“A los padres que sí han estado ahí para sus hijos, y han sabido amarlos, los felicito y les agradezco de corazón”.

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13 de marzo de 2024, 10:00 AM
13 de marzo de 2024, 10:00 AM

Tania Monje, psicóloga

Tania Monje
Tania Monje

Hace unas semanas escuchaba un podcast de manera casual en el auto, descubrí a Ricardo Rivera, escritor y mentor de hombres, director de Voices of Brotherhood, un proyecto enfocado en el hombre, en su salud mental y en el desarrollo sano de su masculinidad.

Participan de este proyecto, hombres que quieren cuidar su salud mental, mejorar su bienestar y calidad de vida, desarrollando hábitos más sanos y herramientas de comunicación y gestión emocional que les permiten llevar mejores relaciones con su entorno, sobre todo, con ellos mismos.

“Ser hombre hoy: La batalla interna de los hombres”

Así se llama el episodio número 88 del Podcast ‘Más allá del Rosa’, que dirige Jessica Fernández. Dura cuatro horas (casi una miniserie) y lo escuché dos veces, por interesante e importante; después, revisé la página de Voices of Brotherhood, en detalle. Vale la pena visitarla, para hombres y mujeres.

¡Ellos también sufren!

Sufren tanto reveses de la vida como violencias de todo tipo: psicológicas, físicas y sexuales; pero hablar de ello, pedir ayuda cuando están en desesperación y angustia, no suele ser tan fácil.

El complejo de Atlas Los pilares de valoración social masculina son estereotipos limitantes y dañinos. Suponen que “ser hombre” es poder con todo (Rivera habla del Complejo de Atlas, el que tiene que resolver los problemas de todo el mundo en la familia).

O sea, generar mucho dinero, ser atractivo para muchas mujeres, controlar o “manejar” a los otros y a su familia, controlar las emociones, en lo posible, “no sentir”, ser analfabeto emocional. Todas creencias y exigencias de prepotencia absoluta.

La vergüenza de pedir ayuda

Los contratiempos, las imposibilidades, las vulnerabilidades golpean no solo la seguridad y tranquilidad, sino también la valoración personal del “ser hombre”. El desliz hacia el polo de la impotencia.

Entre la acumulación de la presión emocional y la vergüenza de pedir ayuda, se suelen desarrollar problemas de salud mental, depresión, ansiedad, desesperación, cruzar la línea de la violencia, adicciones; en fin, un círculo de dañar y dañarse en el que los hombres están llevando la delantera.

Día del Padre: un desafío doble

En este mes hay grandes desafíos. Entender, como dice Rivera, que decir “necesito ayuda”, “necesito apoyo”; no te hace menos hombre. Solo te hace humano; merecedor de amor, de cuidado, de respeto, de apoyo si lo necesitas, y ser consciente también, de que tienes la oportunidad de estar presente con mucha conexión afectiva en la vida de tus hijos.

Así vamos desmontando tantas creencias limitantes con respecto a la masculinidad, para liberarlos de tremenda trampa.

Abrir la posibilidad (a los papás de hoy) de expresar sentimientos, necesidades, de buscar apoyo, de que sepan, porque se los dices con todas las letras y con tus abrazos apretados, que los amas y estarás ahí para ellos en todo momento.

“Niños sin padre: El rechazo a la masculinidad sana”

Finalizo con un extracto del artículo del mismo Ricardo Rivera:

“A los padres que sí han estado ahí para sus hijos, y han sabido amarlos, rompiendo ese ciclo eterno de desconexión, los felicito y les agradezco de corazón. Son los seres más valientes sobre esta tierra.

Y a quienes no han podido estar para sus hijos porque así lo aprendieron de sus padres o simplemente no han sabido hacerlo, nunca es demasiado tarde.

Siempre se puede decidir comenzar de nuevo y hacer un cambio, enseñar a nuestros hijos que un verdadero hombre no es aquel que tiene un gran salario, sino aquel que es un ejemplo de dedicación, de propósito y de amor, sin importar si es ingeniero, enfermero, bailarín, cantante. Nunca es tarde.

¡Demos ese ejemplo!”