Los test genéticos revelan cómo influyen lo que comes, cómo duermes y el ejercicio que haces sobre tu peso. A veces sucede que aunque hagas ejercicio, la dieta no siempre funciona. Una nutricionista te da las explicaciones.

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5 de marzo de 2018, 10:29 AM
5 de marzo de 2018, 10:29 AM

¿Sabías que el gen llamado ADRB2 27Glu, en su combinación Glu/Glu da lugar a una cierta resistencia a la pérdida de peso ante niveles de actividad física elevados? Si en tu genoma está inscrita esta variación, te conviene un ejercicio aeróbico moderado para perder peso y no matarte en el gimnasio, pues las personas con buena respuesta frente al ejercicio tienen este gen en la forma Gln/Gln y no en la forma Glu/Glu.

Tu dieta está escrita en el ADN

Quizá estas letras con las que se denominan los genes te suenen a chino, pero lo cierto es que son una prueba de que la restricción de carbohidratos y grasas saturas no vale igual igual para todo el mundo (ni siquiera combinada con ejercicio), pues ante un mismo caso de obesidad con esta práctica se obtienen muy distintos resultados.

La explicación la web Mujer Hoy está, según Ingrid Castaño, nutricionista de Genomic Genetics International en que la valoración de los genes es decisiva para conocer el funcionamiento del metabolismo.

Usando de nuevo la nomenclatura de los genes: las personas que portan en su genoma las combinaciones CC o TC del gen APOA5 tienen un comportamiento distinto al habitual, pues mientras la reducción de grasas en su dieta no ayuda a disminuir su masa corporal, la ingesta de grasas monosaturadas y PUFAs, sí beneficia su pérdida de peso. Sin embargo, las personas que portan en su genoma las forma TT del gen APOA5, tienden a aumentar su índice de masa corporal (IMC) a medida que ingieren más grasas.

Sigamos con los genes. En cuanto a los hidratos de carbono, uno de los genes que desvela si son adecuados o no para la dieta se conoce como PLIN 11482 G>A. Cuando aparece con las combinaciones que incluyen su forma poco habitual (A), ya sea AA o AG indica que, para perder peso, se tendría que aumentar la ingesta de hidratos de carbono complejos.

En este caso, la dieta restrictiva en hidratos no valdría, ya que su menor consumo daría lugar al aumento de la masa corporal, sobre todo a nivel abdominal. Cuando el PLIN 11482 G>A aparece como GG el comportamiento del organismo es similar a los resultados a los que estamos acostumbrados, es decir, adelgazar reduciendo el consumo total de hidratos de carbono.

En definitiva, tal como aclara la experta de Genomic Genetics International, un test genético da una información válida para poder actuar con eficacia sobre los factores externos como son el ejercicio, la alimentación, el descanso y el estrés, pues nos da información sobre cuánto influyen en nuestro peso y ayuda a marcar las pautas que debemos seguir.

Así, dependiendo de cómo metaboliza el organismo y de las variantes genéticas, puedes acumular grasa a nivel abdominal (obesidad abdominal) o puedes tener un metabolismo energético eficiente (con un reducido gasto calórico), lo que sería un signo de que tu cuerpo está preparado para desarrollarse en un ambiente con poco acceso al alimento.

A la hora de valorar la importancia de la personalización de la prescripción basada en la nutrigenética, Castaño revela: "Existe una idiosincrasia metabólica, y las capacidades adaptativas del organismo para defenderse son diferentes en cada caso. Esta información es el resultado de una valoración clínica y genética, junto con la información de las características antropométricas del paciente y su estilo de vida".