El exministro cumplirá condena en una cárcel del estado de la Florida el 11 de febrero de 2026. La Cancillería ya tramitó su extradición, informó ayer el procurador del Estado, César Siles. El caso tiene que ver con la compra de gases lacrimógenos

15 de abril de 2024, 4:00 AM
15 de abril de 2024, 4:00 AM

Arturo Murillo Prijic nunca se separó de sus amistades de infancia. Hizo con ellos negocios como empresario hotelero, como inmobiliario y también como político. Con cuatro de ellos mantuvo la conexión y con esos cuatro cayó en prisión por corrupción. El exsenador y exministro y sus cuatro amigos cercanos se repartieron $us 2,3 millones por el negocio de compra de agentes químicos en 2020 a nombre del Estado boliviano. Ahora, la Cancillería gestiona su extradición.

Sergio Méndez Mendizábal es una de las piezas clave del entorno de Murillo. Nació en Cochabamba y hasta antes del escándalo de corrupción era un abogado ligado al rubro inmobiliario. En este ámbito hizo varios negocios con el exministro, de quien era una especie de asesor jurídico.

Cuando Murillo fue designado ministro de Gobierno nombró a Méndez como su jefe de gabinete. Era la persona de confianza y con quien armó el negocio de compra de gases lacrimógenos desde la instancia pública. Ahora, Méndez fue expulsado de Estados Unidos el 3 de abril y un día después fue recluido en la cárcel de San Pedro, en La Paz.

Murillo y Méndez fueron amigos de infancia y que desde temprana edad tenían la obsesión por realizar negocios. Eso los unió en varios emprendimientos. Uno de ellos fue el hotel en el Chapare cochabambino, del que era dueño el exministro.

Méndez creó la firma de abogados Apoyo Abogados & Consultores en la ciudad de Cochabamba. Este equipo jurídico tenía como una de sus especialidades el asesoramiento a empresas dedicadas a bienes raíces. De ahí que se investigó a otra empresa involucrada en este caso: la inmobiliaria El Doral, que tiene sede en Cochabamba y una filial en Santa Cruz de la Sierra, y de la que era accionista otro amigo de Murillo

Luis Berkman Littman, junto a su hijo Bryan Samuel Berkman, eran dueños de Bravo Tactical Solutions (BTS), unas de sus empresas vinculadas con el comercio de armamento y que fue la utilizada para hacer el negocio ilícito como empresa intermediaria. Los Berkman también figuraban como representantes de Army Specs, creada en abril de 2018; International Defense Group Incorporated, creada en enero de 2004; BB Distribution, creada en mayo de 2017; y Juice Monkey, creada en junio de 2011. Todas ellas comparten direcciones de domicilio vinculadas a Bravo Tactical Solutions.

Berkman papá es amigo de infancia de Murillo y al igual que él, solo llegó a concluir la secundaria. Nació en Cochabamba y en 2012 se hizo ciudadano estadounidense, según declaró ante la Jueza Jacqueline Becerra del Tribunal del Distrito de Florida (Estados Unidos), en su audiencia del 28 de septiembre de 2021.

Berkman y Murillo hicieron negocios en el rubro de importaciones y también fueron socios en asuntos hoteleros. Cuando el exministro lo contactó para hacer negocio con la compra de gases lacrimógenos para reprimir protestas, ya tenía pleno conocimiento de los antecedentes penales que en Bolivia pesaban en contra de su amigo.



Murillo
Bandas criminales

En julio de 2001, la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas desbarataron una red de traficantes de armas compuesta por militares y civiles. En esa época el grupo irregular pretendía transportar de forma ilegal 50 fusiles y dos metralletas del Ejército boliviano a Paraguay. Berkman estaba involucrado. En este negocio fue amigo de Gary Suárez Levy, hijo de Roberto Suárez, conocido como “El rey de la cocaína” y allegado a un paraguayo representante de una empresa distribuidora de armas.

Sorpresivamente, después de pasar un tiempo en la cárcel de Palmasola, en el departamento de Santa Cruz, Berkman Littman obtuvo medidas sustitutivas a fines de 2001. Meses después, a mediados de 2002, un juez le concedió la devolución de su fianza y el desarraigo. Con ello el imputado huyó a Estados Unidos antes de que se dictara una sentencia. Esta vez pagó fianza en Estados Unidos y se defiende en libertad. El caso quedó en nada.

En el círculo de Murillo también está Philip Lichtenfeld. También es cochabambino y ciudadano estadounidense, amigo de confianza y empresario que radicaba en Argentina, aunque su base de negocios era Bolivia.

Proviene de una familia empresarial radicada en Cochabamba. Su padre y sus dos hermanos son dueños de varias firmas. El papel de Lichtenfeld para la intermediación con BTS en la compra de gases de la brasileña Condor fue fundamental. A Bolivia le urgían las armas antimotines y ‘el papeleo’ en el Estado boliviano no avanzaba al ritmo que el grupo de amigos quería. Si bien el contrato se había firmado el 19 de diciembre de 2019, hasta la primera semana de enero el Estado boliviano no había hecho ninguna transferencia y ‘los amigos’ ya estaban realizando las gestiones con Condor. Les urgía el dinero o una boleta de garantía.

Ahí es cuando ingresó en escena Philip Lichtenfeld. El 4 de enero de 2020 Luis Berkman le envió un mensaje a su hijo: “Philip está con nosotros (tarifa de $500K)”.

De acuerdo a la investigación del Departamento de Seguridad de Estados Unidos, Lichtenfeld ayudó a obtener una “garantía” de pago para que Condor les permitiera hacer una primera entrega del armamento el 10 de enero de 2020, a pesar de que BTS aún no había recibido los fondos de Bolivia para realizar el pago. Pero también ayudó a coordinar los pagos de los sobornos.

En su declaratoria de culpabilidad, que radica en el Tribunal del Distrito Sur de Florida, Luis Berkman acepta que “alrededor del 12 de abril de 2020” envió un mensaje en clave, a través de WhatsApp, a Philip Lichtenfeld en el que revela cómo se repartieron el soborno. “500 Ph 300 Ro 600 Ar 400cb 200mi 615 Mi. 15. pp-lc (SIC)”, lo que significaba, según detalla el documento, que “Ro” es Sergio Rodrigo Méndez Mendizábal y que “recibiría un soborno de $300.000”. “Ar” es Arturo Carlos Murillo y “recibiría un soborno de $600.000, dividido en $400,000 a ser entregados en Cochabamba, Bolivia (‘400cb’), y $200,000 a ser entregados en Miami, Florida (‘200 millas’)”.


Caso gases lacrimógenos

Lavado de dinero

EL DEBER realizó en 2023 una investigación en la que se revisaron los acuerdos de culpabilidad de los cuatro amigos de Murillo, que fueron detenidos junto a él, entre el 20 y 22 de mayo de 2021, en Miami. De este modo se conoce que se declararon culpables de “conspirar para cometer lavado de dinero” ante la justicia de EEUU. Philip confesó haber recibido 500.000 dólares; Rodrigo, 280.000 dólares; Luis Berkman, 875.000 dólares; y Bryan Samuel Berkman, 121.751 dólares.

Estos documentos también señalan que Murillo recibió 600.000 dólares. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, declaró que el “co-conspirador 2” al que se refiere la investigación del agente Eades, pero que no lo identifica, se trataría del ex ministro de Defensa Luis Fernando López, quien habría recibido 20.000 dólares. La sumatoria de estos montos da un total aproximado de 2,3 millones de dólares.

Ahora, según el procurador César Siles, la Cancillería inició las gestiones con Estados Unidos para que Murillo pueda ser extraditado a Bolivia antes de cumplir su condena, prevista para el 11 de febrero de 2026, es decir más allá de la gestión gubernamental.

La distribución del soborno se hizo en cuatro etapas: La primera entrega del soborno la gestionó Lichtenfeld el 13 de abril de 2020. Una persona no identificada e involucrada en la repartija depositó 714.000 dólares en la cuenta de un familiar de Lichtenfeld.

Entre el 14 y 15 abril del 2020, desde una cuenta de la empresa Bravo Tactical Solutions y hacia la cuenta de un tercero no identificado, se realizaron traspasos por 450.000 y 250.000 dólares, respectivamente. El intermediario se quedó con una comisión de 14.000 dólares.

Los 700.000 dólares fueron entregados en efectivo por un familiar no identificado de Lichtenfeld a Sergio Rodrigo Méndez Mendizábal en Cochabamba.

Lichtenfeld envió un correo electrónico para que se le haga una transferencia. La empresa Bravo Tactical Solutions realizó dos depósitos a una cuenta bancaria en Bolivia a nombre de Lichtenfeld. El primer depósito fue de medio millón de dólares y el segundo de $us 320.000 haciendo un total de 820.000 dólares.

El tercer soborno involucra al exministro López quien habría recibido una captura de pantalla por parte de Luis Berkman confirmando el depósito de 20.000 dólares a la cuenta bancaria de un familiar en EEUU.

El último soborno se realizó el 20 junio de 2020. Lichtenfeld envió un mensaje a mano con el título “Transfer Arturo”. El primer depósito fue de 79.000 dólares y un segundo de 100.000 dólares, haciendo un total de 179.000 que supuestamente fueron recibidos por Murillo, quien cerró su cuenta en Estados Unidos tras las transferencias. Eso fue detectado por los investigadores de EEUU.