El proyecto para extender la Emergencia Alimentaria hasta 2022 se convierte en ley luego de que el pasado 12 de septiembre también fuera avalado en la Cámara de Diputados. El presidente Mauricio Macri ya había dado su respaldo

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19 de septiembre de 2019, 11:33 AM
19 de septiembre de 2019, 11:33 AM

En medio de una profunda crisis económica que golpea aún más a los hogares argentinos con menos recursos, el oficialismo y la oposición se unieron para aprobar el programa que busca fortalecer programas sociales para las comunidades más vulnerables.

La ley establece un aumento de al menos el 50 % en el presupuesto nacional para el abastecimiento de comedores y merenderos, dirigidos a la población con menor capacidad económica.

Según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, este incremento implicará un costo fiscal adicional este año de alrededor de 172 millones de dólares.

Asimismo, la norma permite al Jefe de Gabinete actualizar trimestralmente el presupuesto correspondiente a las políticas públicas de alimentación y nutrición, según el aumento de la inflación y posibles cambios sobre los productos básicos de la canasta familiar.

“No nos cabe duda de la necesidad del tratamiento de este proyecto, porque la pobreza lamentablemente en nuestro país ha incrementado, de hecho, en el 2015 el número de pobres era de un 30 %, en el 2018 del 33.6%. Cuando advertimos la situación en los menores de 17 años, empeora del 46.1 % pasamos al 51.7 %”, afirmó la senadora Maria Cristina Fiore, durante el debate.

La ley de la Emergencia Alimentaria Nacional fue aprobada por primera vez en 2002, por decreto, y ha tenido varias renovaciones, la más reciente fue en 2016 y vence en diciembre de 2019. La prórroga ahora aprobada por el Congreso la extiende hasta diciembre de 2022.

La medida deberá ser aplicada bajo el Gobierno de cualquier presidente que resulte electo en los comicios de este 27 de octubre, en los que el actual mandatario aspira a la reelección, pero en los que también el peronismo se perfila como un posible ganador, según los resultados obtenidos en las elecciones primarias, también llamadas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, PASO, realizadas en agosto.

Manifestantes urgieron a contrarrestar el aumento de la hambruna entre los más pobres

En las últimas semanas se registraron movilizaciones pacíficas frente a la sede del legislativo, en Buenos Aires, y otras protestas con choques violentos contra la fuerza pública, en las que los ciudadanos exigieron al Gobierno actuar sobre lo que aseguran que es uno de los efectos más graves de la crisis: el aumento del hambre entre los pobres.

“Empezamos en abril con un total entre 20 y 30 chicos. Estamos en septiembre y superamos la barrera de los 100 y agregamos adultos, lo que tenemos para ofrecer ahora en este preciso momento es una vez a la semana comedor y dos veces por semana merendero”, aseguró Viviana Espindola, trabajadora de un comedor público local.

El crecimiento económico argentino pasa por un estancamiento, mientras la inflación supera con creces los salarios, lo que lleva a un fuerte aumento de la pobreza, según muestran datos oficiales.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos informó a principios de este año que la pobreza extrema en el país aumentó a un 6.7 %, a diferencia del 4.9 % del primer semestre de 2018.

De acuerdo con información del Gobierno y de los mercados cambiarios, después de los resultados de las elecciones primarias del pasado 11 de agosto, que mostraron un posible regreso del peronismo al poder, que tuvo una fuerte intervención estatal sobre la economía y un discurso anti mercados, se registró pánico en las inversiones y en los mercados.

La situación se tradujo en una mayor devaluación de la moneda local y un incremento de la ya alta inflación, lo que conlleva a un aumento en los niveles de pobreza.

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