El Centro Temporal de canes y felinos atiende entre 14 y 15 llamados para recoger perros con síntomas del mal de rabia de distintos puntos de la ciudad. La gente reclama por la demora en la atención. Hay 558 casos de rabia

El Deber logo
11 de noviembre de 2017, 4:00 AM
11 de noviembre de 2017, 4:00 AM

Dos días peregrinó Jesús Hurtado para que el Centro Temporal de canes y felinos atienda su pedido de retirar a su perro, que había presentado los síntomas de rabia y que tenían aislado en su domicilio del barrio El Carmen, zona de Los Tusequis.

Todo comenzó el miércoles, cuando la familia notó que el animal cambió de conducta, pues empezó a esconderse bajo los muebles de la casa, a babear más de lo normal, a aullar y a mostrarse nervioso. Ante el temor, la familia decidió protegerse aislando a la mascota, llevando a los niños a otra casa y colocando colchones en la puerta de ingreso a la casa para que el perro no pueda entrar. El jueves, a tempranas horas, Hurtado decidió buscar la ayuda de las autoridades, por lo que recurrió al Senasag, de donde lo derivaron al centro de canes de la Alcaldía, que está ubicado en la zona de Los Lotes. Estuvo allí durante casi todo el día esperando respuesta, lo que no sucedió.

 Ante la insistencia, recién ayer por la mañana consiguió que la perrera móvil llegue hasta su domicilio y se lleve al animal. 

“Estamos más tranquilos, era muy peligroso para nosotros, para mi familia (...). Estuve peregrinando solicitando para que puedan venir y llevarse a mi mascota. Me da mucha pena que se lo hayan llevado pero no podíamos tenerlo más en mi casa”, manifestó. 

Consultado sobre la demora en atender el requerimiento,  Mario Virgos, que formaba parte de la brigada, expresó: “Lo que pasa es que estamos con bastantes denuncias”. Agregó que por día están atendiendo entre 14 y 15 llamados para capturar a canes con síntomas de rabia de distintos puntos de la ciudad para que los lleven al Centro Temporal de canes y felinos. 

Antes de marcharse, Virgos pidió a la familia desinfectar la casa  y observar el comportamiento de la otra mascota, que quedó aislada en el patio trasero.  Les informó que el perro capturado será observado durante 14 días, tal como mandan los procedimientos, y si en ese lapso muere, se enviará la muestra al Lidivet para que hagan pruebas de rabia. “Si sale positivo, se actuará de acuerdo a lo que indican las normas”, dijo.

El secretario municipal de Salud, Fernando Mustafá, indicó que la vigilia que realizan los defensores de los animales generó un desfase en la atención de los focos de rabia, pero que el trabajo ya ha sido regularizado y se está tratando de normalizar la atención.
“Lo que pasa es que los funcionarios no estaban logrando trabajar normalmente porque temen ser agredidos por los defensores de animales”, dijo Mustafá.

No obstante, Francis Saucedo,  de la plataforma de defensa de los animales, negó el extremo al indicar que su protesta es pacífica y que solo piden que se evite el sufrimiento de los animales. 

Saucedo cree que lo que está ocurriendo es que no hay capacidad de respuesta para atender los requerimientos de la población, que son cada vez mayores dada la epizootia de rabia. 

Un año con la epizootia 
El jefe del Programa de Zoonosis-Rabia del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Johnny Ruiz, dijo que el departamento cruceño lleva un año con la epizootia de rabia, que afecta sobre todo a la ciudad capital, por lo que pide a la población cruceña vacunar a los perros en la gran campaña de vacunación, prevista para este 18 y 19 de noviembre, en la que se aplicará una nueva vacuna con un efecto más rápido.

Con base en los datos estadísticos, Ruiz indicó que en lo que va del año suman 558 los casos de rabia, de los cuales 478 son de la ciudad capital y 80 de las provincias. Si se compara con las cifras de 2016, los casos positivos en el departamento triplican a  los de la gestión pasada y los de la ciudad, son siete veces más, pues la gestión pasada cerró con 200 casos en el departamento, 150 de estos en la urbe cruceña.
La falta de conciencia para asumir una tenencia responsable, la proliferación de canes vagabundos, la falta de cuidados para mantener en la casa a la mascota tras haber recibido la vacuna y no cumplir con el esquema de la vacunación, son algunos factores que están llevando a tener los casos de rabia por encima de los canales endémicos, precisó el gerente de Epidemiología del Sedes, Roberto Tórrez.

La cruzada
El responsable de Zoonosis-Rabia indicó que se está diseñando un plan para la gran campaña de inmunización, que contempla vacunación casa por casa en los barrios que concentran los casos de rabia  canina y brigadas fijas, en el resto de la ciudad. 

La gran novedad es que para esta cruzada se aplicará la vacuna de cultivo celular, que inmuniza más rápido al animal, pues hace efecto de cinco a  siete días después de la vacuna, a diferencia de la convencional (CRL), que precisa  21 días para que se generen anticuerpos, dijo Ruiz. 
“Pedimos a la gente que haga el esfuerzo de tener a su perro siete días sin salir a la calle, después de la vacuna, que no es mucho tiempo”, agregó Ruiz.