concejal Johnny Fernández, firmante de este documento, señaló que hay una cláusula que decía que se podía ampliar el contrato, pero sostiene que antes debía cumplirse el contrato de cinco años firmado en junio de 2013.

En esta línea, el documento detalla también que se tenía previsto otorgar un anticipo financiero de Bs 43 millones, entregado en cuatro pagos, para viabilizar la movilización necesaria previa al inicio de ejecución de servicios y que no detallan los conceptos y no indican las condiciones.

Este anticipo fue otorgado seis meses después de la firma del convenio, lo que “demuestra que el operador no invirtió el anticipo en materiales o equipos” y que “en ninguno de los comprobantes de pago emitidos por el Sigma se demuestra el descuento del anticipo”, por lo que “resulta evidente que el operador fue beneficiado con un anticipo que no fue invertido y que por el contrario trabajó con el dinero de la Alcaldía”.

Asimismo, se interroga la aparición de 76 enmiendas en el Documento Base de Contratación (DBC), entre ellos no se responde el motivo de la disminución de la experiencia general y específica de la empresa contratada. Se observa que Emacruz ya conocía la experiencia de Vega-Solví por la primera adjudicación.

Pero eso no es todo, el reclamo también llega hasta empresas subcontratadas que hacen el recojo de basura fuera del cuarto anillo de la capital cruceña. Turiro, La Amistad SRL, Paraíso, Servicios Calama y Servicios Generales Tarifa son algunas firmas que aparecen en la minuta. 

“El proveedor de servicio podrá subcontratar servicios especializados de los requeridos para la operación del contrato”, reza el acuerdo. Sin embargo, el firmante afirma que barrer no es un servicio especializado. Por este se cobra a Emacruz Bs 137,67 y el pagado a las firmas mencionadas es de Bs 79 por kilómetro barrido en vías pavimentadas, haciendo una diferencia de Bs 58,67. 

Esto hace un total de Bs 70.404.000 de diferencia, según la denuncia solo con vías pavimentadas. En el caso de las vías no pavimentadas la diferencia total asciende a Bs 9.300.600.

Por último, los Ecopuntos, programas para fortalecer y promocionar el reciclaje en los barrios, también son contemplados en este análisis y se pide la justificación de la disminución de 12 a 8 espacios en las enmiendas 47 y 48 del contrato con Vega-Solví.

No es el único reclamo

Fernández estudió el contrato y exige que se aclare la situación con Vega-Solví. “Me enviaron un informe técnico que no fue satisfactorio y pedí que me den detalles que hasta ahora no llegaron. El gerente de Emacruz (Johnny Bowles) también debe responder por esto”, manifestó el concejal.

En 2017, cuando se estaba por cumplir el contrato de cinco años, Bowles declaró a los medios que  elegir la mejor tecnología para el tratamiento de los residuos era uno de los términos de la nueva licitación y que se contemplaba el servicio de 10 empresas, entre las cuales Vega-Solví fue beneficiada. Según Bowles, se buscaba una mejor gestión operativa que contemple la incorporación de innovaciones para mejorar la calidad del servicio, garantizando la salud de la población.

Asimismo, el edil Tito Sanjinés también expresó que pidió explicaciones a la Alcaldía desde la fase de licitación y aprobación. Además, dijo que era evidente que el servicio no es óptimo fuera del cuarto anillo.

Otros que en su momento también reclamaron fueron los empleados de Vega-Solví, liderados por Huber Sandoval, criticaron la actitud pasiva de los concejales cruceños por no exhibir el contrato. Denunciaron vehículos en mal estado y falta de condiciones para trabajar.

Sosa aclaró que el Concejo si tiene conocimiento de la ampliación del contrato firmado por Emacruz con la empresa Vega-Solvi, por lo que el proceso del trámite para que pase a conocimiento del pleno está en los plazos establecidos por ley y que nunca ocupó la gerencia de Emacruz como se suscribió en otra noticia de EL DEBER.

Bowles aseguró que los costos por el servicio en el nuevo contrato son los mismos; Bs 190 por tonelada. Respecto a los montos licitados el 2012 si se toman referencia, en otras ciudades se paga Bs. 490