Cuatro de los agentes antinarcóticos fueron retenidos por varias horas y luego liberados, mientras otros cinco pudieron escapar y estuvieron desaparecidos hasta que lograron ubicarlos ayer por la tarde

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3 de agosto de 2018, 4:00 AM
3 de agosto de 2018, 4:00 AM

Nueve policías antinarcóticos de Oruro, que realizaban un patrullaje entre los ayllus qaqachacas (al sur de ese departamento) y laimes (norte de Potosí), fueron interceptados y retenidos por comunarios que quemaron sus dos vehículos y tuvieron retenidos a cuatro de ellos. Mientras tanto, los otros cinco lograron escapar a pie y estuvieron deambulando por la zona hasta ser ubicados, casi 24 horas después, por unidades especiales que fueron desplegadas para su búsqueda.

Así lo hizo conocer el comandante de la Policía orureña, Rommel Raña, quien manifestó que se esperan las declaraciones e informes oficiales de parte de los nueve policías para conocer a cabalidad los hechos. Preliminarmente se conoció que los nueve uniformados estaban ilesos.

Según los reportes, miembros de las comunidades Moroco Marca y Chapi Chapi, de los laimes, fueron los autores de la retención y la quema de los motorizados.

Debido a la hostilidad de los comunarios, fue fundamental la intervención del párroco del municipio de Uncía, William Ugarte, para negociar la liberación y explicarles que los uniformados solamente estaban realizando su trabajo.

Ubicaron a los otros cinco

En cuanto al grupo de cinco policías que escaparon, un oficial y cuatro sargentos, se conoció que estuvieron deambulando a pie por la zona, en medio de condiciones climáticas que combinaban llovizna y neblina, lo que les perjudicó a la hora de orientarse y salir hasta una zona donde pudieran pedir auxilio.

Al finalizar la tarde de ayer lograron comunicarse con sus camaradas vía telefónica y acordaron como punto de encuentro la localidad de Aguas Calientes, cerca de Challapata, en Oruro.

Vladimir Lazo, comandante de la Policía de Potosí, señaló que desde la noche del miércoles en el lugar se hicieron presentes unidades especiales de Oruro y Potosí que apoyaron la búsqueda de los agentes.

La zona de los laimes y qaqachacas es considerada una ‘tierra de nadie’ y zona de tránsito de vehículos indocumentados y droga.

En mayo de 2010, en la zona, cuatro agentes del ex-Control Operativo Aduanero (COA) fueron torturados, baleados y quemados para luego ser enterrados y poco después por poco linchan a autoridades que quisieron investigar el hecho.

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