La DDE prohíbe que los profes den tareas a los estudiantes durante el descanso pedagógico. Estamos a mitad de la gestión escolar, pero hay tiempo para evitar que el niño pierda el año

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1 de julio de 2018, 9:30 AM
1 de julio de 2018, 9:30 AM

Con las vacaciones de invierno llega la preocupación para algunos padres de familia que no saben qué hacer para que sus hijos mejoren sus calificaciones en el tercer y cuarto bimestre, y así salvar el año escolar. 


Si bien es cierto que las tareas durante el receso escolar están prohibidas por la normativa nacional, tres expertos en educación y una sicopedagoga recomiendan que los chicos realicen actividades culturales, recreativas o voluntariados para despejar la mente antes de retomar sus estudios, pero además aconsejan que el refuerzo escolar no sea visto como un castigo, sino que el binomio padres-hijos defina horarios para realizar tareas de reforzamiento escolar en las materias que están ‘flojas’.


Micaela Princiotto, directora general de la obra educativa Josefina Bálsamo, aconseja a los papás reflexionar sobre la falta de aprovechamiento escolar de los chicos, pues, a su entender, es la expresión más clara de que algo no está bien en la vida de un menor, por lo que urge “individualizar” el problema para saber si es conflicto emocional, de salud, de falta de atención o de mala relación padres e hijos. 


Los expertos consultados coinciden en que es este último factor el que suele perjudicar a los chicos, por lo tanto, que este tiempo de vacaciones sirva para reforzar esta relación. Un niño que está bien en casa, también está bien en el colegio.


Una vez que se haya profundizado en el problema del menor, según Princiotto, en las vacaciones se debe realizar actividades recreativas, artísticas o de voluntariado y, de manera paralela, padres e hijos deben decidir y definir si necesitan dedicar algunas horas del día para aquellos asuntos escolares que necesitan refuerzo.


Por su lado, la sicopedagoga Nadia Rocabado recomienda las clases de nivelación para un estudiante que está aplazado en varias materias y que se le haga un diagnóstico sicopedagógico para saber si es un problema de maduración en el aprendizaje. 


Ahora, si el estudiante no tiene bajo rendimiento, pero el padre de familia no quiere que su descendiente esté ocioso en las vacaciones y busca mejorar más las calificaciones, Rocabado recomienda que los padres o tutores familiares motiven al menor para que realice otras actividades que sean ajenas a las labores escolares, con la finalidad de reforzar sus procesos cognitivos superiores, como la atención, memoria, percepción y la concentración, ya que influyen en el aprendizaje. 


Pero además, se deben establecer rutinas y horarios para hacer actividades, como la lectura de un libro de cuentos o hacer crucigramas.

Lo que recomienda la DDE
Salomón Morales, de la Dirección Departamental de Educación (DDE), reiteró que en las vacaciones no están permitidas las tareas, por considerar que es un descanso pedagógico para la parte cognitiva, el esfuerzo y sacrificio que realiza el escolar, por lo que recomendó a los padres  que motiven a sus hijos para que realicen actividades recreativas, culturales y de lectura. 


Pero además explicó que durante las actividades académicas el profesor está en la obligación de identificar si un estudiante tiene problemas de aprendizaje o no tiene un aprovechamiento significativo de la enseñanza que se imparte en clase, por lo que el educador debe “hacer un reciclaje-enseñanza” para ayudar al escolar a que mejore sus calificaciones. 


Por ejemplo, en una clase que dura unos 45 minutos, el maestro debe poner mayor atención en los chicos que tienen problemas de aprendizaje y en esa misma clase tiene que hacer un esfuerzo para que el escolar capte y entienda el contenido.


“En este segundo bimestre ya no debería haber estudiantes que tengan malas calificaciones”, dijo Morales y opinó que, en algunos casos, la desintegración familiar es un factor predominante para el bajo rendimiento académico y es ahí donde los profesores se convierten en el primer filtro para identificar los problemas que agobian al estudiante. 
Una vez identificado el problema, el educador busca contactos con los padres o tutores del menor para dar orientación y recomendar que se deba buscar ayuda para superar el bajo  rendimiento escolar.

La última alternativa
Por su lado, la directora departamental de Fe y Alegría, Carmen Espinoza, explicó que, por ejemplo, si un alumno obtuvo calificaciones de 40 puntos en una materia durante los dos primeros bimestres, aún tiene oportunidad de salvar la materia y, por ende, el año escolar, siempre y cuando en los próximos dos bimestres saque una puntuación arriba de 62 puntos, es decir, que el estudiante debe acumular 204 puntos al sumar  los cuatro bimestres para pasar de grado con la mínima nota (51).

Las agendas y medios tecnológicos ayudan para conocer el avance académico de los chicos 

Las agendas diarias, las reuniones de padres de familias y los medios tecnológicos son algunas de las alternativas que tienen los papás para hacer seguimiento al avance que tienen sus hijos en las actividades académicas.


Hay colegios, como por ejemplo los de Fe y Alegría, que tienen reuniones de padres de familias una vez cada bimestre y ahí cada papá o tutor de un menor tiene la posibilidad de leer el registro diario que hace ya sea el profesor o el mismo alumno de las actividades más importantes que se realizaron en la jornada. Ahí se anota desde el incumplimiento con sus tareas, retraso en el horario de ingreso o mal comportamiento en clase, pero cuando la situación amerita una reunión de emergencia, esta se hace citando al padre en la agenda diaria que carga el estudiante. 


Otros colegios particulares dan más realce a los medios tecnológicos, pues cada padre de familia tiene una clave en la página web de la institución educativa con la que puede conocer las calificaciones que obtuvo el menor en los exámenes e incluso puede ver qué tareas y exámenes se aproximan.


Centa Reck, sicóloga de profesión, recomendó a los papás estar pendiente de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues esa etapa se debe trabajar de manera coordinada y conjunta con el profesor, alumno y padres de familia.


Dicho seguimiento debe ser diario y eso  implica estar cerca del niño y al mismo tiempo buscar la manera de que tenga un avance significativo en el aula, se haga un refuerzo en casa y aprenda hábitos de estudio.

Consejos

El rol del padre de familia
Hablar con el tutor de la clase para valorar si el escolar necesita un refuerzo y en qué materias. 
No es castigo
El refuerzo no es un castigo, hay que evitar que se desmotiven y que les afecte a su autoestima. No hay que comparar con los compañeros. 
Clases
Valorar si es mejor tener un profesor particular. Se debe saber si tiene la formación y los recursos pedagógicos para impartir el refuerzo. Las clases grupales pueden ser beneficiosas cuando los chicos son un poco introvertidos, según el portal
hacerfamilia.com
 

ANÁLISIS

Dalia Muñoz: “Los padres tienen que armar el plan” 

En vacaciones es importante que los niños puedan disfrutar del tiempo libre y descansar de lo que demanda el colegio, la organización, las tareas diarias y la exigencia intelectual. Las vacaciones, como bien lo dice la palabra, es para disfrutar, recrearse, poder jugar con amigos, vecinos y padres. 


La mayoría de los papás deben continuar con sus trabajos, por lo que es recomendable pensar en actividades recreativas para que los niños desarrollen junto con los tíos, abuelos o vecinos, y no se queden todo el día en casa frente a la computadora y la televisión.


Las vacaciones no pueden ser un tiempo improductivo, está bien que los chicos descansen de las actividades académicas, pero deben realizar otras bien programadas en las que se recreen y que les aporten algún aprendizaje. Los límites de horas frente a la televisión, internet, juegos electrónicos, deben ser acordados; se puede dejar que se levanten más tarde, pero no que se acuesten más tarde en la noche. Es importante conocer su opinión sobre las actividades o deportes que desean realizar.


Los papás tendrán que armar  un plan de juegos para sus hijos, salidas al teatro, al cine y a espectáculos. Si el niño tiene problemas en el colegio, hay diversas maneras de reforzar los contenidos sin tenerlo largas horas frente al cuaderno. Se puede leer un cuento acompañado de la mamá o del papá.

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