Ex internos, una senadora y el exdefensor del Pueblo exigen que se cuide el ‘espíritu’ de rehabilitación del centro y se clasifique a los reos que serán trasladados según su conducta. Piden construir un nuevo módulo en terreno aledaño donado

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17 de junio de 2019, 3:00 AM
17 de junio de 2019, 3:00 AM

Hay unas 440 personas privadas de libertad en un espacio de 300 m2, o sea, más pequeño que una cancha de ‘fulbito’ de las que puede haber en un barrio cualquiera. Está al fondo del Comando de la Policía de Montero, a una cuadra de la plaza principal. Hay una decena de celdas, además de un ‘bote’ (celda de castigo) y, por llamarlas de alguna manera, una ‘cocina’ y una ‘enfermería’. Las dos filas de celdas están frente a frente, a ambos lados de la entrada, y al fondo hay un tinglado que genera un pequeño espacio con sombra en el patio que tiene una dimensión aproximada de 10 m2.

“Es inhumano; los presos no tienen ni el derecho de respirar”, dice la senadora María Elva Pinckert. Más que una metáfora, sus palabras reflejan una realidad, pues en las celdas más pequeñas, de 2 x 3 metros, están encerradas 30 o más personas que se deben turnar para apegarse a la reja y poder respirar aire ‘puro’; hasta hace unos meses, los que estaban junto a la reja se topaban con el mal olor de la basura acumulada fuera de las celdas.

A solicitud de la senadora, ahora la basura del penal se recoge todos los días y no tres veces a la semana; sin embargo, pese a esto, el olor de todo el ambiente es insalubre por el hacinamiento.

Estoy aquí hace tres años por robar una garrafa”; “no puedo salir porque no tengo carné de identidad”; “no tengo para pagar un abogado”, fueron algunos de los testimonios que EL DEBER recogió de los internos que están ‘apilados’ en las celdas, durante las jornadas de descongestionamiento penal del año pasado.

Ante esta realidad uno de los objetivos, a corto plazo, planteados para esta gestión por el director nacional de Régimen Penitenciario, Samuel Villegas, es el cierre de esa carceleta, propuesta que hizo pública durante el Consejo Consultivo realizado en Santa Cruz el 7 de junio.

Villegas indicó que para ello se está adecuando un ambiente en el Centro de Readaptación Productiva de Montero (Cerprom) y que estaba a la espera de un informe para conocer a cuántos privados de libertad se trasladarían de la carceleta que está cerca de la plaza de Montero a este recinto modelo, ubicado en la carretera hacia Okinawa. Respecto al plazo, dijo que era “cuestión de semanas”, pero que estaba sujeto a la culminación de las obras.

Voz de exinternos y familiares

Dos exinternos de Cerprom y el familiar de una persona que actualmente está recluida en ese centro, coincidieron en señalar que se debe cuidar que los reos de la carceleta que sean trasladados al ambiente que se está acondicionando, deben ser previamente clasificados, no solamente para no ‘contaminar’ a las personas que no hubieran cometido delitos graves, sino también se tiene que ver que los reos tengan un perfil que permita integrarlos al sistema de readaptación productiva.

“Los que trasladen deben ser personas que quieran estudiar o trabajar y tengan ganas de rehabilitarse, porque en Cerprom la mayoría hace una o ambas cosas”, añadió uno de los consultados.

Otro de los pedidos es que no se lleve a más de 100 internos, cantidad para los que hay capacidad. En el nuevo ambiente “solo entran 90 personas y no reúne las condiciones de seguridad”, señaló otro exrecluso. Aquí cabe resaltar que en Cerprom solo hay siete policías, para custodiar a los más de 400 internos.

El exdefensor del Pueblo en Santa Cruz, Jorge Paz, alertó que si se lleva a más internos de los que se está en condiciones de albergar, el problema de hacinamiento que hay en la carceleta se trasladará a Cerprom. “La solución es construir un nuevo módulo en el terreno aledaño que la familia Sauto ha donado”, dijo.

Ambiente que se acondiciona

Sobre el ambiente donde se recibirá a los privados de libertad que sean trasladados, Paz Yabeta explicó que se trata de un espacio que ya estaba construido en Cerprom y que en realidad solo se está adecuando y equipando para sea usado como dormitorio.

La senadora Pinckert señaló que el informe que tiene es que el ambiente acondicionado era un espacio conocido como “comedor” de los internos, el cual se ha encerrado y ha pasado a ser una especie de galpón en el que se están construyendo baños e implementando con catreras.

Villegas aseguró que “no se afectará a los talleres; se tomó previsiones para no afectar áreas de atención a los internos”. Además, aseveró que “la población de Cerprom no ha puesto resistencia porque son conscientes de lo que se vive en la carceleta”.

Esto fue corroborado por un exinterno de Cerprom, quien aseguró que “todos los que están y hemos estado en Cerprom, en algún momento pasamos por la carceleta”.

El viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilfredo Chávez, considera que la carceleta de Montero “es un caso difícil” y que “más que ampliar las cárceles hay que mejorar el sistema de atención penal”.