Un ataque aéreo del Gobierno sirio cobró la vida de 11 civiles. El bombardeo se suma a una lista de mortíferos operaciones registradas en la última semana. La situación pone en duda el acuerdo firmado en octubre entre Rusia y Turquía

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27 de julio de 2019, 23:50 PM
27 de julio de 2019, 23:50 PM

La ciudad de Ariha Al, en el sur del último bastión rebelde sirio de la provincia de Idlib, fue blanco de un ataque aéreo del Gobierno de Bashar Al Assad este 27 de julio. La detonación se  fue exactamente en una plaza de mercado, un punto usualmente frecuentado por los civiles.

En el ataque murieron 11 civiles y más de 10 personas resultaron gravemente heridas, los fallecidos se suman al centenar de víctimas mortales que han dejado los violentos ataques de la última semana.

De acuerdo con el Alto Comisionado para los derechos humanos de las Naciones Unidas los civiles continúan siendo los más afectados en esta guerra. “Los ataques internacionales contra civiles son crímenes de guerra y quienes los han ordenado o los han llevado a cabo son responsables penalmente por sus acciones” dijo Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

Colville hizo un llamado internacional para que se ponga la mirada en este conflicto que continúa cobrando vidas, entre ellas las de muchos niños.

“Al menos diez lugares diferentes, ocho en Idlib y dos en la zona rural de Alepo, han sufrido víctimas civiles como resultado de los ataques aéreos en los últimos diez días, causando un mínimo de 103 muertes de civiles de los cuales al menos 26 eran niños”, agregó el portavoz.

De acuerdo con el último recuento del Observatorio sirio de Derechos Humanos, la violencia se ha incrementado desde el pasado 30 de abril, cuando las fuerzas gubernamentales emprendieron una ofensiva contra las facciones opositoras, durante la cual han fallecido 824 personas, en su mayoría civiles, incluidos 208 niños. Los hechos ponen en duda el acuerdo firmado entre Rusia y Turquía que desde octubre de 2018 estableció una tregua en el bastión rebelde de Idlib.

La Defensa Civil Siria encargada en apoyar labores de rescate también se pronunció ante el último bombardeo.

Por su parte, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció en un comunicado la indiferencia internacional ante la crisis que se vive en Siria.

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