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12 de junio de 2019, 4:00 AM
12 de junio de 2019, 4:00 AM

En Latinoamérica, ocho de cada 10 mujeres prefieren los chats de las redes sociales, y entre ellas un 33% utiliza el Facebook varias veces al día para conectarse con sus familias y amistades, según la reciente investigación de Intel, publicada en BBC Mundo.

Otro censo realizado en Europa detectó que esa dependencia puede ser peligrosa e influenciar (y empeorar) su salud mental en los siguientes aspectos: la calidad del sueño, la imagen corporal, el ciberacoso, el sentimiento de pérdida de algo, inclusive generar un estado depresivo. También se conoció que “los hombres se inclinan más por la recopilación de información, revisión de videos y creación de contenidos de opinión sobre todo a través del Twitter”.

Toda esa información ubica a las mujeres en una situación más vulnerable. Son un blanco fácil para la difusión de cosas negativas, el compartir de manera automática las noticias que siembran el pánico sobre la situación política y económica, las violaciones, crímenes o asaltos, y así se produce una especie de acción inmediata que cunde el pánico.

En nuestro medio también se promueven esos ataques (ciberacoso) con publicaciones de fotos y comentarios ofensivos en contra de las muchachas que tienen el coraje de denunciar agresiones y violaciones grupales (el caso de la manada). En esta época de elecciones se evidencia el acoso político a aquellas que desempeñan cargos públicos. A la arquitecta Angélica Sosa, presidenta del Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra, no le perdonan sus acciones y su liderazgo que se ha ganado por méritos propios y capacidad profesional. A todas ellas, les debemos solidaridad.

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