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10 de agosto de 2019, 4:00 AM
10 de agosto de 2019, 4:00 AM

Azotada por heladas y el fuego Bolivia sufrió esta semana un embate importante que le deja cuantiosas pérdidas económicas. La tardía reacción de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) aumenta el drama.

La declaratoria de emergencia ayuda a visibilizar el drama y a destinar recursos que mitigan la situación que sufre Santa Cruz y otros departamentos vecinos. Como nunca este año los focos de incendio se reprodujeron causando desastres y, como siempre, las autoridades pertinentes se olvidaron de hacer su trabajo; prevenir con educación, concienciación y con obras, para evitar el desastre medioambiental. Parece normal que las sanciones y los responsables de los daños sigan mirando para otro lado, pero no lo es.

Un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU demandó un cambio de actitud y dieta para salvar el planeta de una próxima catástrofe climática.

El 30% de los alimentos se desecha, y además de provocar un 10% de emisiones globales de gases de efecto invernadero, hay más de 42 millones de personas que sufren hambre en América Latina.

El cambio climático provocado por deforestación, la mala utilización de los recursos naturales y la emisión de gases de efecto invernadero ponen en riesgo la provisión de alimentos. Queda mucho por trabajar en lo inmediato, tal vez las nuevas generaciones le aplaudan la cara a los gobiernos para que despierten, antes de que sea demasiado tarde.

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