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28 de febrero de 2018, 4:00 AM
28 de febrero de 2018, 4:00 AM

La diabetes de tipo 2 es una de las enfermedades crónicas más prevalentes asociadas al estilo de vida, la mala alimentación y el sedentarismo. Pero esto del sedentarismo, el sobrepeso y  la diabetes ya suena a cliché y temo que la mayoría de los pacientes no saben realmente por qué es importante el ejercicio para prevenir y combatir estas enfermedades.

La resistencia a la insulina es la alteración que se presenta en los diabéticos, cuya causa puede ser genética o por factores externos, tales como la falta de actividad de los músculos. Nuestro cuerpo está constituido por un 40% de masa muscular y es el órgano más activo metabólicamente, consumidor del 80% de la glucosa. Hasta hace unos años se le atribuían solo funciones mecánicas, de contracción. Pero ahora es vasta la evidencia científica acerca de la importancia del músculo en relación con funciones hormonales y metabólicas. En el diabético, la masa muscular se encuentra disminuida y esta es incapaz de consumir la glucosa que le llega a través de la sangre, aún en presencia de la insulina.

La importancia del ejercicio físico radica en que mediante la contracción muscular se activa un mecanismo alternativo que hace ingresar la glucosa al músculo, independiente a la acción de la insulina. Es decir que, al margen de la resistencia a la insulina, la glucemia se encuentra controlada por medio del ejercicio hasta 18 horas posteriores al esfuerzo. Esta es una de las razones por la cual la actividad física destinada a preservar y rehabilitar la función muscular es de vital importancia tanto en personas sanas como en diabéticas.