Sacaban a incautos desde $us 2.000 hasta 5.000 ofreciendo cargos en la Caja Nacional, en la Caja Petrolera y en YPFB. Todos fueron enviados a la cárcel y José Luis Barrientos dijo, frente al juez, que es un dirigente mediático del MAS

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22 de febrero de 2019, 4:00 AM
22 de febrero de 2019, 4:00 AM

Una organización delictiva que operaba desde hace algún tiempo en Santa Cruz, cobrando ‘jugosas’ sumas de dinero en dólares a incautos por puestos en entidades estatales con el cuento de tener el aval del partido gobernante MAS, fue desbaratada y cinco de sus integrantes fueron enviados al penal de Palmasola.

Los encarcelados son José Luis Barrientos Tapia, que según investigaciones de la Fiscalía es funcionario de la Alcaldía y figura como empleado de supervisión vinculado a un concejal; Osvaldo Triveño Durán, Yohane Callao Triveño, Patricia Moscoso Padilla y Olivia Callao Triveño.

El Ministerio Público, a instancias de los fiscales Gary Coronado y Fanny Alfaro, pidió la detención preventiva de los cinco procesados y los imputó por los delitos de estafa agravada con víctimas múltiples, asociación delictuosa y contribuciones y ventajas ilegítimas.

Cajas de salud y Yacimientos

La imputación formal expuesta ante el juez cautelar Roberto Arias, durante una maratónica audiencia que comenzó a las 16:00 y terminó pasadas las 22:00, indica que las víctimas dieron dinero para conseguir empleos después de ser persuadidos por los supuestos operadores del MAS, pero que luego de peregrinar un buen tiempo, al final no consiguieron nada y más bien perdieron toda su plata, se endeudaron y fueron burlados.

Los supuestos integrantes de la organización delictiva que actuaba a nombre del MAS iban captando a sus víctimas en diferentes zonas del departamento ofreciendo ítems para trabajar en la Caja Nacional de Salud, en la Caja Petrolera e incluso en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Tenían tarifas que oscilaban entre $us 2.000 y $us 5.000. Generalmente, tras convencer a sus ocasionales víctimas, como parte de su forma de actuar pedían la mitad de la suma acordada.

Cuando pasaba el tiempo y las víctimas comenzaban a reclamar el espacio prometido, ponían como pretexto los permanentes cambios de autoridades estatales. Ellos también hacían creer a los incautos que estaban incluidos en convocatorias públicas con todos sus datos e incluso sus hojas de vida.

Sin embargo, el trajín de los que ya habían dado el dinero se intensificaba y cada día aumentaba la desesperación e incertidumbre por no conseguir el trabajo prometido y por el cual habían pagado. Ante la insistencia de la gente por la tardanza de los resultados de los empleos, los denunciados les hacían firmar documentos de préstamos, como letras de cambio, para así asegurarse y hacerles creer que les iban a devolver el dinero, extremo que nunca cumplieron.

El lamento de una víctima

La Fiscalía, como parte de la argumentación presentada ante el juzgador, registra el testimonio de uno de los afectados identificado como Dorian A. V. V. El hombre cuenta que en una conversación con un compañero de una universidad, le informa de que Osvaldo Triveño Terán podía ayudarlo para ingresar a trabajar en YPFB, porque su prima Olivia Callao Triveño tenía contactos con altos funcionarios del Gobierno y el aval de José Luis Barrientos, como dirigente masista del distrito 6.

A esta víctima le pidieron primero $us 2.000 y al final la suma que perdió fue de $us 4.000. Entregó el dinero y nunca consiguió trabajo, desde julio de 2017.

“Soy dirigente y mediático”

Cuando el juez le permitió a Barrientos hablar, como parte de su defensa material, el hombre que se mostraba en su cuenta de Facebook junto a altas autoridades de Estado, dijo que hay un interés de fregarlo porque es dirigente del MAS y una persona mediática.

Barrientos expresó frente al juez que siempre denunciaba actos de corrupción y que le parecía raro que el Ministerio de Justicia y la Fiscalía lo apunten como jefe de la organización. “Soy inocente y no conozco a ninguna de las víctimas”, afirmó.

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