Desciende el agua en Cobija y deja una estela de destrucción
La fuerza del Acre queda en las calles y viviendas, que están llenas de lodo, escombros y palizada
El nivel del agua baja en Cobija y deja las marcas del desastre. Quedan calles y viviendas llenas de lodo, palizada y escombros, además del dolor de las familias que vuelven a sus casas y encuentran una estela de destrucción.
El descenso del agua queda estampado en los muros de las viviendas que tienen marcada la humedad de la corriente, que obligó a salir de sus hogares a 1.179 familias, que buscaron refugio donde parientes, amigos o en alguno de los nueve albergues que se habilitaron, luego del desborde del río. Cuatro días después de la crecida histórica, el agua bajó y las familias intentan volver a sus viviendas.
Imágenes difundidas por Televisión Universitaria, que realizó un recorrido por las zonas afectadas, muestran cómo muchas viviendas ya no están aptas para ser habitadas. Además, las calles están llenas de lodo y escombro, hay desechos inservibles y palizada por todos lados. El puente de la Amistad también muestra el desastre, donde quedaron escombros y palizada.
El clamor de las familias es grande. Solicitan a las autoridades que les envíen cisternas con agua para la limpieza de sus viviendas y avenidas, además que les doten de insumos de limpieza.
José Quispe, del barrio Puerto Alto, es uno de los pobladores que comenzó a realizar la limpieza de su casa. Indicó que no esperaba que su casa se llene de agua, porque ni siquiera contemplaron que el río alcance niveles históricos.
También empiezan a realizar los trabajos que permitan habilitar los servicios básicos en los hogares. ENDE moviliza personal que se encarga de revisar bien los medidores y restablecer, de a poco, la energía eléctrica en los barrios donde haya las condiciones. La Gobernación despliega maquinaria para el retiro de escombros de las calles y para ayudar a las familias.
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