En el interior del mercado, a los que les va mejor es a los que venden abarrotes, verduras y carnes. Los gremiales de Flores, que fueron ubicados en el área del parqueo, es decir, fuera del mercado modelo, carecen de energía eléctrica y de baños

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9 de agosto de 2018, 4:00 AM
9 de agosto de 2018, 4:00 AM

Han pasado tres meses del traslado de comerciantes al mercado Minorista La Ramada y tres realidades se pintan en este centro de abastecimiento. Mientras a algunos vendedores que están dentro del moderno mercado les va bien en las ventas, otros están con las caras largas debido a los bajos ingresos, pero también hay otros en peor situación, los cuales no solo se quejan porque no hay clientes, sino por la falta de servicios básicos.

Dentro del nuevo centro de abastecimiento, en los sectores de abarrotes y carnes se registra un mayor movimiento. Clientes y comerciantes destacan el orden, la comodidad y la limpieza. Los puestos se ven llenos de mercadería y los comerciantes se dedican a ofrecer y vender sus productos a las amas de casa que llegan hasta el lugar.

El optimismo predomina entre algunos gremiales, siendo este el caso de Sonia Mamani, que nota que las ventas han empezado a subir. Ella vende verduras y abarrotes y por día está logrando reunir entre Bs 300 y Bs 700, que se acerca a lo que vendía en el mercado antiguo, que llegaba a Bs 1.000 por día. “Lo bueno es que estamos cómodos, bajo techo y ordenados”, asegura.

Carlos Sumoya también está contento porque en los últimos dos meses le comenzó a ir mejor con la venta de productos cárnicos. “El primer mes no había gente (clientes), pero poco a poco está llegando en mayor cantidad y las ventas han mejorado”, indicó este comerciante que se dedica a esa actividad hace diez años.

El entusiasmo pareciera diluirse al pasar al pabellón de ropa, donde algunos comerciantes aseguran que están arriesgando hasta su capital por las bajas ventas. “Tenemos un bonito mercado, pero las ventas no repuntan. Hoy (por ayer) no he vendido nada. Estoy gastando de mi capital para solventar mi almuerzo y otros gastos”, asegura Martina Condori. “Hay días que no vendo ni Bs 20. Tenemos familia que mantener y ya no sabemos qué hacer”, expresa otra vendedora.

Cruzando la calle, es decir, a pocos metros de distancia del nuevo centro de abastecimiento, están asentados los afiliados de la Federación Gremiales Unidos, que encabeza el dirigente Jaime Flores. Ellos han construido casetas, las cuales lucen vacías.

Allí hay más lamentos que alegrías. Hay quienes no aguantaron la falta de clientes, además de la falta de luz y de sanitarios y decidieron cerrar sus puestos, otros volvieron a vender a las calles, a escondidas de las batidas de los funcionarios municipales y lejos de los tradicionales centros de abastecimiento.

Los que quedan cuentan los días. Aseguran que tomarán medidas en caso de que la Alcaldía no provea de los servicios, que ahuyenta a los clientes. Ellos reclaman la construcción de un mercado, con las condiciones adecuadas, el cual debía hacerse en 90 días, pero este plazo ya feneció y las obras no han arrancado, indicó el dirigente Jaime Flores.

Débora Pinto, que vende productos naturales en dicho sector, comentó que ante la falta de sanitarios se ven obligados a buscar baños en los domicilios particulares aledaños al lugar. Además, dijo que por la falta de energía eléctrica se ven obligados a cerrar sus puestos a las 17:00, pues temen robos durante la oscuridad.

Ella asegura que por día logra vender Bs 100, mientras que en el antiguo mercado sus ingresos diarios llegaban hasta los Bs 2.000.

Máxima Llanos, que vende cosméticos, manifiesta que se “está comiendo hasta su capital” porque no hay clientes. “Vendo Bs 20 o Bs 30. Algunos salen a ambular para poder recuperar algo”, cuenta.

A Marcelino Fernández, peluquero, tampoco le ha ido bien desde que se mudó al parqueo del nuevo Minorista La Ramada. Para tener ingresos, por las tardes sale a trabajar en un salón en el centro de la ciudad, ya que en su puesto no hay clientes.

Para contar con energía eléctrica, algunos que se dedican a la venta de CD o tienen salones de belleza, se han conectado al alumbrado público, pero saben que corren riesgo de un cortocircuito.

La Alcaldía destaca el traslado

Durante la rendición de cuentas públicas del alcalde Percy Fernández, realizada el martes, se destacó el trabajo de reordenamiento de la ciudad, con el traslado de comerciantes a los nuevos centros, pero el secretario de Infraestructura y Equipamiento Social, Roberto Áñez, recalcó que es un proceso que está en fase de consolidación y que precisa del apoyo de la población cruceña.

Consultado sobre los reclamos de la Federación de Gremiales Unidos, aclaró que el proyecto de construcción de un tinglado sigue en pie, pero ellos mismos han pedido que se busque otro terreno, ya que por ahora cuenta con casetas.

El secretario indicó que se espera que en el transcurso de 15 días ya cuenten con energía eléctrica.

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