‘Charito’ Arzabe Argandoña se muestra como una eterna optimista de la vida. “Me considero una mujer de fe, por lo tanto, no creo que algo sea imposible”, afirma

El Deber logo
13 de diciembre de 2017, 4:00 AM
13 de diciembre de 2017, 4:00 AM

‘Charito’ Arzabe, como la llamamos con cariño los amigos de toda la vida, es una mujer de temple que viene sembrando muchas historias y grandes victorias en la vida. Creativa y estratega publicitaria, directora de arte y producción audiovisual, recibió el título de Publicista Latinoamericana en el Festival Mundial de Publicidad en Gramado (Brasil). Periodista, columnista y poeta. Inversora de Torre Alas, recibió el premio Maya al Mejor Emprendimiento Arquitectónico de 2015. 

Autora del libro El lado oscuro de mi luna, edición agotada de la editora La Mancha, ya tiene en puerta otro lanzamiento, el poemario Amatorio, y así lo explica: “Pedí al escritor, poeta y compositor Pedro Shimose que lea mi segundo libro y me dijo: “Voy a ser duro con vos”.  “No se preocupe, soy cueruda, deme palo sin asco”, le respondí: “Mi segundo libro está listo, solo me falta la ilustración”. Esto es una primicia. 

¿Quién es ‘Charito’ Arzabe?
Es una mujer perseverante, creativa y obsesiva con su misión en la Tierra, mientras trata de ampliar su perspectiva puesta a prueba constantemente, en una actitud de aprendizaje y de tener su propia versión de las cosas.

Soy una contestataria con lo preestablecido, una cuestionadora que no asume paradigmas teóricos sin respaldos prácticos. 

Evito ser encasillada en definiciones ajenas. No creo que el rosado sea el color de mi género, ni que la mujer tenga alguna limitación, sobre todo si es una convencida de algo. Una mujer de fe no depende de sus propias fuerzas. También soy de hacer grandes apuestas. No solo en lo económico al haber construido un edificio sin precedentes (Torre Alas), sino que apuesto el corazón por esta tierra que amo, donde cosecho los frutos de la osadía y el amor.

¿Cómo define su experiencia como madre sola asumiendo la misión de criar y formar a sus hijas? 
Es la tarea más bella, retadora e importante de mi vida. Una prioridad de redoblado esfuerzo que me dio sentido. 
Reconozco mis limitaciones en este proceso y también a las personas que me apoyaron en la enseñanza de valores y principios eternos e inmutables, que son la brújula con la que mis hijas saben siempre dónde queda el norte. 
Ahora también estoy viviendo lo maravilloso que es ser madre de dos hijos varones: Alcides Parejas y Hermes Aponte, casados con mis hijas Nicole y Lauren, a lo que se suma la indescriptible experiencia de ser abuelita primeriza con Alcides Emannuel. Ahora sé lo que es el verbo babear. 
 ¿Quiere compartir su receta de vida feliz?
Mis chispas de felicidad tienen diversas fuentes: se originan en el bastión de la familia, en especial en la sonrisa de mi nieto, en los amigos que tienen mi mismo ADN, en un trabajo bien hecho, en los sueños aún por lograr, en el poder oculto de las pequeñas cosas si me detengo a observar.

¿Hoy se siente más feliz?
Me provoca alegría leer un poema, una frase bien escrita, me emociona el arte, un gesto espontáneo, saborear un buen bocado. Mi padre me dijo que tenga menos expectativas con todo y con todos. Para poder ser más feliz sin esperar. No se debe perder el entusiasmo, la iniciativa ni la imaginación. Como seres humanos e imperfectos, lo que más rápido perdemos es el autocontrol y es necesario perdonarnos y perdonar.

Como somos tan falibles y propensos a maquinar todo tipo de artimañas en contra de nosotros mismos, urge reinventarse constantemente, llenar los vacíos del alma sabiendo que nuestro paso por esta tierra es como un grano de arena en el viento.

Al final, ¿qué le puede quitar el sueño?

Hay una vigilia permanente en la que estamos pidiendo a Dios que haga un milagro y levante a mi sobrina Ángela Foianini. 
Confieso que me quitó el sueño deber millones al construir Torre Alas. Me quita el sueño dejar cosas pendientes, por eso no dejo para mañana lo que puedo hacer hoy. Alguna vez me quitó el sueño la ingratitud, sentí la mordida de un perro al dar de comer.  

No me quitan el sueño, pero son monstruos que dan pesadillas: la inseguridad que habita con nosotros, la falta de condiciones para la educación, justicia y trabajo. 

Me mata que los médicos tengan que entrar en paro en vez de ser motivados a ejercer su juramento hipocrático. Me duele que después de toda una vida, la jubilación del trabajador sea indigna.
Me molestan las leyes que atentan contra la vida, la libertad y la democracia. Me fastidia la corrupción. Me apena ver cómo caen los árboles y se respira humo. 

Así que es urgente despertar antes de que a Bolivia se la “coman los cocos”.

 Poemas inéditos

Seguís buscando
Has montado unicornios,
cabalgado ombligos,
hurgado cavernas,
contado infinidad de cuentos.
Has buscado tanto,
tanto…
y siempre fui yo.

Que quede claro
Yo no te ofrecí ninguna manzana,
ni hablé con ningún reptil.
Vos te fuiste del paraíso
al cruzar la puerta del jardín.

Tensa calma
Saldré pancarta en mano a recorrer las calles y montaré mi carpa de protesta en media plaza.
Escribiré mi grito en las paredes y entraré en huelga de hambre indefinida.
Me crucificaré en el poste de tu esquina y desfilaré con un mensaje que diga: Haceme el amor, no la guerra.
Ya no aguanto esta “tensa calma” que hay entre vos y yo.