Los locales de expendio de bebidas alcohólicas operan sin respetar las normas. Vecinos creen que la Alcaldía desatiende el control porque está abocada al plan de mercados

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21 de mayo de 2018, 11:30 AM
21 de mayo de 2018, 11:30 AM

Son las 18:30. Niños acompañados de sus padres y escolares salen del colegio y lo primero que encuentran es una hilera de rocolas, con música a todo volumen, gente ebria que apenas puede pararse, parejas en pleno baile y hombres que consumen bebidas alcohólicas en mesas que copan hasta la acera. 


Es el ambiente próximo al colegio Rancho Nuevo, ubicado en la avenida Virgen de Luján, donde en tan solo seis cuadras hay 29 boliches, en su mayoría rocolas y bares, que desde la tarde venden bebidas alcohólicas, incumpliendo las normativas vigentes, dando un mal aspecto al vecindario y sembrando la inseguridad. 


Los vecinos aseguran que los controles que tiempo atrás hacía la Alcaldía han quedado en el olvido, dado que, al parecer, el gobierno municipal está abocado al plan de traslado de mercados.
Sin embargo, dicha zona no es la única en la ciudad donde proliferan las rocolas, cantinas y lenocinios, los cuales abren fuera del horario permitido e incumplen otras normas vigentes. 
La escena de la av. Virgen de Luján se repite en las inmediaciones de la terminal de buses, la avenida Tres Pasos al Frente, la zona de La Colorada, el sexto anillo, paralelo al trillo, y en otras que ya son consideradas zonas rojas, como la avenida Che Guevara y la 16 de Julio. 


Pese a que la ordenanza 036/2001 establece que los locales de expendio de bebidas alcohólicas, como bares, wiskerías,  karaokes y otros similares pueden abrir recién a partir  de las 19:00, el miércoles pasado no eran ni las 18:00 y en el segundo anillo, a pocos metros de la avenida Brasil,  el bar rocola Antonia, el bar Toborochi y otro sin  nombre, ya tenían clientes.
En la Virgen de Luján los vecinos están cansados del descontrol que generan los locales Linda Bebé, Sin Límite, Diamante y otros, que han acabado con la tranquilidad de la zona no solo por la bulla, sino por las peleas que ocurren en horas de la madrugada.


La molestia de los vecinos llegó a tal punto que el martes pasado salieron a protestar para exigir que la Alcaldía retome los operativos y proceda a la clausura definitiva de dichos boliches. 


El presidente del  barrio Estación Argentina, Juan Bernardo Vidal, indicó que en reiteradas oportunidades han enviado cartas a las autoridades municipales, sin obtener respuesta. 


“Estamos cansados de las peleas, de los borrachos que se orinan en la calle, de los musicones”, dijo Vidal, al recalcar que muy cerca está el colegio Héroes del Chaco y la iglesia San Rafael, por lo que si se cumpliera la norma no debería haber venta de bebidas alcohólicas en la zona.


El vecino dijo que, incluso, se ha dado el caso de que personas en estado de ebriedad, saliendo de los boliches se han puesto a asaltar a la gente que transitaba por la zona.


Marcos Dávalos, otro vecino de la zona, confiesa que varias veces cruzó la avenida para pedirles que bajen el volumen, pero los borrachos intentaron agredirlo


En la 16 de Julio, entre la Tres Pasos al Frente y radial 10 abundan los lenocinios, algunos  camuflados en bares, donde no existe la presencia de las autoridades municipales ni policías para que hagan cumplir las normas. Los focos rojos y azules, jovencitas aguardando por clientes, hacen ver que se trata prostíbulos. 


Otra veintena de locales, del  mismo tipo hay en la Che Guevara, entre Tres Pasos al Frente y radial 10. Personas en estado de ebriedad,  prostíbulos que funcionan a pocos metros de restaurantes o quioscos de barrios, es el cotidiano vivir de los vecinos.


“Antes venían a hacer controles y eso los frenaba un poco, pero ahora, como ve, esto es tierra de nadie”, asegura Mauricio Choque, que tiene su casa por inmediaciones de la 16 de  Julio.
En el quinto anillo, zona de La Colorada, EL DEBER contó unos 30 locales en cinco cuadras. Allí hay rocolas, bares y prostíbulos, algunos camuflados como restaurantes o tiendas, como el que lleva un letrero de pensión familiar, pero en realidad es un lenocinio. Casi al frente, otro pasaría desapercibido, de no ser porque una jovencita espera en la puerta, bajo un luminoso letrero, en que lee: 24-7. 


“¿Sabe por qué ese local se llama así?, dice una vecina. Porque funciona  las 24 horas, los siete días de la semana. Es un prostíbulo”, responde ella misma.
En el sexto anillo, entre el terreno de San Aurelio y la avenida 16 de Noviembre, también hay varios locales, donde cerca de las 22:00, reinaba el descontrol.

Centros de perversión
El presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fedjuve), Omar Rivera, asegura que estos locales no solo afectan la tranquilidad de los vecinos, sino que son centros de perversión de los jóvenes. Rivera cree que la Alcaldía, al centrar su atención en el plan de mercados, lo cual es positivo, pero ha descuidado otros temas igual de importantes,  como el control de boliches.
El dirigente vecinal ve necesario retomar la política de vigilancia de los locales nocturnos, aunque cree que se deben hacer ajustes para que los funcionarios no usen esto como mecanismo de extorsión,  tal como ha ocurrido en anteriores oportunidades.


También cree que se debe fortalecer la Dirección de Espacio Público, pues no cuenta con el personal necesario para controlar los más de 9.000 locales nocturnos que se estiman que hay en la ciudad.

Sanciones 
El responsable del Departamento de Fiscalización de Expendio de Bebidas, Miguel Ángel Morón, reconoció que en las últimas semanas la prioridad ha sido el plan de mercados, pero como el traslado a los  nuevos centros ya está prácticamente consolidado, se retomará  con fuerza el control de boliches, dijo. Los primeros en ser intervenidos serán tres locales de la Tres Pasos al Frente, que ya tienen orden de clausura definitiva, dada la infinidad de veces que han sido clausurados y han vuelto abrir, con otros nombres.


El funcionario indicó que para que los controles sean más efectivos, se está trabajando en una ley para endurecer las sanciones, incluyendo multas a los propietarios de los inmuebles que alquilan ambientes para boliches. Esto porque muchos locales, al ser clausurados, reabren en el mismo inmueble con otros nombres y siguen operando, de forma ilegal.  Morón insistió que en este año se han hecho controles, prueba de ello es que han habido 60 clausuras hasta la fecha.

ANÁLISIS | “El problema ha sido desatendido”

Federico Morón | Revolución Jigote

Conozco muy bien el asunto de los boliches en la Tres Pasos al Frente, pues cuando he pasado por ahí he visto peleas y situaciones similares, por lo que creo que la molestia de los vecinos va más allá de la borrachera, de la bulla y de la suciedad, pues son delitos los que puede ver allí, es una tierra de nadie ese lugar. 


Esto lo podemos ver también en otras zonas  de la ciudad porque la Alcaldía está abocada solo al traslado de los mercados, cuando esta ciudad es más que mercados. Esta ciudad tiene otros problemas, que son iguales y más de complicados, que tienen que ver con la calidad de vida de los ciudadanos. No poner atención a esta problemática es grave. No solo el tema del control de los boliches ha sido descuidado, sino también el transporte público, los cráteres que aparecen en las vías, o sea, realmente es increíble la cantidad de cosas que están desatendidas porque la prioridad son los mercados, cuando eso es incorrecto, hasta de concepto. No es que no sea prioridad ordenar los mercados, pero no se puede llevar la atención de todos los funcionarios a un solo aspecto, cuando hay una ciudad por manejar y que está siendo desatendida. 


En mi opinión personal y, sobre la base de mis conocimientos en publicidad y marketing político, creo que si este tema de los mercados hubiera sido prioritario lo hubiesen atendido  tiempo atrás, pero el tema recién es abordado casi al final de la gestión porque es la bandera de una campaña electoral. 


Hay mucho cálculo político detrás de esto porque asesores saben de la inconformidad de los cruceños con el desorden de los mercados, han generado un conflicto y ponen a una salvadora, que da la solución. Por eso digo, que esto es usado como parte de una campaña electoral.