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28 de noviembre de 2018, 4:00 AM
28 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Serás una triunfadora... cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar. Cuando confíes en ti misma aunque todos duden de ti y dejes de preocuparte por el qué dirán. Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como largas en resultados. Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolismo de tu vida. Cuando sepas distinguir una sonrisa de una burla y prefieras la eterna lucha que la compra de la falsa victoria. Cuando actúes por convicción y no por adulación.

Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y rica sin perder tu humildad. Cuando sepas perdonar tan fácilmente como ahora te disculpas. Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre, y junto al rico sin pensar que es un dios. Cuando sepas enfrentar tus errores tan fácil y positivamente como tus aciertos. Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza. Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras y tu ausencia a quien no te aprecia. Cuando ya no debas sufrir por conocer la felicidad y no seas capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas por el placer. Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te rodean, sino en Dios y en tu propia persona. Cuando aceptes los errores, cuando no pierdas la calma, entonces y solo entonces, serás...

¡Una triunfadora! Triunfadora o exitosa, es lo mismo, por ello, en una charla sobre autoayuda y superación personal surgió lo que hacen las mujeres exitosas: creen en ellas mismas por encima de todo, o sea que siempre se ponen adelante en la lista. No se aferran al pasado, porque es tiempo que ya no existe. Actúan para alcanzar sus sueños y adquieren la responsabilidad de entender que si no lo hacen ellas, nadie lo hará. Pone límites, porque su tiempo vale oro. No le temen a equivocarse, y si se equivocan no se asustan, se sacuden el fracaso y continúan. No tejen historias o aceptan cuando las cosas se dan y cuando no, continúan como si nada hubiese pasado. Se cuidan, porque para las mujeres exitosas su cuerpo, por un lado, es su envase y, por otro, su herramienta de trabajo

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