El autor del crimen ya estaba velando a la víctima en su vivienda, cuando llegó la Policía a investigar el hecho y descubrir que se trató de un feminicidio

7 de mayo de 2024, 17:37 PM
7 de mayo de 2024, 17:37 PM

Luis Ediberto Orruri Cándido, de 25 años, fue sentenciado a 30 años de cárcel, que deberá cumplir en el penal de Palmasola. Fue sentenciado en una audiencia de procedimiento abreviado en la que admitió que mató a su esposa Martha M. J., de 23 años, y que trató de hacer creer que la muerte se debió por un accidente de tránsito.

El fiscal departamental de Santa Cruz, Róger Mariaca, indicó que Luis Ediberto Orruri fue imputado por el y que en la audiencia se demostró su culpabilidad, motivo por el cual el Juzgado de Instrucción Penal del municipio de San Ignacio de Velasco ordenó la pena máxima.

 “Como Ministerio Público, una vez que se tomó conocimiento del hecho, se realizaron todas las diligencias investigativas como la declaración de testigos, se solicitó el informe policial de la unidad de Tránsito, toda vez que el sujeto quiso hacer creer que la mujer murió a consecuencia de una caída en motocicleta, además que el hombre reconoció haber cometido el delito y solicitó someterse a la salida alternativa de procedimiento abreviado, en ese marco, la autoridad jurisdiccional determinó la sentencia”, informó Mariaca

¿Cómo se descubrió el feminicidio?

Este crimen se descubrió el lunes 6 de mayo porque los familiares de Martha denunciaron que perdió la vida y que sospechaban de Luis Ediberto Orruri Cándido, quien ya había instalado un velorio en su vivienda, ubicada en el municipio de San Ignacio de Velasco.

Por su parte, el fiscal asignado al caso, Luis Cervantes, indicó que se trasladó al velorio con los agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) para levantar el cuerpo sin vida de Martha y llevarlo a la morgue para que se inicie las investigaciones.

En su declaración, Luis Ediberto Orruri Cándido dijo que su pareja perdió la vida a las 1:00 del domingo 5 de mayo cuando se cayó de su motocicleta de regreso a su casa de una fiesta. Esta versión fue observada por la Policía de Tránsito, porque no tenían reporte del accidente.

Además, el examen forense develó que la mujer murió por asfixia por sofocación y que tenía hematomas en algunas partes del cuerpo, según informó Cervantes. Ante esa evidencia, el acusado terminó confesando el crimen y aceptando una condena de 30 años de cárcel.