Después de que fue golpeado en 2009 y sus habitaciones precintadas, el establecimiento estuvo por ser vendido para otros fines, pero sus nuevos dueños decidieron seguir recibiendo huéspedes.

15 de abril de 2024, 4:00 AM
15 de abril de 2024, 4:00 AM


No ha cambiado su esencia. El hotel Las Américas está ubicado en el mítico casco viejo de la capital cruceña entre las calles 21 de Mayo y Buenos Aires. Luce los colores como fue conocido en 2009, de color melón. En su interior conserva su estilo formal.

Este establecimiento, con cuatro estrellas de hospedaje, fue golpeado la madrugada del 16 de abril, hace 15 años, cuando grupos de inteligencia de la extinta Unidad Táctica y Resolución de Crisis (Utarc) irrumpieron en el tercer piso, detonaron explosivos en cinco habitaciones, torturaron; abrieron fuego y mataron a quemarropa a los europeos Eduardo Rózsa, Árpad Magyarosi y Michael Dwyer.

A pesar del embate, el hotel continuó operando y recibiendo a huéspedes. El golpe provocado por el asalto policial fue duro, pues pasaron varios meses sin poder trabajar, según conoció EL DEBER en la visita que realizó la pasada semana. 

El hotel quiere recuperarse y recibe clientes con normalidad, aunque cambió de propietario. EL DEBER lo visitó durante tres días para recoger testimonios. Los responsables de su administración son recelosos y pidieron mantener el anonimato. Eso sí permitieron visitar las habitaciones donde fueron abatidos Rózsa, Magyarosi y Dwyer. Esas habitaciones suelen ser ocupadas por huéspedes regularmente, a 15 años de los sucesos.

De hecho, una de las encargadas de recepción informó que  la mayoría de los nuevos huéspedes que llegan no consultan por esos antecedentes y la actividad hotelera se mantiene con temporadas en las que el hotel queda lleno.

“Los tres cuartos que quedaron destrozados fueron nuevamente revocados y pintados”, explicó la funcionaria.
Con autorización previa y luego de que fueran desocupadas, EL DEBER ingresó a esas habitaciones.

 Otra de las dependientes, que prefirió guardar su identidad, dijo a este medio que algunas personas que conocen la historia preguntan por esas habitaciones ya sea para ocuparlas o para cambiarse de sitio. El recuerdo aún está latente sobre lo que sucedió en el hotel ese día. “También hay clientes que optan por quedarse, especialmente en la habitación 458 que fue la que resultó más destrozada”, refirió.

Agregó que una mujer que trabajaba en la limpieza renunció porque en el cuarto que ocupó Eduardo Rózsa, experimentaba una sensación extraña “No aguantó, era muy fuerte lo que vivió aquí", dijo.

La temporada alta para el hospedaje en Santa Cruz es especialmente durante el mes de septiembre, con motivo de la feria internacional Expocruz y durante las fiestas de fin de año.

El asalto al hotel Las Américas se produjo tras una denuncia de separatismo que nunca se probó. En 2020, la Fiscalía cerró el caso y archivó obrados. En este caso se habían implicado a una treintena de personas que tuvo que enfrentar cargos de terrorismo. Es más, el fiscal que estaba a cargo de las pesquisas, Marcelo Soza, huyó a Brasil donde se refugió. Lo hizo tras denunciar “un montaje” en el referido caso.
Ahora el juez Manuel Baptista de Santa Cruz instruyó una investigación a la Fiscalía contra los responsables del asalto al hotel Las Américas en 2009.