La ciudad estuvo bloqueada hasta el mediodía en seis puntos estratégicos en rechazo al cierre de la av. Grigotá para el sector de transporte público. La comuna cruceña gestiona un crédito a fondo perdido ante la cooperación japonesa

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12 de junio de 2018, 12:01 PM
12 de junio de 2018, 12:01 PM

En medio de un bloqueo del transporte público urbano y tras dos intentos fallidos (uno en el Comando de la Policía y otro en Parques y Jardines) para iniciar un diálogo con ese sector, autoridades de la comuna cruceña anunciaron que ya iniciaron las gestiones para buscar un crédito, con la finalidad de adquirir una flota de buses para mejorar el mal servicio que presta actualmente el sector del transporte urbano cruceño. 

Pero además de ese anuncio, reportaron que los transportistas solo tienen registrado el 40% de las unidades que operan en la comuna capitalina, y que adeudan  Bs 5,5 millones por impuestos  y sin contar que desde hace diez años no pagan la tasa anual de Bs 500 por la actividad económica que realizan en la jurisdicción del municipio cruceño.

Dicho anuncio se hizo desde las oficinas de Parques y Jardines minutos después de que un grupo del transporte, a la cabeza de Aldo Terrazas y Mario Guerrero, abandonara la reunión que fue convocada para tratar el tema de reordenamiento del transporte público, aduciendo que el secretario de Movilidad Urbana, Rolando Ribera, no era un interlocutor válido y porque no iba a estar el alcalde Percy Fernández. 

En esa cita también estaba la presidenta del Concejo, Angélica Sosa, algunos secretarios del ejecutivo municipal y concejales.

Ribera y Joaquín Crapuzzi, secretario de Recaudaciones y Gestión Catastral (SER), fueron los encargados de referirse al tema.

La propuesta 

Ribera explicó la propuesta y anunció que una comitiva viajará a la sede de Gobierno para reunirse con los representantes de la cooperación japonesa, que ya les ofreció un crédito a fondo perdido para adquirir una flota de buses. La cita será el jueves y el viernes.

La propuesta de la comuna es incorporar un sistema de buses articulados  en el primer anillo y el eje troncal norte con capacidad de 80 y 120 pasajeros. 

De ponerse en marcha, el plan piloto contemplaría la compra de una flota de 140 buses para poder cubrir la demanda que hay del transporte público en la ciudad, y ahora si solo se quiere abarcar el primer anillo de la ciudad y el eje norte-sur, se necesitan 58 buses y para ello se requiere una inversión de $us 7 millones. Por ejemplo, en el primer anillo operarán 28 buses y de ese total 14 irán por sentido. 

El nuevo modelo contempla la incorporación de un sistema de vía reservada para los buses y que será implementado en el primer anillo de la ciudad y el eje troncal norte-sur. Para ello, se harán mejoras en la accesibilidad de las aceras, se incorporarán ciclovías, se construirán las estaciones para los pasajeros y se hará una integración tarifaria entre esos buses.

Las radiales y el actual modelo  serían los alimentadores al nuevo sistema de transporte. Según Ribera, en la primera fase se implementará en el primer anillo y el eje troncal norte-sur, que tendrá una integración tarifaria y estructural; la segunda,  abarcará el segundo anillo con el eje troncal este y oeste; la tercera será el tercer anillo y la av. Grigotá hacia la zona oeste; y la cuarta, el cuarto anillo y el Plan Tres Mil. 

Ese modelo tendrá una tarifa plana, es decir, el usuario durante un periodo de dos horas podrá tomar otro bus que lo lleve a su destino. La tarifa será en función del valor de la inversión, la frecuencia de buses, el recorrido y las distancias que se cubran.

Tras escuchar las exposiciones, la presidenta del Concejo afirmó que apoyarán esos planteamientos. “Ver un plan de movilidad urbana con ocho ejes, con 56 políticas específicas”, dijo Sosa.  Además aseguró que el Concejo aprobará una ley sobre el tema del transporte para implementar el nuevo modelo, con otras 42 unidades para abastecer el servicio del transporte público en el primer y segundo anillo.

Las deudas

Por su lado, Crapuzzi informó que en esa repartición solo hay registradas 3.870 unidades de microbuses que operan en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y que ese monto solo representa el 40% de las 8.000 unidades de las que la dirigencia del sector afirma tener.  Pero, además, alertó que de los 3.870 microbuses que están operando solo 500 unidades están al día con el pago de sus impuestos, por lo tanto, la deuda tributaria asciende a  Bs 5,5 millones.

Aparte de ese monto, la municipalidad cruceña desde hace una década dejó de recibir cada año un promedio de Bs 4 millones, porque el sector no paga la tasa anual de Bs 500 para esa actividad económica.

Al respecto, el concejal Tito Sanjinez anunció que hasta el viernes presentará su proyecto de ley para reactivar el cobro de la tasa anual de actividad económica de todos los operadores del transporte urbano, es decir que la norma no solo tendrá un alcance para los microbuses, sino también incluirá a los minibuses, taxis, radiotaxis y motociclistas que presten servicio de transporte a la ciudadanía. 

Al respecto, Crapuzzi señaló que aguarda con esperanza las gestiones que anunció el concejal masista Tito Sanjinez, para que se pueda cobrar la mora.

Queja de los usuarios 

Por otro lado, ayer durante el día de bloqueo los usuarios sintieron más las falencias del sistema de transporte público, en el que el usuario sufre el ritmo desenfrenado de los conductores de micros y otras acciones, que ponen en riesgo  su  seguridad, pues no respetan  las paradas y algunos ni los semáforos. También hay quieren arrancan cuando los pasajeros están subiendo o bajando del micro, dejan a pasajeros con la mano levantada o los llevan colgados en la puerta.

Ayer los niveles de estrés superaron cualquier tolerancia de los usuarios que, incluso, llegaron a insultar a los conductores. Este fue el caso de José Luis Garrido, a quien dos buses de la línea 144 lo dejaron con la mano extendida. “Eso es de siempre, pero ahora se pasaron”, protestó el joven, que no pudo llegar a tiempo al colegio. 

Otros pasajeros tuvieron que caminar largos tramos por la falta de buses o porque estos desviaron su ruta habitual. “Fui al centro a sufrir. Tuve que caminar desde antes de El Cristo hasta la Plaza del Estudiante por el bloqueo”, dijo Mariana Suárez, otra usuaria, que pide un cambio en  el sistema, ya que a diario viaja con el Jesús en la boca por la velocidad que imprimen los micros.